☆ 24°•

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DongMin quedó despierto toda la noche, pensando en las palabras de MoonBin y todo su pasado, sentia un extraño revoltijo en su estómago sin mencionar la capa de sudor que cubría su frente. Mordía sus uñas como un acto de nervios y ansiedad, giro lentamente su rostro observando al pelinegro dormir con tranquilidad a su lado, DongMin quería ayudarlo, realmente deseaba poder hacer algo con el.

Paso su mano por su pecho desnudo trazando con la yema de sus dedos el tatuaje en letras coreanas que tenía en uno de sus pectorales. Sentía que quemaba a pesar de estar a una temperatura normal. Siguió su recorrido hasta su brazo izquierdo donde habían más dibujos y cosas que DongMin no sabía descifrar. Por último acabo en su abdomen acariciando cada fibra ejercitada, dio un suspiro para acomodarse a su lado quedando más cerca de su cuerpo.

Lo observaba en silencio mientras acariciaba su cuerpo, pensando tantas cosas posibles pero a la vez arriesgadas.

MoonBin se removió un poco abrazando su cuerpo y estrechandolo contra su pecho. DongMin esbozo una débil sonrisa y cerro los ojos mientras poco a poco se quedaba dormido con el calor que emanaba el cuerpo de MoonBin.

A la mañana siguiente el sol dio su llegada chocando sus rayos contra la ventana de la habitación. Hoy era domingo, último día de descanso, pero también el primer día de la semana.

El peliazul se removió en la cama sintiendo su lado vacío, abrió lentamente los ojos observando la habitación blanquecina. Quitó las sábanas de su cuerpo y saco el primer pie para caminar descalzo hacia afuera.

Lo primero que sus ojos lograron ver fue a tres chicos comer en el sofá. Enarco una ceja confundido.

-¡Algodón de azúcar! ¡Sigues vivo! - exclamó Jackson levantándose y yendo a abrazar al peliazul.

-Oh... Jackson me asfixias.

-Lo siento, lo siento.- se alejo del peliazul mirándole con una sonrisa.

-¿Que hacen aquí? ¿Dónde está MoonBin?

-Tu noviecito está bañándose y nosotros vinimos a ver si seguían vivos.

DongMin asintió y después de captar lo que el castaño había dicho, abrió sus ojos en sorpresa.

-¿N-novio?

- Vamos, azulito. Sabemos que tú y Bin están saliendo, de lo contrario ¿Porque lo ayudaste a escapar? Y lo mas importante ¿Que haces durmiendo en su casa? Podré ser un idiota pero no un estúpido.

Jaebum empezó a reír lanzandole un cojín al castaño.

-No le hagas caso a Wang.- dice el chico. - Queremos darte las gracias por ayudarnos anoche, si no hubieras llegado a tiempo, todos estaríamos en la cárcel justo ahora. Te debemos muchas, DongMin.

El peliazul sonrio algo tímido.

-No es nada, pero deben tener más cuidado, y si evitan esas cosas mucho mejor.

- Moonsito nos dijo que ya sabes muestras historias. - menciona Jackson. - Y te agradecemos por no juzgarnos, eres un buen chico y si MoonBin te rompe el corazón me lo dices para yo romperle la cara, ganas no me faltan.

DongMin empezó a reír.

- Te escuché.- dice una voz gruesa, DongMin gira su rostro observando a MoonBin llegar vistiendo solamente unos jeans y dejando su perfecto abdomen al descubierto junto a su cabello húmedo.

-¿Estás mejor?- pregunta el peliazul mirándolo.

-Lo estoy, gracias por todo. - Inclina levemente su rostro para depositar un beso en su frente.

Sweet Bitter ᵇⁱⁿʷᵒᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora