Burned out like a cigarette 2. (Calum Hood)

"Voy a por él."

Calum, 28 de agosto de 2021.

Michael y Crystal han decidido darle a este verano el cierre que se merece, tras tener su local abierto durante ya casi un año, por lo que han decidido llevar a cabo una fiesta en él. Para ello, simplemente han pedido a todas las personas que quieran acceder, que al menos lleven una prenda de color blanco, preferiblemente una camiseta. Por lo tanto, yo decido vestirme con esa parte de arriba que ellos han sugerido, y acompañarla con un vaquero de color negro, por último opto por meter el bajo de la camiseta por dentro del pantalón y ajustar este último con un cinturón de su mismo color.

Al llegar al local, veo como tanto Michael como Crystal están en la puerta, repartiendo a las personas que van entrando distintas pinturas fluorescentes. Yo saludo a ambos con un corto abrazo y después acepto con una sonrisa uno de los pequeños botes que me dan de color naranja. Tras despedirme de ellos, que todavía seguirán un tiempo en esa zona, hasta que la mayor parte del aforo del local esté completo, me dirijo hacia el interior, pasando entre la gente que ya está bailando y jugando con las pinturas entre ellos, a pesar de que todavía no han cambiado las luces para que se pueda ver su efecto a la perfección.

Hago una pequeña parada en la barra, para pedir simplemente una caña, y en el momento en el que la tengo en mi mano, tras haber pagado, continúo mi camino hacia las escaleras. Sin embargo, una vez allí, en lugar de subir, me quedo quieto observando el interior de ese salón que siempre está cerrado en las fiestas que hacen de este estilo, quedándome perdido en mis pensamientos. Recordando la última vez que Audrey y yo nos metimos a escondidas en esa zona, comiéndonos a besos como dos adolescentes. No puedo evitar sonreír ampliamente, y es que cada vez soy más consciente de lo mucho que echo en falta todas esas locuras a su lado. Y que por mucho que intente olvidarme de ella, no puedo hacerlo.

Siento un empujón en mi espalda, que hace que todos esos pensamientos desaparezcan de golpe, me giro y veo a un chico que trata de disculparse varias veces por haberse tropezado. Yo me limito a decirle que no pasa nada, y decido que es el momento de alejarme de ese lugar. Por lo que retomo mi camino, subiendo las escaleras para poder salir a la terraza, encontrando al resto del grupo sentados en unos sofás alrededor de una de las mesas, justo donde habían mencionado que estaban por el chat de whatsapp. Al verme, Ashton me hace un hueco en uno de los asientos, echándose a un lado y así dejándome la esquina del mismo, tras saludar a todos, le doy las gracias por su gesto y ocupo mi lugar.

- ¿Qué color te ha tocado?- Son las primera palabras que me dedica Georgia, yo saco de mi bolsillo el bote que me habían dado al entrar, a lo que ella reacciona con una mueca de desilusión.- Ese ya lo tenemos repetido, a nadie le han dado azul.- Protesta cruzándose de brazos, yo me limito a reír unos segundos, mientras me encojo de hombros.

- Siempre puedes bajar a pedirles que te lo cambien, y si no intenta hacer negocios con alguien de la fiesta.- Comenta Luke con diversión. Georgia se queda unos segundos pensativa, como si estuviese sopesando ambas opciones.- Era broma, ni se te ocurra acercarte a un desconocido por una puta pintura.- Tras sus palabras todos soltamos una carcajada, y por primera vez, me atrevo a desviar mi mirada hacia Audrey, lleva un vestido blanco, ajustado en la parte superior, y aunque está sentada, estoy bastante seguro de que es corto, tapándole las piernas en su justa medida. En cuanto subo mi atención a su rostro, nuestras miradas se cruzan por unos segundos, ambos nos dedicamos una pequeña sonrisa, antes de volver a fijarnos en los hermanos, que siguen discutiendo sobre la forma de conseguir ese color que parece tan importante para Georgia.

- Se acabó, voy a por él.- Sentencia mientras se pone en pie.- ¿Alguno quiere que le suba otra bebida?- Pregunta, a lo que todos nos negamos a excepción de Ashton, que le pide que traiga lo mismo que ha pedido antes, Georgia asiente justo antes de darse media vuelta para desaparecer entre la gente.

- ¿Cuándo deberíamos empezar a pintarnos?- Pregunta Luke jugando con uno de los botes de color verde.

- Creo que el momento de cambio de luz es en media hora como mucho.- Confirma Audrey tras haber echado un vistazo a su reloj.- Pero deberíamos esperar a que vuelva tu hermana, o se acabará cabreando.- Ambos nos mostramos de acuerdo con su sugerencia, por lo que esperamos hasta que unos diez minutos después Georgia aparece sacudiendo un bote color azul en una de sus manos.

- Además, me ha dado un par de pinceles, por si no queremos aplicarlo solo con las manos.- Explica dejando las cosas sobre la mesa.

- Pues manos a la obra.- Comenta Audrey tomando con su mano uno de los pinceles y un bote de color rosa.- ¿Quién quiere ir primero?- Luke y Ashton se miran entre sí, bastante dubitativos, seguramente temiendo que acaben con algún dibujo extraño en su piel, por lo que tras unos instantes, decido ser yo quien dé el paso, algo que hace que Audrey se muestre bastante sorprendida.

Luke me cambia el sitio, y así me pongo yo a lado de ella, quien me mira unos segundos mordiéndose el labio inferior, antes de llevar sus manos a la manga de mi camiseta, empezando a enrollar la tela sobre sí misma, hasta que consigue que se quede toda en mi hombro, como si en realidad fuese de tirantes. Posteriormente mancha el pincel con la pintura de color rosa, y unos segundos después empieza a pintar las plumas del tatuaje del indio de mi brazo. Yo sonrío observando su expresión de concentración, tratando de no salirse del contorno del dibujo. En varias ocasiones abro la boca con la intención de decirle algo, pero termino descartando todas las opciones que se pasan por mi mente. Limitándome a mirarla sin dejar de sonreír ni un segundo, veo como trata de limpiar el pincel contra el dorso de su mano, dibujando una pequeña flor hasta que deja de pintar, para después cambiar el color a verde. Empieza a darle pequeños toques de ese color por la zona de las plumas más cercana a la cabeza, y tras unos segundos separa el pincel y se queda mirando su creación.