Capítulo 39

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—Los escuché por la radio, Abernathy dejó pasar otros dos camiones grandes por orden de Welch. —dice Ethan.

—¿Entonces Abernathy ya está en esto también? Es el capitán de los azules, ¿Cómo puede permitirlo? —Leila cuestiona con preocupación.

—Es el jefe, nadie irá contra él, ¿Verdad, Christian?... ¿Christian?

Luke golpea el puto escritorio haciéndome saltar en mi silla por la sorpresa. Los he escuchado hablar del tema los últimos minutos y lo único en lo que puedo pensar es en lo pronto que Ana estará patrullando las calles.

—Estoy pensando, idiota. —le gruño—. Vamos a tener qué tomar turnos para investigar esta mierda sin decirle a nadie. Si alguien pregunta, seguimos trabajando en el robo a la tienda de licores de la semana pasada. Leila, quédate. Luke y yo tomaremos el primer turno para vigilar.

La hago una seña a mi amigo idiota para que me siga mientras Ethan ingresa la información recabada del último robo, la coartada perfecta para movernos sin llamar la atención.

—¿Ahora qué te pasa? ¿Por qué tienes la cabeza en el culo?

Le lanzo una mirada de fastidio antes de destrabar los seguros y subir al auto, Luke y su jodida habilidad para sacarme de mis casillas con solo mirarlo.

—Estaba pensando, ¿Cuántas personas más estarán implicadas? ¿En quien podemos confiar y en quien no?

—Es obvio que no en Welch, o Abernathy o el jodido hombre de Asuntos Internos. Hermano, creo que somos los únicos buenos que quedan. —sonríe como si fuera el puto Batman.

—No, debe haber más elementos que no estén de acuerdo con esto, tal vez han visto más cosas...

—¿Qué hay de tu novia?

—¿Qué hay con ella?

—Se va a graduar de la academia pronto y será una azulita en una patrulla, estará en el fondo de la cadena alimenticia policial comprando café y donas. Seguro ella escucha algo.

—No. Ni lo pienses, ella no va a involucrarse en esto, es demasiado peligroso.

—¿Y prefieres arriesgarme a mi? —chilla ofendido—. ¿A tu mejor amigo?

—¡Es tu trabajo! Contrariamente a lo que todo mundo piensa, estás en esta unidad porque tienes las habilidades necesarias, no porque seas mi amigo.

—Soy reemplazable, es todo lo que escucho de ti. —sus cejas se fruncen en un puchero—. Creí que yo era importante para ti.

Dejo caer la cabeza contra el volante cuando me detengo en el semáforo. Estamos cerca del retén de la policía sobre la carretera donde más vehículos sospechosos han sido detenidos.

—¡Haces un jodido drama por todo! —gruño mientras estaciono.

—¡Eres un insensible! —abre la puerta y baja del auto—. ¡Terminamos!

Mierda. Los tres azules en el retén nos miran con curiosidad y grandes sonrisas en sus jodidos rostros.

Puto Luke. Estoy seguro de que lo hace a propósito.

Camina hacia ellos con la placa de detective brillando en su pecho y le permito que se aleje a entablar la conversación antes de que decida arrojarlo a los autos.

—Caballeros. —los saluda—. ¿Les importa si nos quedamos un rato a mirar?

—¿Qué estás buscando aquí, Ken? ¿O eres la Barbie?

Gruño fastidiado ahora por las insinuaciones de los azules y la estúpida habilidad de Sawyer de complicarlo todo.

—No seas envidioso, Patrick. ¿Es mi culpa que seas feo? —Luke palmea su pecho—. Si quieres puedo presentarte a alguien con expectativas bajas.

Le guiña el ojo y otro de los azules se une a la jodida discusión.

—¿Le vas a presentar a tu mamá?

—No. A la tuya porque quería una mascota.

Saldaña deja de reír por la broma de Luke y el ambiente se tensa al instante, así que decido intervenir antes de que Sawyer termine en urgencias con la nariz rota... Otra vez.

—Estamos buscando un cargamento con alcohol adulterado. —miento— ¿Han visto alguno por aquí?

—No, Grey. Nada sospechoso aún.

—¿Les importa si me quedo un rato a mirar?

—Solo controla a tu novia. —Patrick señala a Sawyer con la cabeza—. No queremos problemas.

—¿Su novia? —el puto Luke sigue bromeando—. Ya quisiera cualquiera de ustedes tener suerte conmigo, pero no soy fan de las salchichas.

Estiro el brazo de Sawyer para que se aleje de ellos antes de que seamos echados de aquí. Nuestros privilegios están por encima de los de ellos, pero no somos bien aceptados por el resto de los policías.

—Cierra la puta boca y vigila. —señalo hacia la autopista—. Gracias a Dios no mencionaste a Ana.

—Iba a hacerlo pero recordé que quieres creer que es un secreto, ¿Cómo crees que vas a actuar cuando ella sea asignada a una patrulla?

—Me preocuparé cuando llegue el momento.

Regreso a dónde los azules están parados inspeccionando trailers y camiones de carga para echar un vistazo, pero no dejo de pensar en lo que dijo Luke. Las calles son peligrosas y Ana inexperta, ¿Qué si le pasa algo?

*Cerecita, ¿Qué harás esta tarde?*

Al cabo de unos minutos ella responde.

*Nada importante, ¿Qué tienes en mente?*

*Te llevaré al campo de tiro, quiero saber qué tan buena es tu puntería.*

*¿De verdad? ¡Suena genial! Espera, ¿Eso es algún código para sexo?*

*No, a menos que quieras.*

*Si quiero.*

*Te veré más tarde.*

Guardo el móvil en el bolsillo cuando un camión es detenido al azar y sé que es importante cuando el chofer desciende sudando de nervios.

—Registro y licencia. —Patrick es el primero en hablarle.

Mientras el chofer entrega los documentos, Saldaña va a la parte posterior para abrir la caja para una inspección rápida. Le dedica una mirada rápida al azul que habla por el radio.

Me acerco lentamente a Saldaña para echar un vistazo.

—¿Qué lleva? ¿Electrodomésticos?

—Parece que si. —él intenta cerrar las puertas de nuevo pero lo veo.

Cajas de madera largas extendidas a ambos lados marcadas como "Cristal Frágil". Nadie debería manejar así si lleva objetos tan delicados, definitivamente es algo más.

—¿Te ayudo a revisar?

Intento subir al camión, pero Patrick ya está detrás de mí haciendo una seña a Saldaña.

—Todo en orden, apártense para que se vaya.

No lo cuestiono y retrocedo, mirando hacia otro lado cuando el camión retoma la autopista hacia el norte. Cuando los azules vuelven a su puesto, regreso al auto con Luke.

—¿Lo anotaste?

—Número de placa y unidad, ¿Qué quieres hacer?

—Quiero saber cuántas veces ese camión entra a Seattle y dónde descarga.

—Eso significa seguirlo. Le avisaré a Ethan y Leila para que estén alerta.

Obsesión (Mío #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora