Capítulo 49

3K 415 63
                                    

—¿Colocaron el micrófono en la oficina de Welch? —pregunto mirando a mi equipo.

—Si, jefe. Will está revisando las grabaciones en este momento. —Lay señala al chico.

—¿Y ya tenemos alguna novedad? ¿Algo interesante?

—Aún no, jefe Grey. Nada en concreto pero si he notado que llama mucho a alguien para avisarle dónde están lo retenes de la policía.

Eso llama mi atención, ¿Será Taylor? ¿Steele? ¿O está involucrado con más personas de las que creí?

—Bien, entonces sigue revisando, con suerte se le escapa algún nombre o apodo. ¿Listos para la vigilancia?

—Si, Abernathy y yo volvemos al almacén con cámaras por si reciben otro envío. Teniendo fotos podríamos solicitar una orden de cateo. —Leila dice optimista.

—Tendrán que ser muy buenas fotos porque tendremos qué ir a espaldas de Welch para conseguir la autorización del juez. Tengan cuidado.

Williams y Abernathy salen de nuestro piso, dejando a Will y Ana trabajando sobre las pistas que tenemos hasta ahora, ninguna concluyente.

Un par de horas después, Leila reporta la llegada de más hombres a la bodega de descarga por lo que un cargamento podría estar cerca.

—¿Ellos están armados? —le pregunto.

—No es claro pero podría asegurarlo. Si están recibiendo armas de alto calibre es obvio que se quedarán con algunas.

—Sean precavidos, no necesito ningún maldito héroe muerto.

Nos quedamos en silencio pensando en Luke e Ethan, ambos aún en el hospital y fuera de peligro pero haciéndonos falta.

—Entendido, jefe.

Guardo el móvil en el bolsillo y miro mi reloj, es la hora de irnos y me gustaría hacer una visita rápida a mi mejor amigo.

—Debemos estar atentos a las notificaciones de Leila y Jess pero podemos terminar aquí por hoy. Voy a ir al hospital a ver a Luke. —digo lo último mirando a Ana.

—Claro, salúdalo de mi parte. Will, ¿Te llevo?

—¿Tienes auto? —pregunto sorprendido. Yo pedí prestado al auto de Luke por algunos días.

—Llamaré a Fred, nos llevará a Will y a mí. —Ana me recuerda al maldito chofer.

—Bien. Te veo en un rato más.

Salimos del edificio y los veo subir al auto negro antes de dirigirme al hospital. Dejo el saco y la corbata en el asiento, sintiendo el fastidio del caso no resuelto.

—Hey, Luke. —saludo cuando entro—. ¿Dónde está tu mamá?

—No debe tardar en regresar. Viejo, ¿Cuándo me van a dar de alta? Moriré de aburrimiento sin internet o Netflix.

—Sé honesto, idiota. Extrañas tu porno.

—Ay, tenías que recordármelo. —presiona la mano contra su pecho—. ¡Me estoy perdiendo las novedades! ¡Moriré de abstinencia! Y mis pelotas van a explotar de tanto...

— ¡Luke Sawyer! —grita su mamá desde la puerta abierta—. ¡Pareces un perro en celo! Ve a darte un baño con agua fría, muchacho grosero.

—Mierda. —susurra.

—Buenas tardes, señora Sawyer.

—Christian hijo, ¿Cómo estás? —ella me abraza fuerte.

—¿Cómo podría estar el bastardo suertudo? Tiene una noviecita sexy que se lanza a sus brazos en cada oportunidad que tiene. —se queja.

Obsesión (Mío #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora