☆ Epílogo.

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3 meses después.

Vamos, Bin, llegaremos tarde.— el castaño jalaba del brazo de su novio mientras salían del edificio, MoonBin saco las llaves de su auto y ambos entraron al vehículo.

— Nene, calma, aún faltan 20 minutos.

— No me pidas que me calme, no dormí en toda la noche pensando en que nos diría el doctor hoy, hasta comí mis uñas.— mostró sus deditos con sus uñas mordidas, MoonBin sonrió y tomo las manos del castaño para mirarlo con cierto cariño.

— Relájate, sea lo que sea, te aseguro que será igual de hermoso.

DongMin sonrió y le dio un pequeño besito a su novio. MoonBin soltó una leve risa y se incorporo para arrancar el auto directo al hospital.

En el camino DongMin solo podía pensar en su cita de hoy, estaba nervioso y a la vez ansioso, cosa que su novio claramente no podía entender.

En cuanto el auto estacionó frente al hospital, DongMin abrió la puerta saliendo primero, MoonBin río y se postró a su lado para tomar su mano. Juntos se adentrarón al hospital directo al consultorio del doctor.

El hombre de bata blanca al ver a la pareja les sonrió.

— DongMin, me alegra verlos de nuevo, ¿Cómo has estado?

El castaño toma asiento en la silla junto con MoonBin.

— Muy bien doctor.

—¿Seguro? ¿Te has cuidado como te dije?— el castaño asintió.— Entonces podemos proseguir por lo que has venido.

Se coloca de pie en dirección a la otra habitación, DongMin lo sigue en silencio sintiendo sus nervios a flor de piel. Se sube su camiseta y se acuesta en la camilla.

El doctor se postra a su lado con el ultrasonido sobre su estómago hinchado, DongMin siente un ligero escalofrío recorrer su espinal dorsal. El hombre movía de un lado a otro el objeto viendo claramente a los dos bebés bastante grandesitos.

—¿Puede ver algo?— pregunta MoonBin.

— Pues, de verlos si lo hago, está justo ahí.— señala la pantalla.— Pero no se dejan mostrar de frente.

DongMin mordía su labio nervioso, miro la pantalla tratando de enfocar las dos figuras de los bebés que se mostraban.

El doctor siguió moviendo el aparato hasta lograr ver lo que buscaba.

— Oh, aquí está el primero.— avisa.— Y es... ¡Un niño!— DongMin abrió sus ojos y sonrió mirando a MoonBin.— Vamos a buscar el otro, tiene que dejarse ver.

DongMin estaba tan nervioso que apretaba con fuerza la mano de MoonBin, este estaba igual o peor, concentrado en mirar la pantalla.

—¿Aun nada?— cuestiona el castaño.

— Espera un momento, estoy buscando para ver mejor, pero sus piernas siguen cerradas.— sigue moviendo tratando de que el pequeño se moviera, cuando logro hacerlo enfoco con el equipo.— Aquí está... ¡Es una niña!

— Wow.— musita sorprendido el pelinegro.— No me espere una niña y un niño, es increíble.

— Bastante, tener gemelos o mellizos de diferente sexo, es bastante complicado, tendrán que tener mucha energía para ambos.

— Oh, créame, la tendremos.

DongMin lo miro con un leve rubor en sus mejillas, el doctor finalizó su revisión y espero los resultados para entregárselo al castaño.

Sweet Bitter ᵇⁱⁿʷᵒᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora