***
Las lágrimas inundaron mis ojos cuando mis pies tocaron la madera vieja de mi habitación.
El recuerdo de sus ojos azules viéndome con rencor se repetía cada instante en mi cabeza.
Ella había sido todo para mí, pocos eran sus recuerdos, pero buenos siempre mi mente los proyectaba.
Victoria; recordar su nombre fue doloroso, pero aún más lo fue verla frente a mi, con una mirada desafiante y llena de irá.
Dos toques en la puerta fueron suficientes para dejar mi trance, levanté la vista y wen solo me sonreía.
Se acercó a mi y me dió un cálido abrazo, ella era mi única familia.
—Todo saldrá bien—sus palabras fueron alivio para mí dolor.
Negué.
—Era ella...—gemi.
Acarició mi cabello.
—No importa, solo deja ese maldito bar...
—¡No!—grité y wen dió un paso hacia atrás asustada—. No puedo—continue—. Es lo único que tengo.
Ella negó y se volvió a acercar a mi.
—Me tienes a mi—su voz era dulce—. Ademas nunca te agrado el trabajo— me dedicó una sonrisa.
—Es diferente.
—Grettel—sus palabras salieron firmes pero sin hacerme sentir mal. Levanté la vista y con la mirada le indique que continuará—. Si no te gusta lo que haces, ¿Porque lo sigues haciendo?.
Suspiré.
—Porqué, soy esto—me señale—. Una prostituta, alguien que no encaja con los demás—baje la mirada—. Esto es lo que soy.
Por unos segundos me di cuenta, que en realidad mi vida no tenía solución, era un fracasó.
—No, Puedes conseguir algo más que ser una prostituta.
Negué con una sonrisa triste.
—No puedo—susurré—. Mirame y mira nuestro alrededor, no puedo conseguir el dinero suficiente para alquilar un piso mejor—señale nuestro alrededor—. Es lo único que puedo alcanzar; tener un piso de mierda.
Entre abrió su boca, pero cuando iba pronunciar la primera palabra el timbre la interrumpió.
Mire a wen y ella acepto, me levanté y dirigí mi cuerpo hacía la puerta, las manos me sudaban, existía la posibilidad que detrás de esa puerta este aiden, estaba esperanzada, cierta parte de mi corazón lo estaba.
Tomé el pomo y lo giré, un enorme cuerpo callo sobre mi, y de el salió una gran cantidad de sangré.
Lo sujete y miré hacía todas partes buscando el causante o alguna señal.
Mierda.
Corrí el cuerpo hacía dentro.
—¡Wen!—grité.
—Te juro que si es aiden lo arrastró...—sus palabras se atascaron cuando me vio jalar del cuerpo—. ¡Mierda, grettel!
Corrió hacía mí y me ayudó, a subirlo al sofá.
Retiré sus oscuras melenas, que impedían la visión.
—Ese no es...—wen empezó.
—El señor Rosser...
•••
Cham Cham Cham, jajaja.
Mucho dolor y Misterio, ¿Que creen que pasará después eh?Bienvenidos.
Mi insta: yessss2_
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No es hacer el amor, es tener sexo
Fiksi Remaja[ Terminada y Editando] «Detrás del placer posiblemente exista el amor, pero no confíes en que el sexo es lo mismo que hacer el amor». --- UNA HERMOSA PORTADA HECHA POR : LIZ