✩ 13°•

1.1K 142 21
                                    

DongMin salió de sus clases de danza sobando su cuello y hombro por el horrible dolor que sentía. Había sido una semana bastante ajetreada con todo eso del evento que la Universidad estaba organizando. Sus ensayos se habían vuelto más largos y prácticos, tanto DongMin como JinWoo y Sanha (así como el resto) estaban trabajando realmente duro en esto. No iba a mentir, extrañaba estar en su casa en Japón, ver la cuidad desde el balcón, leer mangas románticos mientras bebía de su yogurt de fresa favorito.

Si, había sido una buena vida.

Pero el había decidido esto, había tomado la tan importante decisión de estudiar danza en Seúl, a pesar de que tenga que vivir solo, independizarse y empezar a ser adulto responsable que todos esperaban que fuera.

Y que el también esperaba ser.

Y bueno, con MoonBin las cosas estaban algo ¿Incómodas? No sabía si esa era la pregunta correcta, es decir. Si, habían dicho que se gustaban mutuamente, pero MoonBin seguía siendo un idiota y DongMin demasiado duro con sus palabras, no importaba que sentimientos abordaban cada uno, sus personalidades seguían intactas.

Tomo su teléfono para escribirle a MJ el cual se había quedado dormido está mañana. Pero luego siente unas tibias manos rodear su cintura y una leve respiración en su nuca que hizo que detuviera su tarea.

-¿Me extrañaste? -musito el pelinegro cerca de su oreja.

DongMin rodó los ojos y giro quedando atrapado en las manos de aquel pelinegro tan... Tan arrogante e impulsivo.

-En tus sueños.- le dio una sonrisa burlona.-¿Se te perdió algo?

-Aparte de mi orgullo el cual ya está bastante pisoteado -hizo un gesto de ofendido. - También se me perdió un lindo peliazul que si sigue rentandome de esa forma, terminará muy mal.

DongMin esbozo una sonrisa dándole diversión al ver a MoonBin lucir (y actuar)como un chico malo.

-Vaya, estoy temblando del miedo. -se burlo- ¿Podrías soltarme? Nos estás viendo y es incómodo.

MoonBin dejo salir un suspiro y soltó al peliazul dejando que terminara de acomodar las cosas en su casillero para luego cerrarlo y encararlo.

-¿Que?- pregunto el pelinegro alzando una ceja.

DongMin entrecerró sus ojos observando una pequeña herida en la ceja de MoonBin. Se acercó un poco más para posar su dedo en ella haciendo que el pelinegro soltara un pequeño jadeo.

-¿Estuviste peleando con alguien?- cuestionó.

-Nada importante, ¿Nos vamos?

-Bin- pronunció.

-No es nada, DongMin. Vamos.

El peliazul suspiro y siguió al pelinegro hasta la cafetería donde tomaron asiento en la mesa en la cual se encontraban sus amigos.

-se ven tan lindos juntos que hasta puedo pensar que no se odian a muerte. -comenta Jackson metiendose una papá frita a la boca.

-Yo no lo odio.- aclara DongMin.- O al menos no todavía.

MoonBin abre su boca ofendido y la vuelve a cerrar sin saber que responder a tal insulto. Deja que DongMin se siente para luego ir hasta la parte de comidas y tomar una bandeja para empezar a llenarla de comida. Unos minutos después vuelve a la mesa y coloca la bandeja frente a el peliazul.

-Aww, hasta le trajo su almuerzo.- canturreo nuevamente Jackson.- Moonsito eres todo un romántico.

DongMin miraba la bandeja sorprendido, miro de reojo al pelinegro y este solamente está cruzado de brazos escuchando algo que le susurraba Bambam.

Sweet Bitter ᵇⁱⁿʷᵒᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora