XXVI

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Los pies de Colt golpeaban conforme a la música que Frank había dejado para ambientar la espera de la famosa Rosa.

El aburrimiento lo mataba poco a poco, no encontró a su novio ni a su mejor amigo en toda la casa y Brock se había ofrecido para recoger a la festejada en el aeropuerto junto con Shelly, dejándolo solo con Barley, quien no le quería dar ni una cerveza.

-Sólo uno -rogó juntando sus manos-, ¿por favor?

-No, Colt -dijo el robot mientras secaba un vaso-, ten algo de paciencia.

-Pero seguro tardarán -se acercó al contrario-. Nadie se va a enterar -dijo en un susurro y con una sonrisa segura.

-¿Quieres algo de beber?

-Sí -respondió efusivamente.

-Bien -se agachó y sacó una botella con un líquido color ámbar y lo sirvió en el vaso que había estado secando.

-¡Gracias! -dijo, feliz de haber sido lo suficientemente persuasivo para hacer que Barley le diera lo que quería.

Caminó hacia un banco solitario para sentarse y observar sus alrededores, le dio un trago grande a su bebida e hizo una mueca de confusión al percatarse de que aquella bebida sabía más dulce que cualquier otro tipo de alcohol que hubiese probado y, de hecho, tenía demasiado sabor a manzana. Dirigió su mirada hacia donde estaba el robot con una gran confusión en sus ojos y Barley solo atinó a tomar la botella de la que le había servido y hacer una seña de brindis mientras parecía sonreír.

Colt frunció el ceño y se resignó a beber el jugo de manzana que, iluso, había tomado por alcohol mientras se paseaba por la casa sin nada que hacer mas que esperar. Al cabo de unos minutos, alguien llamó a la puerta y, algo atolondrado, el Primo corrió a abrir con una brillante sonrisa en su rostro y algo de sudor en su frente: eran los invitados. Tras la puerta, vio llegar a Bea junto con Sprout, en las manos de la chica había una maceta adornada con un moño morado, una bella planta de color verde con una flor rosa se hallaba plantada allí.

-Colt -escuchó la voz melodiosa de la pelirroja llamarle-, ¿cómo estás? -ella se acercó y lo abrazó amistosamente, dejando la planta en el suelo.

Sprout igualmente le saludó con su tono de voz robótico y se dirigió al jardín, donde Colt alcanzó a ver que el Primo le pedía ayuda para arreglar las flores de su jardín. El ruido del timbre no paraba de sonar y el anfitrión de aquella fiesta decidió que sería mejor quedarse parado en el marco, esperando que llegaran todos.

-Supongo que bien -respondió, dándole un trago a su jugo de manzana-, ¿tú?

-Excelente -dijo ella con un tono emocionado-, por fin vuelve Rosa -una gran sonrisa adornaba su rostro, resaltando sus pecas-. Mira, esto es para ella -señaló la planta que reposaba sobre el piso-, la cultivé yo misma, es una bromelia. No puedo esperar para verla de nuevo, verá cómo he llevado sus experimentos y seguro estará orgullosa. El cultivo de entoloma hochstetteri fue un éxito, seguro querrá experimentar con ellos, tienen un color muy llamativo, ¿sabes? Aún no estoy segura de para qué funcionan, pero -miró a su interlocutor, quien parecía estar enredándose con todo lo que le había dicho-... Perdón, no todo es sobre mí -rió nerviosamente-. ¿Dónde están tus amigos?

-Shelly y Brock fueron por Rosa -llevó su mano libre a su nuca y la rascó levemente-... en cuanto a Bull, no lo sé.

-¿Qué hay de tu memoria? -preguntó, inclinando ligeramente su cabeza- ¿Has recordado algo?

-Lo último que recordé fue el nombre de Brock -se encogió de hombros-... realmente nada más.

-¡Ah, joven Colt! -la voz de Mortis sonó tras de él y el vampiro colocó una mano en su hombro- ¿Dónde había estado?

Cegado por una Dalia Negra. [Hiatus] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora