No es hacer el amor, es tener sexo

C A P I T U L O 26

***

Aiden.

Relajo mis hombros y dejo de conducir, el auto para delante una cafetería, abro la ventana y el frío aire de la noche se adentra en el vehículo, con todo el cansancio del mundo bajo del auto y me adentro en la cafetería, el sonido de la campana llama la atención de todos, tomo asiento en una de la mesas más cercanas.

—¿Algo para beber?— preguta el camarero.

—Chocolate caliente.

El chico asiente y se aleja, después de unos minutos se acerca con el pedido. Mientras consumo el líquido caliente, mi vista cae en el gran cristal transparente, a través de el, me observa una pequeña niña; su rostro lleno de mugre y su ropa sucia y rota. Veo mi chocolate y no dudo en dejar dinero y salir de allí. La niña recorre mis movimientos con sus oscuros ojos, me detengo frente a ella y me pongo de rodillas, le sonrió y le ofresco el chocolate caliente. Ella me sonríe y en medio de la calle se sienta, yo hago lo mismo, descanso mis brazos en mis piernas.

—La vida es tan irónica— la dulce voz de la niña capta mi atención, frunzo ceño por sus palabras —. Ella también está asustada.

—¿Que?

—Se muchas cosas de ti, aiden— no me permitió abrir la boca, tampoco tenía palabras para eso—. Alejate de grettel, dudo que desees la muerte— la voz dulce que al principio creí escuchar se esfumó. Y junto con ella la niña de oscuros ojos.

***

Con las manos un poco sudadas conduzco sin un rumbo fijo, sin tener idea donde estaré ni a dónde ire. Solo quiero pensar, sigo lastimandola y está vez, dudo que me perdone.

Creí olvidarla, creí que todo ese amor se iba a ir a la mierda pero era mentira, yo en realidad era el que me iba ir si seguía lastimandola, ella no hacía nada a su defensa. La buscaba y estaba allí para mí. En cambio yo, la menospreciaba con la escusa del matrimonio, cuando por dentro tenía ganas de ir a buscarla y decirle que la amo.

Por otro lado estaba lo de la niña, se me pasó muchas cosas por la cabeza cuando desapareció, creí que eso era producto de mi imaginación, pero no. Ella era real. Y detrás de sus palabras había algo más que una advertencia, era como un consejo.

Detengo el auto y dejo caer mi cabeza en mis brazos. Tengo miedo.

***
Holis, espero que les guste.
Se que es demasiado de corto, pero estoy ocupada, para la próxima de semana será mejor.

Capítulo editado.

Ig: yessss2_