No es hacer el amor, es tener sexo

E X T R A S #3

5 meses después.

—Viviré el tiempo que sea necesario para salvarte— susurré a mi enorme panza, mi mirada viajo a el espejo mientras ladeó la cabeza, mi mente parace dar un giro, y mis ojos apuntan a la panza.

Depronto un enojo me atacó y sin darme cuenta clave mis uñas en mi vientre, solo sentí el ardor y le sonreí al reflejo.

Pestañe sin entender, y cuando baje la mirada solo vi como marcas de rasguños en mi enorme barriga, con los ojos llorosos mire al espejo y Vi como el reflejo me sonreía.

—¡No!— trate de moverme pero una fuerza me impidió—. ¡No por favor!

—Grettel, ¿Que pasa?— Wen entro a la habitación, trato de levantarme pero fue un caso perdido pareció que mi cuerpo estuviera pegado al suelo—. ¿Por qué no puedo levantarte?

—Ella quiere que mate a mi hijo— señale el espejo temblando y sintiendo como el pánico se apoderaba de mi.

—¿Quién grettel?— no contesté, solo veía el reflejo sonriéndome —. Grettel por favor, ¿Quién grettel? ¿Victoria?

—¡Victoria!— reaccione—. Victoria quiere matarme— tome a Wen de su camisa y la acerque a mi —. Ella asesino a Aiden y ahora quiere acabar con mi hijo, no permitas eso, wen por favor.

—Grettel tranquila, no pasará nada victoria no está en el país.

—Ella volverá, ella prometió que lo haría— balbuceó—. Ella acabará conmigo, ella lo dijo.

—Grettel tranquila— wen me abrazo y sobó mi espalda —. Te traeré agua, no te muevas.

Asentí y en medio de mi habitación, sentí una fría mano en mi espalda, temblé por miedo y una corriente fría azotó mi cuerpo. Trague saliva y levanté mi vista, Victoria me miraba a través del espejo con una gran sonrisa, sus ojos verdes se veían más brillantes y su luminoso cabello rubio caía en ondas.

Su ancha sonrisa se extendió y más cuando señaló mi vientre. Sentí sus susurros en mi oido, sentí como me decía que le hiciera daño a mi bebé, sentí como decía que lo dañará. Y en medio de la imnosis golpeé mi estómago, un dolor punzante me atacó.

Hazlo de nuevo.

Obedecí y golpeé nuevamente mi estómago, mi cuerpo parecía ser dirigido por alguien, cuando le di el último golpe una parte en mi interior explotó, sentí como la sangre salió de mi.

—¿Grettel que haces?— la voz de Wen llegó a mi y nuevamente golpeé mi barriga —. ¡Grettel no!

De allí todo se torno oscuro.

(...)

—¿Creé que está bien?

—Lo que acaba de hacer es tentar contra su propio hijo.

—¿Sabe usted por qué?

—Parece tener un trauma, le recomiendo enviarla a tratamiento.

—¿Es necesario?

—Claro jóven, ella parece ni tener un gusto con su hijo.

—¿Cómo está la niña?

—Nacio bien, pero casi muere la madre.

—¿Cuando va a despertar?

—Hay que esperar que la anestesia disminuya.

Me removí en medio de aquel duro colchón, terminé quejándome por las duras punzadas en mi interior.

—Duele— me quejé, toque mi panza y no encontré el bulto—. ¿Dónde está mi bebé?

El doctor se acercó a mi e intento calmarme pero negué y terminé gritando, wen también se acercó.

—Calma grettel.

—Wen no, ¿Dónde está Maite?— trate de levantarme pero el dolor punzante me atacó.

Me retorcía del dolor y solo escuchaba los gritos por parte de los demás, no podía escuchar más nada solo sentía como el dolor me palpitaba.

—Señor aquí está la bebé— esas palabras fueron suficientes para que el dolor cesará, abrí mis ojos y solo noté a una mujer con una niña.

Ella se acercó a mi con la intención de entregarmela, el doctor perplejo me miró y termino negando, pero tarde ya tenía la niña en mis brazos. Le dedique una macabra sonrisa, y noté como sus ojos negros me miraron, su manito acarició mi mejilla y no pude reprimir el enojo.

—¡Por tú culpa el murió!— le grite a la niña, sus ojos empezaron a cristalizarse —. ¡Te odio tanto!

De allí solo la dejo caer la piso, un fuerte llanto se escuchó, cerré mis ojos y jale de mi cabello desesperada por el llanto.

—¿Que acabas de hacer?— Wen me tocó pero negué, no quería nadie.

La niña lloraba en los brazos de Wen y solo veía la sangre caer de alguna parte. El doctor la tomo en sus brazos y se la llevó.

—¡Eso! ¡Saquen a esa hija del demonio!

—Grettel...

Los ojos llorosos de Wen me miraron triste y decepcionados, no entendí el porque, pero sentí odio por ella también. De allí solo aparecieron unos hombres; tomaron la camilla y me empujaban hacia la puerta, traté de negarme pero aún así ellos me llevaba sujetada, me bajaron de la camilla y sentaron en una silla de ruedas.

—¡¿Que hacen?!— miré a Wen buscando una explicación —¡¿Wen?!

Sus ojos llorosos dejaron de mirarme, su mirada se perdió en algún lugar de la habitación. Grité por varios minutos mientras me trasladaban a alguna habitación.

—¿Que me hacen idiotas?

—Señorita grettel, comportese— un hombre se cruzó de brazos—. ¿Ya sabrá por qué está aquí?

—¡Suelteme!

—Usted será trasladada a un hospital.

—¿Hospital?— sonreí sin entender —. Estamos en uno.

—Un hospital psiquiátrico.

••••

Hola gente, ¿Como están? Esté es el último extra así que disfrútenlo cómo dije que cuando corrija todo el libro será publicado la trilogía. Les aviso que no solo Maite narrará si no Richard, y la historia no será siempre la vida de Maite, abra misterio, drama, algunas cosas que otras y sobretodo sexo.

Espero que les guste los amo.