Caminos

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Andrew se dirigió hacia el lugar donde sabia que se encontraba el Armmaster, en uno de los callejones de la ciudad, tenía pensado ir a él primero y luego vender la mina al enano, pero decidió comprobar sus estatus primero.

Raza: Humano
Nombre: Andrew
Profesión: Civil
Nivel: 5 Experiencia 3750/6000
Fuerza: 65
Destreza:35
Agilidad:35
Aguante: 65
Sabiduría:40
Inteligencia:40
Vida:220
Magia: 50
Ataque: espada 95; arco 35
Defensa:110
Ataque mágico: 0
Defensa mágica:0

HABILIDADES:
MINERÍA 2/10: habilidad actual: 57
ATAQUE CON EL ESCUDO 4/10: habilidad actual: 75
20% de aturdimiento
ACECHAR 3/10: habilidad actual 13 (modificable por el entorno)

EQUIPO:
ESPADA CORTA: +30 ATAQUE
COTA CUERO: +30 DEFENSA
ESCUDO PEQUEÑO: +25 DEFENSA
CASCO: +20 DEFENSA.

Después de mirarse se dio cuenta de que no podía presentarse asi ante el que le iba enseñar a ser un guerrero autosuficiente y se dirigió hacia la mejor armeria de la ciudad, no pensaba comprarse nada mágico, pero si algo mas apropiado para él.

Salio de allí después de gastarse 35 monedas de oro, pero estaba mas que contento, en vez de una cota de cuero, llevaba una coraza con grebas y brazales de metal, su maltrecho escudo pequeño lo había cambiado por un escudo mas grande de forma romboide en el que no había colocado ningún símbolo heráldico, mas que nada por que no estaba seguro cual ponerse en él, el yelmo le cubría completamente la cabeza, no como el casco que llevaba antes y además de la espada larga que portaba al cinto, llevaba un mandoble cruzado en la espalda, no pensaba usarlo de momento, pero sí en cuanto tuviera bastante poder mágico,iba a encantar lo con hechizos de ligereza ara poder empujarlo con una mano.

El cambio de valores del EQUIPO también era bastante sustancial:

ESPADA LARGA: +100 ATAQUE                                                                                      MANDOBLE: +150 ATAQUE ( ARMA A DOS MANOS, IMPOSIBLE USAR ESCUDO)                                     

CORAZA: +150 DEFENSA                                                                                             ESCUDO MEDIANO: +50 DEFENSA, +30 ATAQUE                                              

YELMO: +60 DEFENSA

Eso dejaba su defensa en 245, originalmente debería haber sido de 295, pero el peso de la armadura y el escudo perjudicaba su destreza y lo ralentizaba, pero ya contaba con ello y una de las listas del armmaster justamente hacia mas ligeros los equipos a la par que los mejoraba mágicamente, asi que no le preocupaba ya que en breve estaría todo preparado.

Su ataque había mejorado mucho, con la espada larga tenía un ataque de 165 y con el mandoble subía hasta los 215, asi que estaba preparado para cualquier cosa, bueno para casi todo, ya que a los fantasmas, vampiros y ciertas criaturas nomuertas solo las armas mágicas les hacían daño y solo con que tuvieran un mísero +10 mágico, ya les hacia el daño de toda el arma, también tenía una buena habilidad de proyectiles, pero no era muy propenso a usar armas a distancia, pero todo podía cambiar, ya que no sabia si el Armmaster de este pueblo sabria alguna lista de hechizos de proyectiles, ya que cada maestro tenia dos listas básicas mas algunas adicionales, pero no siempre eran las mismas, pero encima su sabiduría solo le permitía aprender cuatro listas, asi que hasta que no lo viera no podria escoger, pero las que estaban seguras le servían para hechizar sus armas y las otra para mejoras su armadura y escudo.

Después de salir de la tienda sonrió al verse en el escaparate, había escogido una armadura que brillaba levemente con un color verde oliva apagado y junto con la capa que le había entregado el señor, le parecía que SIR GAWAIN estaba allí delante de él, sonrió de nuevo y se dirigió con animo hacia donde su maestro le esperaba.

