Y se encontró con la última persona que se habría imaginado.
«¿Por qué?»
______ estaba de pie en el pasillo, apoyada discretamente contra la pared sin ocultar que lo estaba esperando.
—¿Te encuentras bien, MacMurray?
«No y no me preguntes por qué. Quédate aquí, cerca de mí, así puedo respirar.» ¡Pero qué estaba diciendo!
—Vaya, debo de tener peor aspecto del que creía, si incluso Pantalones de Acero está preocupada por mí —contestó, sarcástico.
_____ apretó la mandíbula y no se dejó amedrentar.
—Apenas has comido nada y estás bebiendo como si no existiese un mañana —señaló ella jugando con el collar—. Ni siquiera has probado el pastel de chocolate.
—No tengo hambre —respondió él metiéndose las manos en los bolsillos para contener la tentación de deslizar los dedos por las perlas rosadas—. ¿No deberías estar vigilando a D.Oman?
—D.O está bien. Tú no pareces estarlo tanto. Tendrías que irte a casa y dormir un poco. —Se acercó a él y le puso una mano en la frente—. Estás ardiendo.
A Kai de repente dejaron de funcionarle los pulmones y se le cerró la garganta. ¿Fiebre? A juzgar por la reacción de su cuerpo estaba a punto de tener un infarto. Notaba la mano de _____ quemándole la frente, el collar de ella rozándole la camisa. ¿Cómo era eso posible? Se apartó furioso.
—¿Tan desesperada estas por casarte con D.O que incluso estás
dispuesta a fingir que somos amigos?
_____ cerró los dedos de la mano y giró levemente el rostro. Kai creyó ver que le temblaba el mentón y le brillaban los ojos, pero cuando ella volvió a mirarlo volvían a estar completamente nítidos.
—No estoy desesperada por casarme con D.O, pero te aseguro que nos casaremos en la fecha señalada. Lamento haberme interesado por ti, no volverá a suceder —le dijo como si fuese una señorita del siglo XVIII—. Espero que pases una buena noche, MacMurray.
—Eso haré, _____. Seguro que a Kelly no le importará jugar a los médicos conmigo.
—Seguro —replicó ella por encima del hombro.
____ se alejó de allí y Kai volvió a entrar en el baño para ver si echándose más agua recuperaba un poco la calma, pero terminó vomitando compulsivamente en uno de los baños. Al terminar, se refrescó e intentó recomponerse lo mejor que pudo, y clasificó mentalmente esa noche como la peor de su vida.
Minutos más tarde volvió al comedor y descubrió que D.O y ____ ya se habían ido, y dedujo que la señorita remilgada estaba impaciente por contarle a su prometido que su mejor amigo se había metido con ella.
Joder, probablemente D.O lo llamaría para pedirle explicaciones, y él no tendría más remedio que disculparse con Pantalones de Acero. Resignado, se acercó a Quin y se despidió de él y del resto de sus compañeros, y se fue a casa.
Solo.
Al menos ahora que sabía que había pillado una gripe estomacal podía explicarse la extraña reacción que le había causado _____ esa noche.
_____ y D.O estaban en la limusina camino a la mansión familiar de él.
Ninguno de los dos decía nada. Ella seguía esperando a que él hablase, y él seguía pensando y apretando el móvil entre los dedos.
Cuando _____ se alejó del pasillo, furiosa consigo misma por haber cedido a la tentación de ir a ver si MacMurray estaba bien, vio que D.O estaba mirando fijamente la pantalla de su teléfono.
—¿Qué pasa? —le preguntó ella al llegar a su lado.
—Tengo que irme.
Esa fue la única frase que salió de los labios de D.O, aunque ella no dejó de preguntarle si sus padres estaban bien o si le había sucedido algo a alguien de su familia. Él no dijo nada, solo la miró y repitió que tenía que irse, así que _____ pidió que les llevasen sus abrigos y que avisasen al chófer. Se despidió de todo el mundo y D.O la siguió como un autómata por el restaurante.
______ no tenía ni idea de qué era lo que había leído D.O en ese mensaje, pero fuera lo que fuese, era muy grave. Y la tenía muy preocupada. En cuanto entraron en la limusina, le dijo al conductor que los llevase al apartamento de D.O, pero su prometido la corrigió y le indicó que se dirigiese a la mansión familiar.
—¿Les ha sucedido algo a tus padres?
—No, a ellos no —contestó D.O , y volvió a dejar la mirada perdida. Con una mano sujetaba el móvil como si su vida dependiese de ello mientras abría y cerraba la otra en un intento por contener la tensión que le recorría el cuerpo. Igual que hacía en el campo de fútbol.
_____ se quedó unos minutos en silencio. Los padres de D.O vivían en una mansión que llevaba varias generaciones en la familia a una hora del centro de Boston. Ella había estado allí varias veces y siempre había tenido la sensación de estar visitando un museo. Los padres de D.O, el senador Delany y su esposa, eran un matrimonio muy a la vieja usanza, un poco fríos y distantes, pero siempre habían sido muy amables con ella.
—¿Quieres que te acompañe? —le preguntó a D.O —. Yo quiero acompañarte —añadió al ver que él no contestaba—, pero si lo prefieres, puedo quedarme en casa. Estamos cerca —señaló mirando la calle por la que acababa de girar el coche. Ella y TD.O habían decidido esperar a la boda para irse a vivir juntos, aunque él solía pasar al menos una noche en su apartamento, y ella otra en el de él. A los dos les gustaba mantener cierta independencia. O eso se decía ____ a sí misma siempre que veía una película romántica y se fijaba en las diferencias entre esas historias de amor y la que ella estaba viviendo. Ella y D.O eran distintos, eran dos personas inteligentes que habían decidido compartir su vida. Se llevaban muy bien en la cama, el sexo era agradable y no tenía ninguna duda de que él le era fiel. A ella tampoco se le había pasado por la cabeza acostarse con otro.
¿Por qué estaba pensando en eso ahora?
Era obvio que D.O estaba preocupado, y allí estaba ella pensando en tonterías.
—¿D.O, sucede algo? —insistió. Y algo cambió en D.O.
—Pare el coche, por favor —ordenó de repente.
El conductor buscó un lugar donde aparcar y en cuanto lo encontró detuvo el vehículo.
—¿Qué pasa, D.O? Me estás asustando.
D.O apartó la mirada de la ventana, pero durante unos segundos sus ojos siguieron sin ver a Susan.
—¿D.O?
La voz de ___ lo hizo reaccionar o le recordó donde y con quien estaba, y sacudió la cabeza levemente con los ojos cerrados. Cuando volvió a abrirlos, los fijó en los de _____ y tomó aire antes de hablar.
—Tenemos que anular la boda —declaró con absoluta firmeza y le cogió la mano a ______, tocándola por primera vez desde que había recibido aquel mensaje en el móvil—. No puedo casarme contigo.
—¿Qué? —balbuceó ella—. ¿Por qué? —Entrelazó los dedos con los de él y notó que estaban helados.
—No puedo casarme contigo —repitió y soltó lentamente el aire antes de seguir—. No puedo casarme contigo porque ya estoy casado.Dejen sus comentarios :'c no me ignoren... sino cancelare el fic :c
-----> Nuevo fic :D :
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Las Reglas del Juego
Fanfiction*ANTES QUE NADA* Esta historia NO ES MIA! debi pedir permiso a la autora pero la verdad es que lo lei en otros fics y ya ni se de quien es ;-; si la verdadera autora lo lee, que me mande un mensaje y quiere que lo siga subiendo o que lo borre defini...