Calum, 29 de diciembre de 2021.
La relación con mis padres sigue bastante tirante, por lo que estas navidades en lugar de pasarlas con ellos, he decidido irme de viaje con Audrey, del veintitrés al veintiséis de diciembre, a Portland. Pero mis padres como siguen sin saber que estamos juntos, y no me parecía el mejor escenario como para contárselo, después de una tarde hablando con Luke, él se ofreció para servirme de coartada. Su idea fue que les dijera que me iba con él, ya que al ser en esas fechas no tenía pensado salir a ningún lado, porque quería pasar esos días con su familia, y no habría ningún tipo de riesgo de encontrarse con mis padres por la calle. Así que eso fue lo que hice, informarles de que me iba de viaje con Luke unos días a esquiar.
Los días que he pasado con Audrey han sido simplemente perfectos. Alquilamos una casa pequeña a las afueras, con unas vistas preciosas a un bosque que estaba completamente nevado. Pasamos los días dándonos cariño junto a la chimenea y jugando fuera en la nieve. Realmente no era consciente de lo mucho que necesitaba pasar ese tiempo a solas con ella, sin nadie que nos molestara, sin preocupaciones y sin tener que salir corriendo por algún motivo laboral. Y es en esos momentos cuando me doy cuenta de que he tomado la decisión correcta al volver a apostar por esto. Tenemos una relación mucho más madura, llena de buena comunicación, en la que poco a poco se está forjando un amor real, alejado de cualquier tipo de duda, y con unas bases completamente firmes de confianza plena en el otro.
La verdad es que ninguno queríamos volver a nuestra realidad, pero no tuvimos más remedio que hacerlo. Durante un par de días ella estuvo enfrascada en su nuevo proyecto, y yo estudiando sin parar, para seguir formando una base sólida de conocimiento, para después poder continuar con la redacción de la parte teórica de mi doctorado. Y desde que hemos vuelto, mis padres han insistido en que vaya a comer con ellos, ya que no hemos pasado las fiestas juntos, por lo que supongo que de alguna forma quieren acercar posturas, y dar por finalizada esa tirantez que hay ahora entre todos. Así que he accedido a ir hoy a su casa en cuanto termine con mis tareas.
Una vez he llegado a casa, ambos me han saludado con bastante normalidad, y hasta que nos hemos sentado a la mesa para comer, nuestra conversación se ha basado en que ellos me contaran anécdotas sobre mi abuelo en la cena de Nochebuena. Ya que al parecer se le fue un poco la mano con el alcohol en la sobremesa.
- ¿Y tú qué tal? Hacía muchos años que no ibas a esquiar ¿no?- Pregunta mi padre, cambiando de tema, mientras se sirve un plato del guiso que han preparado juntos.
- Sí, la verdad es que desde que dejamos la universidad no habíamos vuelto, así que ya te puedes imaginar el desastre.- Comento con diversión, intentando evitar en muchos detalles para no complicar demasiado la mentira.
- ¿Y Luke no tuvo ningún problema? Porque con su enfermedad...- En esta ocasión es mi madre quien interviene, al mismo tiempo que rellena su copa con un poco de vino blanco.
- No le impide hacer ese tipo de actividades, simplemente tiene que tomárselo con más calma, y descansar un poco más de lo que haría hace un año.- Me encojo de hombros, bajando mi mirada, para centrarla en mi plato lleno de comida.
- ¿Qué días fuisteis?- Yo frunzo el ceño ante tantas preguntas, al volver a mirar a mi madre para responderle.
- Del veintitrés al veintiséis.- Contesto viendo como posteriormente se forma un silencio de varios segundos en los que ellos se miran fijamente, haciendo algunas muecas que sólo ellos entenderán.- ¿Qué es lo que pasa?
- Nada, simplemente nos parece curioso, porque el veinticinco pasamos unos quince minutos hablando con Luke, en frente de una cafetería en el centro.- En ese momento suelto un suspiro, siendo consciente del motivo por el que realmente querían que viniera a comer.
- Pues si ya sabéis que no fui con él ¿para qué hacéis todo este teatro?- Pregunto echándome hacia atrás en la silla, a la vez que me cruzo de brazos.
- Para ver si en algún momento volvías a comportarte como el hijo adulto que pensábamos que teníamos, y dejabas de comportarte como un adolescente que le tiene que ocultar a sus padres que se ha ido de vacaciones con su novia.- Escucho con atención las palabras de mi padre.
- Si lo he hecho ha sido porque en las últimas decisiones importantes que he tomado no me habéis apoyado, y no me apetecía otra sesión de reproches simplemente porque estoy haciendo lo que me apetece y me hace feliz.- Trato de mantener la calma, para no hacer el conflicto mucho mayor.
- No es que no te apoyemos, te intentamos avisar de que lo que eliges no es bueno para ti.- En esta ocasión miro a mi madre, quien está empezando a adoptar ese tono condescendiente conmigo que tan poco me gusta.
- ¿De verdad? He ayudado en la publicación de un libro y me estoy preparando, para dentro de unos años dar clases en la universidad, y formar a nuevas generaciones de psicólogos. ¿Qué tiene eso de malo para mí?- Cuestiono alzando una de mis cejas, esperando sus respuestas.
- Sólo los psicólogos incompetentes en su trabajo acaban dedicándose a dar clases.- Mi padre escupe esas palabras con un odio bastante palpable en ellas.
- De todas formas, todos estos problemas vienen desde que Audrey ha vuelto a aparecer en tu vida, y es que sabíamos que su vuelta no iba a traerte más que problemas.- En el momento en el que escucho a mi madre, aprieto mi mandíbula tratando de controlarme.
- No vayas por ahí.- Le advierto, esperando que deje el tema a un lado y no siga opinando sobre ella.
- Pero es verdad, de repente te metes en proyectos que no tienen nada que ver contigo y dejas aparcado tu trabajo real, después te vas, dejando a tu padre tirado con todas las terapias que habías empezado y que no llegaste a terminar, y ahora resulta que has vuelto con ella. Después de todo el daño que te hizo, ¿cómo puedes pensar siquiera en volver a pasar por algo así? Aún por encima, te hace mentirnos, para ocultar el hecho de que habéis vuelto.- Yo decido ponerme en pie tras sus últimas palabras.
- Si os he mentido, ha sido cosa mía, ella no sabía nada, así que no hables sin saber. Y si estoy con ella es porque soy un adulto que puede tomar sus propias decisiones, y si ahora mismo me hace feliz estar con ella, es lo que voy a hacer, y si sale mal, lo asumiré, pero al menos no me pienso quedar con la duda de qué habría pasado.- Y dicho eso me doy media vuelta para dirigirme a la entrada y sacar del armario mi abrigo.
- Últimamente siempre que hay algún tipo de conflicto, sales corriendo.- La voz de mi padre hace que me gire mientras termino de colocarme esa prenda de ropa.
- Es que paso de toda esta mierda, ya os daréis cuenta por vosotros mismos de lo que estáis haciendo.- Sentencio antes de llevar mi mano al pomo de la puerta, para poder salir de allí.
Una vez en el coche, saco mi teléfono y no dudo en mandarle un mensaje a Audrey para preguntarle si me puedo pasar por su casa. Ella no tarda en responderme que tiene un par de horas libres hasta que le toque reunirse con otra de las chicas que está conociendo para su proyecto, por lo que le aviso de que en quince minutos como mucho estaré allí.

ESTÁS LEYENDO
Burned out like a cigarette 2. (Calum Hood)
Fanfiction¿Dejar paso a los sentimientos o cerrarse a ellos? Escrita en colaboración con Lorena (@itsbluesidx)