☆ 17°•

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DongMin miro por última vez su reflejo en los espejos, la música que tocaba de fondo le acompañaba a sus movimientos. Solo faltaban dos días para el evento, sus padres estaría de regreso a Corea entre hoy o mañana y DongMin está realmente nervioso por eso. Muchos estudiantes estaban preparándose para sus presentaciones. MJ organizaba una galería fotografíca con un concepto vintage, JinWoo preparaba su baile que era de un estilo de hip hop, y MoonBin ensayaba junto a su banda ya que iban a tocar. Cada uno estaba ocupado en lo suyo, poniendo esmero y dedicación a lo que estaban haciendo.

Cuando su hora acabo, tomo su bolso y demas cosas para salir del salón, movía su cuello sintiendo sus tendones tensos. Al llegar al campus pudo ver a MJ fotografiando unas flores y Jackson estaba detrás de él con una lata de refresco observando lo que hacía. Al otro lado yacia Jaebum hablando con un chico desconocido de orejas algo chistosas.

Tenía intensiones de ir hasta donde estaban, pero fue detenido por unas manos en su cintura.

MoonBin.

-Se te está haciendo una mala costumbre hacer esto.- dice el peliazul girando su rostro hacia el pelinegro.

-Pero te gusta que lo haga, ¿O no?- enarco una ceja.

-Si, en tu imaginación.- le sonrió de forma burlona. MoonBin esbozo una sonrisa empujando su cuerpo más cerca del suyo.

-¿Enserio?- musito cerca de sus labios.-Que raro, hace unos días en la enfermería recuerdo perfectamente que tú me be...

DongMin rápidamente tapo su boca.

-Ni se te ocurra, MoonBin.- lo amenazó.-Quedamos en que lo que pasó en la enfermería se quedaría ahí.

MoonBin todo los ojos y quitó la mano del peliazul entrelazandola con la suya, acto que sorprendio al peliazul.

-Lo se, quedaría entre los dos.

-Exacto- señaló sus manos entrelazadas.- Y estás muestras de afecto en público, están prohibidas.

Soltó sus manos llevándose un gruñido por parte del pelinegro.

-Eres tan complicado.-se quejo.

-Solo soy precavido.-aclaro.

La verdad es que DongMin tenía sus razones, lo que estaba sintiendo por MoonBin se hacía más fuerte cada día y tenía miedo de aquello. No quería salir lastimado y sabía que MoonBin era un completo idiota que con cualquier cosa podría romper su corazón y exactamente eso quería evitar. Pero es que estar cerca del pelinegro ponía su corazón a latir super rápido, no podía ser más obvio, aún tenian una apuesta en pie y si mostraba mucho entonces terminaría perdiendo y esa no era la idea.

MoonBin por otro lado odiaba las reglas de DongMin, solo se habían besado un par de veces, confesaron su atracción por el otro, pero no hubo más. El pelinegro estaba confundido por todo lo que empezaba a sentir dentro de su pecho a causa de DongMin, ese sentimiento cálido que le generaba empezaba a molestarle pero a la vez le gustaba. DongMin le gustaba, y no tenía claro que quería con el peliazul, apesar de decir y alardear que quería tener sexo con el, muy en el fondo, no era esa su principal meta.

Sabía de antemano que DongMin no sé iba a dejar tan fácil, era alguien muy complicado, pero si pudo estar con otros hombres, también podría estar con el, ¿Cierto? Porque que viendo su personalidad, apariencia y cuerpo, estaba seguro de que DongMin había estado en la cama de muchos hombres, y el quería ser uno de ellos, el mejor de todos, el que marque su cuerpo de manera que jamás olvide con quién estuvo.

Pero vale, cuan equivocado estaba.

Después de un rato, MoonBin se ofreció a llevar a DongMin a su departamento con la propuesta de pasar por el en la noche para llevarlo a un lugar que según el pelinegro "le iba a gustar" DongMin estába por negarse, pero también estaba curioso asi que acepto prohibiendole llevarlo a fiestas o lugares peligrosos.

Sweet Bitter ᵇⁱⁿʷᵒᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora