No es hacer el amor, es tener sexo

C A P I T U L O 29

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Grettel.

Hablemos del amor, yo era quien sacrificaba todo, y tal vez el también lo hizo alguna vez. Pero sabemos que la realidad nos golpea fuerte y más cuando te sientes débil.

Aiden reposaba en mi pecho, sus mechones regados en mi piel desnuda, sus brazos añadidos a mi cintura. Su respiración pasiva se juntaba con la mía, ¿Podría ser más perfecto? Pues no. Mañana sería su boda y lo que creí que era una linda historia de amor, se convertirá en un doloroso recuerdo cuando el diga "si".

Perdí la posibilidad de amar, porque victoria me había arrebatado todo. Se había ido dejándome sola, me quito a mi padre y terminé huérfana y convirtiéndome en una prostituta para poder comer. La sociedad se dedicó a etiquetarlas, a juzgarlas, pero nadie dedicó su tiempo a preguntarse ¿Por qué lo son? Porque son prostitutas no tienen derecho a enamorarse, porque son prostitutas no deben trabajar, porque son prostitutas no pueden juntarse con la demás sociedad. ¿Que hay de los sentimientos? Porque lo sea no quiere decir que su corazón no sienta, porque tienes necesidad no quiere decir que te puedes aguantar tal humillación. El odio te lleva a muchas cosas, hasta a la muerte.

Porque el dolor te vuelve rencoroso, porque el dolor te daña, porque el dolor te cambia, porque el dolor te vuelve mierda.

Las oportunidades nunca serán eternas y rara la vez que te aparece dos. Dolió y los recuerdes duelen, los recuerdos pesan cuando no los libero.

Morí en el intento de liberarlos, morí en el intento de no conservarlos, morí en el intento de no sufrir, morí en el intento de vivir.

Perdí todo, y ahora solo me queda el, quien se irá como lo hacen cuando llegan a mi. Duele como el infierno, pero ya el dolor hace parte de mi. Y yo simplemente dejaré ir. Porque todo no es para siempre y el en algún momento se iba a ir, y es mejor liberar a esperar a que decidan  quedarse.

Y nunca hicimos el amor, porque su hubiera Sido así, el no se fuera.

Porque no es hacer el amor, es tener sexo.

—¿En qué piensas?—la ronca voz de Aiden me ayudó a salir de mis pensamientos.

—En que mañana te casarás— el simplemente dejo de mirarme, y allí comprendí que por más que desee no habrá una segunda oportunidad, que ya la decisión está tomada y el no la abandonará.

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Hola, me disculpan por lo tarde, además eso fue triste, si les dolió lo que dijo aiden no se imaginan esto.

Los amo.

Gracias por acompañarme, pronto conocerán el final.