El Armmaster era un anciano de cerca de ochenta años, pero con la fuerza y el aguante suficientes como para portar una armadura completa a pesar de la edad, estaba sentado en el tocon de un árbol y dando de comer a las palomas, el anciano lo miró mientras se acercaba y sonrió, ya que simplemente por la planta pudo ver qué se acercaba alguien que quería ser su aprendiz y con toda la pompa y compostura que pudo se levantó y alisó su sobrevesta cuyo símbolo era un dragón rojo rampante en un campo de azur.

Las listas habían sido mas o menos las que esperaba, además de las dos de su profesión, había elegido una que le permitía curarse a si mismo, hasta el nivel de poder unirse un brazo si se lo cortaban, la otra que había escogido le permitía saltar, aterrizar si caía de grandes alturas y hasta volar, del resto habían otras que también le hubieran interesado, pero no podia aprenderlas, asimismo solo podia aprenderlas hasta nivel 10 de los hechizos del Armmaster, pero no estaba mal, ya que a nivel 10 podia crear una espada mágica +80 adicional a su ataque normal, pero solo podia crear una, ya que su poder solo servia para si mismo, asi que debía elegir con mucho cuidado, había pensado que se prepararía el mando le, pero no lo tenía todo claro, ya que si se la robaban estaba perdido, solo si se rompia podia crear otra, pero una vez creada era además muy difícil de romper, el problema es que para poder crear una espada de nivel diez primero la debía crear de nivel cinco con un poder de +30 mágico, pero tardaba cinco semanas seguidas en hacerla gastando cinco puntos de magia cada dia, si fallaba solo un dia debía empezar de cero, lo cual hacia de la profesión de ARMMASTER algo complicada para aquellos que no tenían constancia.

Con su armadura pasaba lo mismo y además de darle defensa adicional hasta un máximo de entre +50 y +100 dependiendo del equipo, también podia implantar hechizos que hacia que su equipo fuera mas ligero, pero solo con esos hechizos se le iba la mitad de los puntos de magia que tenia en ese momento solo en crear la espada y la armadura y el escudo, si además lo hacia mas ligero gastaba diez puntos mas al dia y solo le quedaban quince si encontraba algun problema por el camino, asi que no tenia claro que hacer todavía, seguramente esperaría a que su nivel subiera algunos niveles más.

Después de agradecerle enormemente todo lo que le había enseñado, le dió el pago de las quinientas monedas y, casi quedándose sin fondos se dirigió hacia la herrería, quería vender la mina y con el dinero que sacara, dirigirse hacia la capital y hacia el lugar donde se encontraba el MAESTRO DE INVOCACIONES, el viaje duraba varios meses y estaba seguro de que podria crecer, aunque estaba dudando en quedarse y hacer varias misiones para el gremio de aventureros, para asi poder crear la espada y la armadura de bajo nivel, no sabia que misiones podria haber, pero a lo mejor las miraria antes de irse, ya que, como tenia el libro, a lo mejor podia ir absorviendo criaturas mientras llegaba a la capital.

Salió de allí tres horas después con cerca de 500 monedas de oro, aunque le había costado convencer al enano, pero parecía que se había dejado convencer, ya al parecer la mina de hierro era mucho mas grande de lo que parecía y podia proveerle de materiales durante muchísimos años incluso si la explotaba a un nivel mayor del que se estaba haciendo, cuando salio de allí, el enano ya estaba enviando mensajeros al gremio de comerciantes para contratar a mas mineros e incluso a guardias para proteger la mina.

Se acercó al gremio de aventureros cuando una voz resonó en el cielo:                                                         
EN DOS DIAS DE ABRIRA UN DUNGEON TEMPORAL A VEINTE KILOMETROS AL SUR DE SILVERSTONE, TODOS LOS VALIENTES ESTAN CONVOCADOS.

Andrew observó como la gente empezaba a moverse como un hormiguero cuando lo pisan, corrían asustados gritando y chillando, cayendo unos sobre otros mientras que las puertas de las tiendas se cerraban con violencia ya que siempre que un Dungeon temporal se abría, si en veinticuatro horas no eran exterminadas todas las criaturas que habían dentro, este se rompia y las criaturas surgían de dentro a sangre y fuego contra las ciudades mas cercanas, que en este caso era Silverstone.

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