_____ no había vuelto a llorar desde la horrible y cruel visita de MacMurray. De hecho, estaba tan furiosa por haber derramado esa lágrima delante de él que se juró a sí misma que jamás volvería a llorar por un hombre. La rabia la llenó de vitalidad y cuando se sentó frente al ordenador fue capaz de escribir la sección del programa de esa noche de un tirón. El endeudamiento de España y los efectos que tenía en Europa y en Estados Unidos resultó ser la cura exacta para olvidarse por completo de D.O, de la boda y de MacMurray, al menos durante un rato, porque cuando llegó al plató de televisión y notó el modo en que todos la miraban, lo recordó perfectamente.
D.O había cumplido con su palabra y había mandado un comunicado a la prensa. Al menos esa promesa no la había roto, pensó sarcástica. Aunque el texto del comunicado no era el que ella esperaba:«El señor D.O Delany y la señorita _____ Lobato Paterson han decidido posponer su enlace matrimonial.»
El texto obviamente seguía y en él la «pareja» pedía disculpas a los invitados por las molestias ocasionadas y agradecía su comprensión. Tras otro párrafo lleno de palabras vacías se despedían pidiendo respeto a los medios de comunicación.
____ no sabía qué pensar. ¿Por qué diablos había escrito eso D.O? ¿Por qué no había dicho directamente que anulaban la boda? Sí, esa táctica la utilizaba a menudo la gente famosa para ganar tiempo y esperar a que los medios se olvidasen del tema, pero a ella no le gustaba mentir.
Siguió caminando por el pasillo e intentó pensar en otra cosa, pero los ojos de sus compañeros no se lo permitieron.
La gente la miraba con lástima, algunos con disimulo y otros con no tanto, pero todos coincidían en apartarse de su paso. Era como si tuviesen miedo de hablarle, o de acercarse a ella por si se ponía a llorar como una histérica, así que se limitó a ignorarlos y caminó decidida hacia su despacho. No llevaba allí ni cinco minutos cuando apareció Joe, el director del programa y al parecer la única persona con agallas de toda la cadena.
—¿Es verdad lo de ese comunicado? —le preguntó directamente y en el mismo tono que si le hubiese pedido la hora.
—Sí.
—Y yo que creía que D.O era inteligente. En fin, ¿en tu sección de esta noche vas a mencionar las últimas elecciones? Porque había pensado... ¿Qué, por qué me miras así? —le preguntó al ver que lo miraba de un modo extraño—. ¿Acaso que creías que iba a darte fiesta?
—No, por supuesto que no —respondió ____ tras carraspear—. Gracias, Joe.
—De nada, y para que conste, no sé qué ha pasado entre D.O y tú, y no quiero saberlo, pero, en mi opinión, es un condenado idiota. ¿De acuerdo?
—De acuerdo.
—Ponte a trabajar.
Y _____ hizo exactamente eso.
Después de ese programa, cuando ____ salió de la cadena, fue asediada por todos los periodistas del corazón imaginables. Nada le habría gustado más que darles plantón y mandarlos a tomar viento, pero eso solo serviría para empeorar las cosas, así que se detuvo frente a la puerta de la CBT y respondió a sus preguntas. O mejor dicho, las esquivó, porque al final no les dijo nada más que lo que aparecía en ese comunicado, que el señor D.O Delany y ella habían decidido posponer la boda por el momento.
¿Posponer? ¿Por qué diablos había escrito D.O esa palabra? No podía dejar de darle vueltas al tema. ¿Por qué no había escrito «anular»? Oh, sí, él le había dicho que creía que lo mejor para todos sería decir que habían decidido tomarse un descanso. Así el escándalo sería menor. «¡Ja!». Para él sí, él estaba en París, pensó furiosa; gracias a un canal de noticias del corazón de la competencia, _____ había visto a D.O caminando por el aeropuerto Charles de Gaulle.Cretino.
Ningún periodista con dos dedos de frente se creería que habían «pospuesto» la boda sin más. No eran tan idiotas. D.O tenía la teoría de que con el paso del tiempo la prensa se olvidaría de ellos y los dejarían en paz, pero esa noche a ____ las teorías le importaban un rábano, lo único que quería era irse a su casa y descansar... y decirles a esos periodistas que si querían saber algo más fueran a buscar a D.O junto al río Sena.
Evidentemente, y siguiendo fiel a su discreción de siempre, se mordió la lengua y aguantó el asalto hasta que se dieron por vencidos y la dejaron irse. Fue la primera vez en toda su carrera profesional que se planteó seriamente mandar a freír espárragos su promesa de no hablar nunca de su vida privada y gritar a los cuatro vientos que estaba furiosa con D.O y con el mundo entero. Y que lo único que quería era que la dejasen en paz.
Ver a D.O en Francia le había causado un extraño efecto, como si la ruptura se hiciera más real, y por fin _____ fue capaz de dar los pasos necesarios para eliminar cualquier rastro de D.O de su vida.
Fue un alivio, doloroso, pero un alivio.
Se pasó una mañana entera metiendo los pocos objetos personales que D.O se había dejado en su apartamento —un libro, un par de zapatillas deportivas y un pijama— en una caja. La cerró y la guardó en el suelo de su zapatero. En el lateral escribió con letras bien grandes: D.O, y se imaginó confeccionando una caja igual dentro de su mente y guardando dentro de ella todos los recuerdos. Ojalá fuera tan fácil. ____ no iba a hacer algo tan infantil como quemar las fotos, pero tras una copa de vino blanco pensó que no era tan mala idea y decidió intentarlo. Se quedó petrificada al comprobar que en su apartamento no tenía ni una foto de ella y de D.O juntos.
Realmente eran una pareja patética, aunque eso no justificaba que D.O se hubiese ido y hubiese anulado la boda sin más. Se conformó con borrar las pocas fotos que tenía de ellos dos en el móvil y se sirvió otra copa.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
ESTÁS LEYENDO
Las Reglas del Juego
Fanfic*ANTES QUE NADA* Esta historia NO ES MIA! debi pedir permiso a la autora pero la verdad es que lo lei en otros fics y ya ni se de quien es ;-; si la verdadera autora lo lee, que me mande un mensaje y quiere que lo siga subiendo o que lo borre defini...