Premios Heroicos

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Andrew se había esperado cuatro días en la pequeña aldea después de que el niño volviera a la mazmorra dándole las gracias por todo lo que había aprendido y entregándole un medallón que mejoraba sus características en diez puntos, ya que la gente de la aldea lo invitaban a rondas de bebida gratis por haberles salvado y las aventureras y las mujeres de la aldea se lo agradecían de otro modo, pero había llegado el momento de seguir su camino, el medallón era un gran regalo, pero no sé lo había dado gratis, habían llegado a un acuerdo, por que el aventurero le habia aconsejado que no se mostrará como Amo del Dungeon delante de otras personas, ya que aunque su golem era poderoso, era lento y un grupo de aventureros malicioso podría rodearlo y atacarlo, así que en ese colgante, además del aumento de características, había un hechizo de teletransportación que estuviera a la distancia que fuera, lo llevaría al instante al lado del niño y también a la inversa, en el momento en el que Andrew estuviera a punto de morir, automáticamente se activaría el medallón y lo llevaría al corazón del Dungeon, dónde el niño tenía montado un manantial de curación para el caso de que un aventurero no fuera enviado fuera al ser herido gravemente, ya que en su Dungeon no moría nadie, pero eso era un secreto que no quería que nadie supiera o actuarían de otro modo e incluso cuando un aventurero gravemente herido era teletransportado fuera, mediante un hechizo olvidaba el por qué había sido expulsado, ya que era enviado fuera completamente curado, pero inconsciente.

Después de los cambios que el niño había realizado en el Dungeon, los aventureros habían regresado muy contentos de él, ninguno había llegado todavía al último monstruo, pero todos habían recibido algunos objetos mágicos de los jefes de piso anteriores, no eran objetos muy poderosos, lo cual era normal para un Dungeon de ese nivel, pero era justamente lo que necesitaban lo aventureros para poder seguir creciendo, al igual que monedas, la mayoría que caían eran de bronce, si, pero también caían unas pocas de plata y solo por esos cambios, la gente había vuelto a entrar en un Dungeon medio abandonado y la aldea volvia a tener vida.

Andrew en breve se iba a dirigir hacia la capital, ya que era el único lugar, que él supiera, en el que podría aprender la profesión de Invocador de bestias, pero el viaje era algo, al menos unos dos meses de duracion y no sabia cuan diferente seria el camino a como él lo recordaba, pero ahora debía ir al pueblo y vender la mina de hierro y estaba seguro de que el enano se la compraría por una buena cantidad aunque lo primero que tenía que hacer era ir al Maestros de Armmasters y que le enseñará como poder crear su propio equipo mágico, aunque no sabía cómo funcionaba, debería haberlo investigado, pero no había tenido tiempo de hacerlo.

Andrew se levantó de la mesa del gremio de aventureros y se dirigió hacia la puerta después de saludar a los reclutadores con un gesto, varios de ellos habían intentado reclutarlo para sus gremios, pero él los había rechazado a todos ya que prefería estar solo y también por otra razón diferente.

Pero lo mejor de todo esto habían sido las recompensas que le habían entregado por dar la alarma acerca del ejército del triunvirato, la cual ascendia a 600 monedas de plata, lo cual no estaba nada mal, casi podía comprarse el equipo que quería, además aun había recibido algo mejor, en cuanto se desconectó para ir al baño, darse una ducha y comer algo de verdad y cuando algunas horas más tarde se volvió a conectar, ya  que fue entonces cuando recibió un mensaje del sistema que le decía que por haber sido el primero en completar la semana de inicio iba a recibir una habilidad especial, llamada ANALISIS, que le permitía ver las habilidades de combate y las especiales de cada persona contra la que se enfrentaba así como las de su equipo en el caso de portar algo especial y en el caso de los animales su ataque, su defensa, su vida y si tenía alguna habilidad especial.

Salió de la aldea y se dirigió en dirección al pueblo con gesto tranquilo, solo era un paseo para él y el día acompañaba a que fuera andando sin ninguna prisa ya que el sol brillaba con fuerza.

Se cruzó con un grupo de aventureros que se dirigían hacia el Dungeon y les explicó que tuvieran cuidado, habían zonas complicadas que, si no iban con cuidado les haría correr peligro.

Siguió camino del pueblo después de despedirse de ellos y llegó al pueblo después de pasar por la mina, donde los mineros estaban picando y llenando las bolsas de hierro que luego llevarían al pueblo, al verlo le sonrieron y le explicaron que la mina iba muy bien y que gracias a él, sus familias por fin tenían comida caliente que llevarse a la boca y que, respondiendo a una pregunta que Andrew les hizo, esa mina parecía ser mas grande de lo que parecía y tardaria años en agotarse, le aconsejaba además si quería aumentar la produccion contratara a dos acemilas y dos conductores, de esa forma llegaria mas hierro a la ciudad y aumentaria la produccion.

Andrew le dió las gracias por el consejo y al llegar a la ciudad se dirigio al gremio de comerciantes para hacer lo que el minero le habia aconsejado, pero cuando entró en la ciudad, dos guardias con mejor equipo y mas nivel que los que estaban en la puerta se dirigieron hacia él y le dijeron que el señor de la ciudad queria verlo para agradecerle lo que habia hecho por la region al descubrir los planes de los goblins.

La mansion del señor estaba en lo alto de una colina en el centro del pueblo y rodeado por una muralla de unos quince metros de altura y cerca de cinco de ancho, cuyo porton estaba reforzado con placas de acero por delante y por detras con cuatro barras cruzadas lo cual hacia casi imposible que fuera rota y atravesada por un ariete.

Al entrar en la casa se sintió un poco desilusionado ya que creia que seria todo lujo y confort, todo mas lejos de la realidad, ya que el pueblo estaba muy cerca con la frontera con el triunvirato y era mas el señor del ejercito de la frontera que el señor de la región como tal y cuando Andrew lo analizó solo pudo saber que era de nivel 50, el resto de datos solo tenían interrogantes en el lugar donde deberían estar sus características.

-¿Ya has visto lo que querías o no has visto nada, sabes que eso es de mala educación, como te sentaría que yo te mirara y te dijera que ese medallón es algo por lo que la mayoría de la gente te mataria si supiera lo que hace y lo que puede hacer, y que incluso ese libro que tienes guardado en tu lugar de almacenamiento, eso vale la recompensa de un rey, pero aún no puedes usarlo, ya que solo eres un CIVIL, como te sentaría que otro que no fuera yo lo supiera, o que impediria si yo fuera alguien malvado arrebatártelo?

-¡Asi que te aconsejo que tengas cuidado!, aunque la verdad es que no tenia pensado que recompensa entregarte por haber dado la voz de alarma y que pudiéramos atajar este mal de raíz, ya que gracias a ti descubrimos esta avanzadilla y se me ocurrió que no seria casualidad que solo estuviera en ese bosque, asi que envie a mis soldados a los bosques de alrededor de esta ciudad y acabaron con una docena mas de avanzadillas del triunvirato, todos ellos de bajo nivel, máximo un orco de nivel 15 que al parecer era el que mandaba sobre todos los ejércitos, a ese lo capturaron vivo y esta siendo interrogado, pero eso no es lo importante para ti.

Después de eso, le entrego un papel a uno de sus hombres que volvió a los pocos minutos con una capa negra y se la entrego a Andrew que la miro sin comprender.                                                        
-Esta capa enmascarara tus atributos y tus objetos, solo se podrá ver tu nivel y nada mas, cualquiera que te MIRE como tu has hecho conmigo no podrá ver nada e irá a ciegas, por que algo me dice que no solo vas a disponer de tu colgante, ¿me equivoco?

-No, mi señor -respondió Andrew con una sonrisa-, me dispongo a encontrarme con el Maestro de Armsmaster para convertirme en uno de ello, muchas gracias por su regalo, creo que es justamente lo que necesito.

Después de eso, el señor de la ciudad le entrego un pergamino que le permitiría el paso libre por todo el reino, e incluso en el mayor gremio de aventureros del reino y le indico a Andrew que podia irse ya que tenia mas cosas que hacer y el aventurero, después de inclinarse, dio media vuelta y salio sonriendo de la mansión.

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