WHO DO YOU LOVE? BOOK 1 // 5SOS

15

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El collar que había encontrado en la casa de Michael estaba en la mano de Celeste mientras ella estaba sentada en la orilla de su cama, llevaba un par de minutos observándolo para recordar donde lo había visto pero sin resultados. Se levantó y se quedó frente al espejo de cuerpo entero, llevaba su uniforme ya que estaba por salir hacia su trabajo. Abrió el pequeño broche de la cadena plateada y se la colgó en el cuello, la escondió debajo de su ropa.

-¡Cel! – Gritaron desde el primer piso, era Calum. Celeste miró el reloj que llevaba en su muñeca. Ya era tiempo de salir –

Tomó su abrigo, que estaba colgado en su lado del closet, bajo la escalera y se reunió con Calum quien estaba volviendo del lugar de la cocina después de dejarle comida y agua a Duke, el perro se encontraba durmiendo en uno de los sillones blancos a un lado de la ventana.

-Vamos – Le dijo Celeste sonriendo. –

Hoy ambos tenían la suerte de coincidir en el turno por lo que prefirieron ocupar un solo auto por lo que Calum manejaría hoy.

Ambos se subieron y Celeste prendió la radio, una canción de un grupo que no reconoció sonaba de fondo. Ella observó por unos momentos a su novio que estaba con una mirada completamente seria y fija en la ruta hacia el hospital, era algo completamente extraño ya que siempre que siempre que viajaban juntos, se iban cantando o conversando para distraerse antes de los largos turnos del hospital.

-¿Pasa algo? – Preguntó Celeste esperando que lo que fuera la molestia de Calum, no sea lo que había visto en la casa de Michael la noche anterior –

-Ya sabes que es – Respondió sin mirar a Celeste - Todavía no creo que haya sido porque a Luke se le perdió algo en la casa -

-Calum – Ella rodo los ojos – No pasó nada ya supéralo, te fuiste a dormir molesto por eso y sabes que lo odio – Celeste suavizo su voz y tomo la mano de Calum que estaba reposando sobre la parte superior de la pierna de él - Yo estoy bien y los chicos también – Le sonrió tratando de darle algo de seguridad y que olvidara el tema pero Celeste sabía que algo malo estaba sucediendo –

-Te amo – Se acercó a ella mientras el semáforo estaba en rojo y la beso –

Celeste le respondió con una sonrisa.

A los minutos llegaron al hospital, caminaron tomados de la mano hasta el ascensor. Una vez que llegaron al piso donde estaba la sala de descanso en el piso de Celeste, se despidieron antes de que Calum se dirigiera al ascensor para ir a su piso correspondiente.

Calum subió al ascensor hacia su piso y se sumergió en los pensamientos de su cabeza. Todo el asunto en la casa de Michael y Luke le parecía muy sospechoso pero si Celeste decía que todo estaba bien, debía creerle ¿no? El ascensor se abrió en su piso y fue a la sala de descanso que también había en su nivel, dejo su bolso en su locker y se colocó su bata blanca encima de su ropa. Debía chequear a los pacientes ya que era cambio de turno, se despidió de sus colegas que estaban en la sala y salió, iba de camino hacia el primer paciente cuando alguien llama su nombre, era su profesor. Una joven estaba a su lado, Calum la miró, llevaba su cabello rubio estaba tomado en una cola con cabello rubio, tenía unos ojos azules y sus labios tenían brillo ya que llevaba aplicado un sutil brillo labial. Ella le sonrió nerviosa.

-Te presento a la doctora Ross – Le dijo el profesor con voz solemne – Va a trabajar contigo en este piso y bueno, eres el único que está disponible para que le enseñes cómo funcionan las cosas aquí – Le explicó mientras se cruzaba de brazos – Y bueno, los dejo – Sin decir nada más, se alejó de ellos.

El profesor caminó hacia el ascensor seguramente para ir a ver a sus pacientes en el sector VIP del hospital donde generalmente llegaban famosos quienes con sus enormes cantidades de dinero ocupaban las mejores habitaciones del centro de salud. La nueva doctora se quedó en silencio por unos minutos algo incomodos a Calum no le simpatizaba mucho la idea, ya tenía que lidiar con Lewis y su competitividad más cuando ya había logrado subir un par de peldaños sobre ella, ahora venía otra persona, solo significaba más competencia para él. Calum se llevó la mano a su nuca y se la rasco, incomodo.