☆ ️29°•

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- Dios, Moon. Estás que arde, ven y tómame precioso.

MoonBin enarco una ceja observando a Jackson sentado sobre su cama viéndolo sin ropa, aunque básicamente tenía una toalla alrededor de su cintura ya que acababa a salir de la ducha.

- A veces pienso que estás enamorado de mi. - admite yendo por su maleta para sacar la ropa que usaría hoy, la cual eran unos jeans negros rotos y una camisa de botones abierta con una playera de cuello en V dejando ver sus clavículas.

- No puedo traicionar a azulito, no es mi estilo quitarle los novios a mis amigos.

- Es eso o temes que te deje en abstinencia. - dice está vez Bambam llegando a su lado para lanzarle su ropa.

- Se me junto el ganado.- musito fingiendo una expresión de atosigo.

MoonBin negó con una sonrisa y empezó a vestirse, al cabo de unos minutos ya estaba listo para bajar al salón principal del hotel que había sido reservado exclusivamente para el campamento.

El primero en salir de la habitación fue el pelinegro, bajo por el ascensor hasta quedar en el otro piso con intenciones de ir a la habitación donde se estaba quedando su novio.

Sin embargo choca con la profesora Somi quien venía saliendo de una habitación.

- Lo siento, no la vi.

- No te preocupes. - la mujer le sonríe.- ¿Que haces por estos lados? Tu piso es el de arriba.

- Vine por DongMin.

- Oh, ya veo. ¿El es tu novio, cierto?- MoonBin asintió.- Bueno, creo que esto le pertenece a el.- la mujer extiende su mano mostrando una cajita de pastillas. MoonBin las toma.

-¿Dónde encontró esto?

- En el pasillo, supongo que se le cayó cuando subía su equipaje, hubo algunos que dejaron caer hasta sus cargadores de celulares.

El pelinegro suspiro y miro a la mujer. Esta llevaba su cabello recogido, una camisa blanca de botones, unos jeans ajustados y unos tacones.

- Gracias por guardarlas.

- No te preocupes, ahora ve, debe estar buscándolas.

MoonBin asintió e hizo una reverencia ante la profesora para seguir su camino. Al llegar a la puerta no dudo en tocarla esperando unos largos segundos hasta que esta fue abierta.

DongMin se hizo notar vistiendo una camisa de seda naranja de botones, unos jeans ajustados perfectamente sujetados y su cabello azul peinado hacia los lados.

- Joder, menos mal que llegaste, voy a morir.- dice jalando de su brazo para adentrarlo a la habitación. Está era un desorden ya que había cosas tiradas en el piso.

-¿Paso un huracán por aquí?

- Llevo toda la mañanas buscando mis..

- ¿Esto?- mostró la cajita. DongMin abre sus ojos sorprendido. MoonBin se acerca lentamente al peliazul haciendo que diera un paso hacia atrás. - Estás siendo muy descuidado con esto, ¿Lo sabías?

DongMin trago saliva dando otro paso hacia atrás hasta caer en su cama, MoonBin seguía mirándolo fijamente hasta inclinarse sobre su cuerpo.

- ¿Sabes lo arriesgado que será perder esto?- movió la cajita hasta dejarla a un lado y acorralar el cuerpo del peliazul.- No me molestaría tener una versión de mi más pequeña, pero no es lo que buscamos ahora, ¿Cierto?

DongMin asintió lentamente.

- No volverá a pasar. - musito intimidado.

- Confío en ti.- susurro para inclinarse por completo y besar los labios del peliazul. DongMin dio una larga exhalación rodeando los hombros del pelinegro.

Sweet Bitter ᵇⁱⁿʷᵒᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora