Cegado por una Dalia Negra. [Hiatus]

XIII

-Muy bien, de nuevo -dijo Colt, algo desesperado.

Se encontraban en la habitación de Pam, donde la única diferencia era que esta tenía un televisor. Colt se encontraba en cuclillas, tratando de no entrar en una especie de crisis y frente a él se encontraba Spike, sentado en la cama solo mirando a Colt.

-Esto es un control -dijo- Con este botón cambias lo canales, y con este subes y bajas el volumen -decía, mostrándole la acción de cada botón que tenía el control-, ¿comprendes?

Spike solo lo llegó a inclinar lo que sería su cabeza, dando a entender que no comprendía mucho.

Colt, ya cansado, solo prendió el televisor, dejándolo en el canal que estaba determinado, estaba apunto de levantarse hasta que sintió las manitas del cactus en su ropa.

-¿Qué? ¿No te gusta eso? -suspiró, cambiándole de canal.

Siguió cambiándole de canal hasta darle a uno de la programación abierta, se trataba de un foro donde había público y en frente dos personas, cada uno con un púlpito dando gritos a la cámara. Spike soltó la ropa de Colt y se sentó justo delante del televisor.

-Ah, ¿te gusta eso? -dijo Colt, sorprendido.

Estaba dispuesto a irse cuando escuchó una tercera voz amenazando con exhibir pruebas, Colt se detuvo y miró un momento la televisión, observando a una señora de cabello castaño, sentada tras un escritorio y sosteniendo un mazo de los que utilizaban los jueces. Se quedó observando atentamente cada prueba que exhibían, tanto del demandado como el demandante. Estaba encantado al ver aquella jueza que se apellidaba "Polo", trataba con fuerza aqullos que se disponían a manchar el nombre de su programa.

No fue hasta que escuchó ligeros golpes en la ventana de su madre, obligándolo a despertar a la realidad, viendo a su novio sonriéndole, presenciando el que podría ser el gusto culposo del pelirrojo.

-Mierda -susurró exaltado-. Avísame qué ocurre, Spike.

Cerró las cortinas y salió de la habitación lo más rápido que pudo, chocando con las paredes y casi cayendo de la escaleras. No fue hasta que casi llegando a la cocina, chocó con la mesa y rompió el plato y vaso que supuso que eran donde Barley tomó aceite.

-Culparé a Spike -dijo, siguiendo con su carrera al patio trasero.

Al estar en el jardín, miró a su alrededor, aún con su respiración acelerada sin ninguna señal del vampiro, sacudió la cabeza, trarando de sacar aquellos pensamientos de que todo fue una especie de alucinación.

-¡Te atrapé! -dijo el vampiro atrás de Colt, al mismo tiempo que lo abrazaba de la cintura, provocándole un pequeño brinco por el susto.

-¿Cómo llegaste aquí? -dijo, girándose hasta estar frente al vampiro, quien lo seguía abrazando.

-Tú me dejaste entrar en la mañana, ¿lo recuerdas?

Colt asintió al recordar que lo había hecho antes de que su madre lo interrumpiera. Escuchó un quejido de parte de su novio cuando, extrañado, se separó de aquel abrazo que había formado, poniéndole suma atención al brazo de éste.

-¡Mierda, Mortis! -exclamó al ver la quemadura con mayor claridad- ¿Cómo pasó?

-No es nada -dijo-. Solo una pequeña imprudencia cuando quise escapar.

-Tenemos que cuidarte -dijo, guiándolo a la cocina.

Después de sentarlo en el pequeño comedor que tenían y ofrecerle algo de tomar, Colt corrió al cuarto del baño y sacó aquel botiquín, sintiendo un escalofrío al recordar cómo Pam lo usó con él cuando había regresado con aquella contusión.