Jessie corrió hacia la puerta para atender el llamado insistente, ya que no podía alcanzar el visor para ver quién se hallaba al otro lado, preguntó.
—Soy Barley —respondió aquella voz familiar.
La chiquilla abrió la puerta y, tras de esta, estaba efectivamente aquél robot, sin embargo, llevaba un acompañante de sombrero y capa. Ella lo miró extrañada.
—¡Hola, pequeñita! —dijo Mortis—, ¿me dejarías entrar? Tenemos que hablar con tu hermano.
Jessie lo miró dudosa, pero el hombre le entregó una paleta de cereza y ella los dejó pasar, gritando para avisarle a su madre y a su hermano que Barley ya había llegado.
Colt se estaba terminando de alistar cuando escuchó a su hermanita gritar escaleras abajo. Terminó tan pronto como pudo y bajó, sólo para ver la escena de cómo su madre, fúrica, agarraba el palo de la escoba y golpeaba con fuerza a... ¿Mortis? Él observó, extrañado por la actitud tan agresiva de su madre hacia aquél vampiro. Pam continuó golpeándolo y gritando maldiciones hasta que se fue. Fingió no haber visto nada y bajó.
—¿Qué fue todo ese ruido? —preguntó.
—Nada, nada —dijo Pam, dejando la escoba nuevamente en su lugar, aún molesta—. Sólo se metió una rata, pero ya me encargué de ella.
El pelirrojo se sentó en el sofá mientras Barley lo revisaba y le hacía preguntas de chequeo, si había recordado algo, si se presentaba algún dolor inusual, pero todo marchaba de maravilla, menos la recuperación de sus recuerdos, sobre la cual no había progreso alguno. En cuanto el robot terminó, Pam lo llamó a la cocina y Colt aprovechó para subir a su habitación nuevamente, cerró la puerta y, no mucho después, lo escuchó.
—Hola, querido —dijo Mortis mientras lo miraba desde fuera de su ventana, sonriendo. El sombrero que llevaba puesto casi no lo dejaba ver su rostro—. ¿Puedo pasar?
—No sé —respondió algo molesto, pero aun así se acercó a él—. Necesito que me respondas unas cuantas cosas primero —se cruzó de brazos e intentó verse lo más inquebrantable e indignado posible.
—Para ti, lo que sea —respondió, intentando sonar encantador.
—¿Por qué me mentiste?
Mortis echó una carcajada y se acercó a la ventana con la intención cortar la distancia entre su rostro y el de su juez, logrando el cometido de desaparecer toda esa valentía que el pelirrojo había acumulado.
—Cariño —dijo, acariciando su cabello, acomodando algunos mechones detrás de su oreja—, ¿crees que estaría flotando aquí, con una gran posibilidad de morir, si te estuviera mintiendo?
—Me dijiste —tartamudeó—, me dijiste que Pam no estaría de acuerdo con que saliera con un hombre.
El vampiro tomó la nuca del pelirrojo, amenazando con besarlo como lo había hecho todas las noches, frenando a pocos centímetros de los labios del menor. Colt solo atinó a cerrar los ojos con toda la fuerza y aferrarse al marco de la ventana, tratando de no dejar de escapar el enojo que aún guardaba con su supuesto novio.
—¿Por qué lo hiciste? —dijo Colt, dejando que su voz se quebrara— ¿Por qué difamas cosas de mi mamá? Ella no es mala, Mortis, no lo es.
Las manos heladas de aquel ser recorrieron todo el rostro hasta llegar a las mejillas, donde enjugaba aquellas lágrimas que atormentaban a su novio.
—Yo —dijo lo más bajo posible, como si fuera un secreto que le costaba revelar—. Lo último que quiero es lastimarte
—Mortis... —fue lo que alcanzó a decir el pelirrojo antes de alejar el contacto que aquel ser había creado—, ¿qué esta pasando?
—¿Puedo entrar? —dijo Mortis aún con la esperanza de resolver las cosas.
Colt alcanzó a asentir y darle paso cuando el sonido de su puerta abrirse hizo que Colt sintiera como si la habitación se derrumbara. Sin pensarlo, cerró las cortinas lo más rápido posible y giró justo a tiempo para ver a su madre en su habitación.
—¿Y a ti que mosco te picó? —dijo extrañada al ver que su hijo se encontraba nervioso.
—Lo siento —dijo, agitado—. Es solo que es raro que entren de repente.
—Bueno —dijo Pam cruzada de brazos—, te recuerdo que es mi casa y yo entro en la habitación que sea a la hora que sea.
—Lo siento, solo decía.
Pam negó con la cabeza, formando una sonrisa, sintiendo cómo su hijo, a pesar de toda esta situación, aún conservaban las misma quejas.
—¿Estabas llorando? —dijo al percatarse de las mejillas de su hijo se encontraban húmedas.
—¿Qué? —dijo Colt, alterándose poco después en busca de una excusa—. Ah, esto, es solo que... Me pegué en el dedo chiquito del pie.
—Ay, Colt —dijo Pam, secando sus mejillas—, debes tener cuidado, un día te vas a lastimar.
—No es para tanto, estoy bien.
Pam acarició el pelo de su hijo, recordando que decía lo mismo cuando resultaba lastimado en el juego, cómo de pequeños rasguños o caídas terminó en aquel brutal accidente que tuvo hace tres meses.
—Saldré a ver a Darryl y Tick —suspiró —. Acaban de volver de alguna de sus travesías y Jessie...
Pam se detuvo al ver cómo su hijo la miraba confundido, al mismo tiempo que negaba con la cabeza, dándole a entender que no sabía de lo que hablaba.
—Olvídalo —dijo Pam, apenada—. ¿Quieres venir?
—Yo... No estoy mucho de ánimo para todo eso.
Pam asintió, entendiendo la situación en que se encontraba su hijo y cómo le resultaba agotador explicarla.
—Spike se quedará contigo —avisó la mujer—. Sabe utilizar el teléfono y sabe los números de emergencias.
Colt asintió incómodo al saber que iba ser cuidado por un cactus con piernas, provocado una carcajada de su madre:
—Regresaremos tarde, ¿de acuerdo? —Colt asintió—. Cariño, no me siento muy cómoda dejándote solo aún.
—Tengo 25 años —dijo—, todo va estar bien, ma.
Colt se quedó pasmado, sintiendo cómo sus palabras habían salido con naturalidad, se sentía sumamente extraño por fin llamar "madre" a Pam, pero también se sentía reconfortante salir de ese hoyo. Pam sonrió conmovida, viendo cómo su hijo se sentía cada vez mejor.
—Sabes que te amo, ¿verdad? —dijo Pam, después de besar su mejilla.
—Lo sé, me dejaste al cuidado de un cactus.
Colt acompañó a su familia a la entrada, se despidieron y vio cómo se alejaron de su hogar.
Antes de entrar a la puerta, vio cómo una sombra cubría parte de la entrada, al subir la mirada, pudo ver una especie de tela negra que ondeaba en su techo al igual que una bandera. Colt suspiró, sabiendo que la conversación aún no habia acabado.
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Cegado por una Dalia Negra. [Hiatus]
FanfictionDónde Bull es obligado en enseñarle a Colt lo que paso antes del accidente.♡ =Una colaboración con DerErlkönig iniciada el 16 de Mayo.=