☆ 56°•

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DongMin vómito por tercera vez esa tarde después de un tormentoso día de ensayo, se sentía tan agotado que ni siquiera fuerzas tenía para decirle algo a su madre cuando está llegó a su habítacion sin avisar. A su lado estaba Sanha sobando su espalda mientras expulsaba lo poco que había comido en el día, se encontraban en el baño del teatro a pocos minutos de empezar el dichoso recital.

El peliazul se sostuvo del retrete mientras nuevamente su cuerpo se sentía desfallecer. El pelimorado seguía sobando su espalda con cuidado mientras esperaba paciente que DongMin finalizará. Fue una suerte estar a su lado en el momento en que DongMin empezó a sentirse mal, porque ni siquiera MoonBin estaba ahí para atenderlo debido a varios compromisos que tenían antes con el señor Jihyun.

En cuanto acabo se levantó con ayuda de Sanha y se dirigió al lavamanos para lavar su rostro estropeando de está manera un poco el maquillaje que tenía.

— Te ves terrible.— dice el pelimorado con sinceridad.

— Gracias.— musito haciendo una seña de aprobación.

— No me quiero meter, pero eres mi amigo y tú salud últimamente está empeorando. Deberías ir a un médico.

DongMin trago saliva y negó lentamente.

— Estoy bien, no es nada del otro mundo.

Claro, no era nada del otro mundo... Nada más tenía un embrión creciendo en su estómago.

Termino de arreglar su cabello y maquillaje con un poco que Sanha le había conseguido y salieron del baño nuevamente a los vestidores, MoonBin al ver a su novio deja de hablar con Yugyeom para caminar a paso rápido hasta el peliazul.

—¿Dónde estabas?— cuentionó tomando su mano.

— En el baño, no me sentía bien.

—Desde ayer estás así, ¿No crees que es momento de ir nuevamente al hospital?

DongMin mira de reojo a Sanha y este carraspeó yéndose hacia un lado, el peliazul suspira y regresa su mirada a MoonBin.

— Cuando estemos en Corea iré, siento que algo mal está conmigo porque no había tenido tantos síntomas como ahora.

— Tranquilo, todo estará bien, de seguro es algo más.— trato de tranquilizarlo, DongMin asintió no muy convencido.

MJ llevaba su camara para fotografiar el evento, esto se tomaría en cuenta para su próxima clase, mientras caminaba por el pasillo en busca de DongMin pudo sentir como una mano tomaba su brazo y lo jalaba hacia un cuarto oscuro.

Su cuerpo fue pegado contra la pared y unos labios se apoderaron de los suyos, abrió sus ojos de par en par viendo como JinWoo arrementaba contra el.

Colocó sus manos en su pecho para alejarlo.

—¡Para ya! ¿Que demonios haces?

—¿Esa es tu forma de enfrentar lo que pasó? Te fuiste sin decir nada, ignoras te mis llamadas, me estás evitando ¿Te arrepientes de algo?

MJ frunció sus labios con su corazón desbocado.

— Tengo novio.

— Ya, pero parecías haberlo olvidado cuando disfrutaba estar conmigo.

— Estaba borracho, no significó nada.

El pelinegro ladeó su cabeza y entrecerró sus ojos observando detenidamente al rubio. Tomo su cintura y jalo su cuerpo hacia adelante para volver a besarlo está vez de una manera más brusca. MJ trato de alejarlo nuevamente pero mientras el beso se hacía más profundo, sus intentos eran en vano.

Sweet Bitter ᵇⁱⁿʷᵒᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora