Capítulo 59

3.3K 437 51
                                    

—¿Se lo dijiste?

—No.

—¿Por qué no?

—Porque no, Luke. —gruño.

—Ella tiene que saber, no es algo que puedas ocultar para siempre.

Mierda, tiene razón. Termino de atar el nudo de la corbata gris y me pongo el saco del traje.

—¿De quién fue la idea del traje blanco?

—Mía. —sonríe, llevando un traje igual al mío—. Me veo bien en colores claros.

—Jodidamente genial.

Lo ignoro y salgo del estudio de mi padre para ir a buscar a Ana, que debe estar en mi habitación alistándose. Golpeo la puerta y espero sabiendo lo que me dirán.

—Christian. —Grace usa su tono de advertencia—. No puedes ver a Ana aún, vuelve abajo.

—Necesito hablar con ella, es importante.

Duda un momento antes de asentir y abrir más la puerta para que ella y la madre de Luke salgan de la habitación.

—¿Nena?

—¿Qué haces aquí? —sonríe cuando gira para mirarme—. ¿No podías esperar para verme?

—No, pero estoy aquí por otra razón. Ven conmigo.

Extiendo la mano para que la tome y nos acomodo a ambos en el borde de la cama, sosteniendo su pequeña mano en las mías como haré todos los días de mi vida.

—Christian, estás asustándome.

Ella me mira con confusión cuando no hablo.

—Leila llamó hace una hora. Encontraron a tu padre muerto en su celda.

—¡No! —chilla y se cubre el rostro con las manos.

Acaricio su espalda con cuidado y ella baja las manos para mirarme con lágrimas escurriendo por sus mejillas.

—Aparentemente se colgó pero no están seguros.

—¿Crees que lo mataron?

—No lo sé. —exhalo—. Tu papá estaba involucrado con personas peligrosas, Cerecita. No me sorprendería que ellos lo quisieran fuera para no delatarlos.

—Dios mío. —se limpia con el dorso de la mano—. ¿Elliot estará bien? ¿Y Elena y Kate?

—Espero que si. No creo que esos hombres vayan detrás de tu familia.

—¿Yo estoy a salvo?

—Por supuesto que sí. —le doy una pequeña sonrisa—. A partir de hoy eres una Grey, nada de Wilks o Steele que puedan rastrear... A menos que quieras posponer la boda. Lo entenderé.

—No.

Se levanta de la cama alisando la falda corta de su vestido que ahora puedo apreciar con claridad. Un hermoso vestido blanco y encaje que se ajusta a cada una de sus curvas y sus hombros descubiertos.

—Quiero casarme contigo hoy, tu familia está aquí y nada arruinará esto para nosotros. Si, estoy triste por mi papá, pero no hay nada que yo pueda hacer por él.

—Nos encargaremos cuando estemos de vuelta, nena. Estoy contigo apoyándote.

—Lo sé. —se acerca y me pongo de pie para abrazarla—. Tengo tanta suerte de tenerte y estoy feliz de que esto acabe porque así podemos pensar en el futuro.

Beso su frente y la abrazo con fuerza. No sé qué decir para reconfortarla, no puedo imaginarme lo que significa perder a un padre aunque una mínima parte de mi respira en paz sabiendo que Steele no estará para entrometerse en nuestra relación.

—Entonces hagamos esto, nena. Te haré mi esposa hoy, pase lo que pase.

—Entendido. —asiente e intenta limpiar su maquillaje—. ¿Me das un momento a solas?

—Por supuesto. Te espero abajo cuando estés lista.

Salgo de la habitación y bajo las escaleras hasta la sala donde todos están reunidos, por sus expresiones tristes asumo que Luke les contó lo de Steele.

—¿Cómo está ella? —pregunta Grace con ojos llorosos.

—Triste, pero bien. —mi ceño se frunce en confusión—. No lo sé, pero quiere continuar con la boda, solo necesita unos minutos.

Tomo asiento junto a ellos y todos esperamos por Ana, los minutos pasan lentamente y comienzo a preguntarme si fue buena idea dejarla sola.

—Creo que debería ver si está bien. —me levanto del sofá.

—Yo debería ir. —Grace se limpia las lágrimas.

—Tal vez yo pueda... —papá también se pone de pie.

—Carri, cariño. —mamá le toca la mano—. No creo que Ana esté lista para una charla paternal.

Dejamos de hablar cuando los pasos de Ana se escuchan en la escalera y la observamos aparecer con el pequeño ramo de rosas blancas en sus manos.

—Estoy lista.

—Nena, ¿segura?

—Tan segura como que nuestro primer bebé se llamará Raymond.

—Mierda. —susurra Luke, ganándose un golpe de su madre.

—De verdad tengo que dejar de hacer esa pregunta. —le sonrío—. Y confiar en que sabes lo que haces.

—Ya lo entiendes. Bien. —me besa en la mejilla y toma mi mano—. Siento hacerlos esperar, pero ya podemos continuar.

Y así todos vuelven a sus puestos, incluso la jueza amiga de Grace se dirige al patio trasero para la ceremonia seguida de los demás. Es una celebración pequeña para siete personas con un catering de lujo y algunos músicos tocando sus instrumentos.

Me pongo al frente y todos esperamos para ver a Ana caminar hacia mi con su hermoso vestido y su brillante sonrisa hasta alcanzar mi mano.

—Estamos aquí reunidos para celebrar la unión de Christian y Anastasia en santo matrimonio...

Lo único que hago durante la ceremonia es sostener las manos de Ana mientras la jueza habla, llegando a la parte de los votos.

—¿Christian? —me mira.

—Si, yo... No preparé nada pero quiero decir unas palabras. —carraspeo un poco para aclarar la garganta—. Ana, prometo cuidarte, amarte y protegerte siempre porque conocerte fue lo mejor que me pasó en la vida.

Ni siquiera tengo que mirar para saber que Grace y la señora Sawyer están llorando lágrimas de felicidad.

—Christian, te he amado desde la primera vez que te vi y sabía que era mi destino estar contigo. Porque te amo, te cuidaré y te protegeré todos los días por el resto de mi vida.

Miro sus brillantes ojos azules y sé que es cierto, así que giro hacia Luke con la mano extendida para que me entregue las alianzas.

—¿Qué?

—¿Cómo qué, idiota? Los anillos.

—Ay, mierda. Si, aquí están.

Los saca del bolsillo y toma la mano de Ana que yo estaba sosteniendo.

—Muy gracioso. —tomo el anillo y golpeo su mano antes de que lo deslice en su dedo—. Este anillo es la prueba de mi amor y mi fidelidad hacia ti.

Ana toma el otro anillo de la mano de Luke y frunce el ceño hasta que mi amigo retrocede hacia la silla donde espera su madre.

—Este anillo es la prueba de mi amor y mi fidelidad a ti, Christian.

—Con eso yo los declaro marido y mujer. Felicidades, señor y señora Grey.

Obsesión (Mío #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora