DongMin quería morir en ese momento, de hecho, solo quería estrangular al pelinegro que se mantenía frente a el tapando su boca, el cual lo había metido en esta descabellada locura y posiblemente tendrían problemas con los profesores por haber entrado sin permiso a la oficina del rector.
Y ahora aquí estaban, escondidos detrás de un estante, con la oscuridad abordando toda la oficina, MoonBin mirando fijamente sus ojos mientras su mano aún permanecía en su boca para que no hiciera algún ruido y fueran descubiertos.¿Quieren saber cómo fue que llegaron a meterse en este problema?
Todo sucedió así... 🔍
DongMin hablaba de manera tranquila con Sanha mientras hacían sus calentamientos para empezar a bailar. Había construido una amistad con el pelimorado durante esas semanas, el chico era bastante amigable y lo hacía reír mucho. Tenían cosas en común y podían conectar sus opiniones con la danza, a DongMin le gustaba esta interacción porque, aparte de MJ y JinWoo, Sanha se habia vuelto alguien cercano a el y un buen compañero de baile.
Aunque, a comparación con MoonBin, Sanha no era un idiota, el pelinegro si lo era y en cantidades industriales, difíciles de describir.
Una hora más tarde cuando sus ensayos acabaron, el peliazul tomo su bolso para salir con el pelimorado hacia el campus y comer algo afuera ya que el día estaba fresco para salir. Le hubiera gustado estar con MJ pero el rubio tenía una semana sin venir a la Universidad y las veces que fue hasta su departamento, este nunca está. Tenía la teoría de que quizás se fue de viaje, pero de ser así le hubiera avisado, cosa que no hizo.
A su lado llegaron dos chicos quienes estudiaban con el peliazul pero eran menores que el, por lo cual estos hicieron una reverencia ante el mayor.
-DongMin hyung, queríamos pedirle un favor. - dijo uno de ellos, su nombre era Jisung.
-Oh, claro, ¿Que necesitan?-responde de forma amable el peliazul.
-Bueno, queríamos saber si nos podía prestar su celular para ver unos videos de coreografías. -pidio con su tono dulce.-El mío de daño, prometo devolverlo sin ningún rasguño.
DongMin alzó las cejas y le dio una mirada a Sanha quien se encogió de hombros. Miro de vuelta a los dos chicos que parecían rogarle con la mirada, más que todo Jinsug el cual tenía sus ojos brillosos como un bebe, era un niño muy lindo y a DongMin le recordó su infancia.
Suspiro asintiendo.
-De acuerdo, pero en cuanto lo usen me lo devuelven, ¿Bien? Todas las aplicaciones tienen contraseña, la única que se puede usar es el internet y YouTube.- los dos chicos asintieron sonriendo.
DongMin saco su teléfono y se los entrego a los chicos, estos hicieron una reverencia y se fueron a sentar cerca de los espejos para ver los vídeos que habían dicho.
-¿Fue buena idea dárselo?- cuestionó el pelimorado saliendo del salón junto a DongMin.
-Solo serán unos videos, vendré por el en la siguiente clase.-dice sin mucha importancia. La verdad no le preocupaba prestar su móvil, no tenía nada que esconder y tampoco es que hablaba con tantas personas.
Aunque pensándolo bien... ¿Ese chico de Suiza le habrá mandado ese dichoso video que prometió?
Demonios.
✡✡✡
Al finalizar la hora de clases, DongMin volvió a su salón en busca de su teléfono pero en el no había nadie. Frunció su ceño y camino por los pasillos buscando entre varios salones a los dos chicos pero no los encontró.
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Sweet Bitter ᵇⁱⁿʷᵒᵒ
Fanfiction➼ DongMin es un estudiante de danza que llega a la Universidad de Artes de Seúl. Tiene una vida bastante cómoda y una personalidad encantadora. Sin embargo su mundo da un giro de 180 grados al entrar al mundo del misterioso y mujeriego, MoonBin. Un...