8

58 9 5
                                    

Ni bien puso un pie en su departamento, se desplomo en su cama, sonriente.

Aquel fin de semana habia sido alucinante, estar con Dylan simplemente era increible, por primera vez en mucho tiempo se habia sentido libre de actuar como era realmente.

Estaba a punto de llamarlo por telefono cuando escucho la puerta principal abrirse, probablemente seria su madre o su ama de llaves.

—Tyler! Mi amor! Ya llegue!— se incorporo en la cama, sobresaltado.

Se suponia que Stephanie no volveria hasta el lunes.

Salio de su habitacion, encontrandose a la sonriente rubia en la sala de estar —Steph! Que sorpresa! Pero ¿No se supone que volverias el lunes?—.

—Lo se, pero termine la sesion de fotos antes y decidi adelantar mi vuelo. ¿Que tal el trabajo?— Stephanie comenzo a dejar sus maletas.

—Bien. Algo complicado pero bien—.

Hacia dos años que salia con Stephanie, la rubia era modelo y se habian conocido gracias a un cliente, pero su amor por ella se habia acabado tan pronto como habia empezado.

Sonaba cruel pero solo estaba con ella por costumbre y por sus padres, Steph era una gran persona y mentiria si dijera que no le agradaba, incluso la queria pero no podia verla mas alla que como a una amiga.

Le dolia mentirle asi a Stephanie y a Dylan, pero tampoco queria que su mundo se desmoronara, sonaba egoista y patetico pero probablemente su padre lo desheredaria si se enteraba que en realidad le gustaban los chicos.

—Oye ¿Te encuentras bien Ty?— Steph acaricio su mejilla, sacandolo de su ensimismamiento.

—Si, solo estoy algo cansado. Demasiado trabajo—.

—¿Quieres ordenar algo para comer? Si estas cansado no es necesario que cocines— ofrecio la rubia.

—Oh si, me parece una genial idea—.

Pidieron comida china, Stephanie no era como el resto de las modelos, si, era muy hermosa, esbelta, rubia, tenia unos ojos verdes que dejarian deslumbrado a cualquier persona, pero su personalidad era lo que mas destacaba y lo que mas le habia gustado de ella.

Su sencillez, su humildad, su sinceridad y su permanente buen humor.

La queria, pero no la amaba.

De hecho, pensando mas a fondo, jamas le habia gustado otra persona y siempre habia sentido una extraña atraccion por Dylan, desde la preparatoria que lo encontraba interesante, y ahora que era un adulto podia entenderlo mejor.

Dylan le gustaba y siempre le habia gustado, solo que nunca se habia tomado el trabajo de cuestionarse o preguntarse a si mismo por aquellos sentimientos.

Ahora era diferente.

Cenaron en un extraño silencio hasta que se decidio a romperlo.

—¿Cuanto tiempo vas a quedarte hasta la proxima sesion?— no era que no la quisiera alli, pero en esos momentos deseaba llamar y ver a Dylan.

—Probablemente hasta el jueves, el viernes tengo que viajar a Japon y no se cuanto tiempo me quedare ¿porque?— Steph se habia atado el cabello y estaba masacrando ansiosamente su chao fan.

Por su trabajo Stephanie viajaba por todo el pais y por todo el mundo, y era por eso que pasaban muy poco tiempo juntos. A veces se veian solo unos pocos dias al mes, pero para èl no era una molestia.

Luego de cenar, fueron a acostarse, se quedo dormido con la certeza y la desilusion de que esa semana no podria hablar ni verse con Dylan.

La lluvia caia copiosamente sobre la ciudad, los dias como esos le traian nostalgia y tristeza, le hacian recordar una epoca mas feliz.

Be My ForeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora