Esa mañana había sido ajetreada, Bibi lo había levantado para que fuera a comprar lo que hacía falta en la casa, excusándose en que ella estaría ocupada haciendo dios sabe qué cosas. Fue hacia Crow, esperando que le ayudara, pero el cuervo simplemente se negó, diciendo que se le hacía tarde. No le quedó más opción que ir al supermercado a abastecerse, haciéndolo atrasarse en sus compromisos.
Llegó a casa de Colt una hora y media después de lo usual y llamó a la puerta, sorprendiéndose al ver que quien se hallaba tras el pedazo de madera no era nadie de la familia Junker, sino que un hombre negro que se había recargado en el marco y mantenía los brazos cruzados mientras lo veía a los ojos.
-Ah, pero si es el mejor amigo de la infancia de Colt, ¿no?
-Brock -dijo, con un tono que indicaba que sabía que algún día se tendría que confrontar a él-, puedo explicarlo.
-No es necesario -dijo, curvando las comisuras de sus labios levemente a manera de sonrisa incómoda-, Shelly ya lo hizo -se llevó una mano al rostro y masajeó sus sienes con las yemas de los dedos-. En tu lugar, no habría ocultado mi existencia, pero supongo que era necesario para acomodar tu historia.
-Lo siento.
Brock sobó su nuca y se tentó el corazón, dejando entrar a Bull a una casa que no era la suya, le pidió que tomara asiento y le sirvió un plato de fideos instantáneos para que desayunara con él.
-¿Dónde están? -preguntó Bull, refiriéndose a la familia de pelirrojos que habitaba aquella casa.
-Fueron a la repostería de Barley a encargar un pastel para Jessie. Cumple años en una semana -sonrió al recordar a la pequeña, realmente creció rápido-. Me pidieron que me quedara a recibirte porque saben que eres un informal -bromeó.
Bull giró los ojos y ambos continuaron comiendo en silencio.
-¿Sabes? -dijo Brock mientras se llevaba un bocado a los labios- Si no supiera todo lo que Colt me dijo acerca de sus sentimientos por ti, te delataría -Bull lo miró, algo preocupado-; pero, ¡carajo!, mi bro aún te quería.
El más alto se mantuvo en silencio, escuchando a Brock hablar mientras él comía aquellos fideos que, de no ser por cortesía, habría echado a la basura, odiaba el sabor de la comida instantánea.
-No tienes idea de cuánto me dolía verlo llorar, culpándose de todo -dio un largo suspiro y miró por la ventana-. En fin, ya nada de eso importa. Aunque, en mi opinión, le haces más daño ocultándole todo.
Bull quería disculparse, ¿pero de qué? Brock tenía un punto, todo el daño que ambos provocaron quedo, y era mejor para ambos dejarlo ahí y continuar con el plan.
Por otro lado, no podía imaginar al Colt del pasado llorar por él, ni siquiera podía pensar en un Colt tan sensible y miedoso antes del accidente. Pensó que toda esta actitud se debía a no encontrarse, a no saber qué era todo lo que estaba a su alrededor; en pocas palabras, le recordaba a él antes de llegar al pueblo, cómo le aterraba todo y solo buscaba algo o alguien con quien sentirse seguro.
-¿Quieres ver televisión? -dijo Brock tratando de aligerar el momento
-Sí -dijo, pensando que tal vez de esta sacaría al pelirrojo de su cabeza.
Ambos caminaron a la sala, Brock se acostó en el sillón y Bull tomó asiento en el piso como acostumbraba antes cuando debía esperar a Colt. Suspiró fastidiado, desde aquel momento de la playa, le costaba trabajo concentrarse en otra cosa que no fuera él y sus hermosos ojos verdes. Por más fuerte que resonara la voz del cuervo en su cabeza, no podía detenerse. Pensaba en el pasado, y como era posible que aquel pelirrojo orgulloso y narcisista que salía con él era el mismo que ahora le teme hasta al propio cactus. Le hubiera gustado conocer aquella faceta antes, tal vez así las cosas serían diferentes.
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Cegado por una Dalia Negra. [Hiatus]
FanficDónde Bull es obligado en enseñarle a Colt lo que paso antes del accidente.♡ =Una colaboración con DerErlkönig iniciada el 16 de Mayo.=