☆ ️46°•

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DongMin entro a su salón siendo observando por algunos estudiantes. Optó por ignorarlos y empezar sus calentamientos, necesitaba averiguar cómo aquellos paparazzis lograron encontrar la dirección de MoonBin, y tenía dos teorías.

O alguien se las había dado.

O los siguieron después del hotel.

La última era más aceptable, ya que es imposible que alguien externo haya dado la dirección de MoonBin, sus amigos no podían ser y lo más cercano a una teoría válida era que los siguieron.

Justo en ese momento apareció JinWoo frente al peliazul.

- Hey, DongMin, ¿Cómo has estado?- pregunto con su radiante sonrisa.

- Bien, ¿Y tú qué tal? Hace días que no nos vemos.

- He estado ocupado en algunas cosas.- explico de forma breve.- Por cierto, ¿Podrías darle esto a MJ?- le entrego la cámara del rubio.

-¿Por qué tienes esto?- pregunto curioso.

- MJ la dejo el otro día en mi casa.

DongMin enarco una ceja intrigado por saber que hacia su mejor amigo en la casa del pelinegro.

- De acuerdo, se la daré.- aseguro mostrándole una sonrisa.

JinWoo asintió y regreso a su lugar. DongMin se acercó a su mochila para guardar la cámara, sin embargo a su lado llega la profesora Somi.

- DongMin, ¿Has visto a MoonBin?

El peliazul mira a la mujer cruzándose de brazos.

- Está en sus ensayos de música, ¿Por qué lo está buscando?

La mujer sonrió mostrando sus perfectos y blanquecinos dientes.

- Quería invitarlo a comer en forma de agradecimiento.

El peliazul enarca una ceja.

-¿Agradecimiento?

- Por ayudarme ayer cuando tuve el esguince, fue muy amable en llevarme hasta el hospital y luego a mi casa.

¿Hospital? ¿Casa?

Entonces MoonBin llegó tarde por andar de samaritano.

DongMin mordió su labio carraspeando.

- Ya veo, le haré saber que lo estuvo buscando.- dice de forma cortante. La mujer no pareció notar esto porque simplemente asintió sonriendo.

DongMin no quería admitir que estaba celoso de una profesora, pero era justo lo que sentía.

Al pasar la hora, su ensayo por fin acabo, tomo sus cosas y salió del salón, se dirigió a la cafetería donde pudo ver a Jackson y los demás.

Se acercó a ellos sin dudarlo.

- Hey- los saludo.

Jackson alzo su mirada y se levantó rapidamente para abrazar al peliazul.

-¡Algodón de azúcar! ¡Te extrañe!- exclamó.

DongMin empezó a reír poniendo sus mejillas sonrojadas.

- Nos vemos siempre, Jack.

- Claro que no, desde que Moonsito trabaja para tu padre, ya casi no nos reunimos, olvidan al viejo Jackson.

DongMin se soltó de su abrazo y tomo asiento en la silla.

-¿Cómo has estado, DongMin?- pregunta Jaebum dándole un mordisco a su hamburguesa.

Sweet Bitter ᵇⁱⁿʷᵒᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora