"Estás muy serio."

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Calum, 29 de diciembre de 2021.

Audrey se mantiene en silencio, mientras recorre mi torso delicadamente con sus manos, llenando cada rincón de mi piel de suaves caricias, como si con ellas tratase de calmar todos esos pensamientos negativos que se agolpan en mi cabeza. Cierro los ojos unos segundos, intentando relajarme, y dejarme llevar por esa tranquilidad que la rodea, hasta que su voz vuelve a hacer acto de presencia en su salón.

- ¿Y puedo preguntar qué fue lo que te hizo cambiarme por Luke en la versión que le has contado a tus padres?- Pregunta en un tono más bajo de lo habitual, como si a pesar de querer mantener una conversación, no quisiera romper ese sosiego que nos rodea.

- Pues fue cosa de Luke.- Respondo para después quedarme callado unos segundos.- Que esa es otra, el muy gilipollas me dijo que le pusiera a él de excusa, porque no iba a salir de casa en esos días, y que me cubriría para ello. Pero al parecer algo le hizo romper esa promesa. Y aún por encima en lugar de inventarse algo, les contó que estaba contigo, vamos que me dejó totalmente vendido.- Explico volviendo a abrir los ojos.

- Bueno, a lo mejor le pasó algo y por eso tuvo que salir, o a sus padres, y le pillaría de sorpresa el encontrarse con los tuyos y no supo qué decir.- Escucho con atención sus palabras, antes de negar con la cabeza.

- No lo creo, si hubiese pasado algo grave me habría llamado para contármelo.- Respondo quedándome pensativo unos segundos.

- Tal vez deberías hablar con él, así te quitas esa duda de la cabeza, que sé que no vas a parar de darle vueltas.- Comenta en un tono divertido, antes de incorporarse para dejar un pequeño beso sobre mis labios.- Venga, vístete y ve a buscarle.- Yo asiento con la cabeza sonriendo antes de presionar de nuevo nuestros labios, para después buscar mi camiseta y volver a ponérmela.

- ¿Cenamos juntos esta noche? Te hago algo rico en mi casa, para compensar el haberme comportado un poco como un capullo.- Ella suelta una pequeña risa antes de acercarse a mí, para rodear mi cuello con sus brazos, gesto al que reacciono de inmediato posicionando mis manos en sus caderas.

- Me parece un plan perfecto.- Susurra antes de ponerse de puntillas para poder alcanzar mis labios. Nos besamos lentamente, mientras noto como sus dedos juegan con los rizos de mi nuca, y yo empiezo a bajar mis manos casi inconscientemente hacia su trasero, lo que hace que ella se ría contra mi boca.

- Me voy antes de que se nos vaya de las manos.- Audrey asiente con la cabeza con diversión.

- Ya tendremos tiempo.- Beso con suavidad su frente, para después despedirme de ella con una ligera caricia en su mejilla derecha.

Me dirijo a la casa en la que viven Luke y Georgia con sus padres, una vez él me confirma que está allí pasando la tarde. Cuando consigo llegar, no tarda demasiado en abrirme la puerta, va vestido con un pantalón corto de deporte y una sudadera. Ambos nos saludamos con un corto abrazo, y después nos encaminamos hacia su cuarto, donde me dice que estaba jugando unas partidas a la consola.

- ¿Quieres tomar algo?- Pregunta una vez me siento sobre el borde de su cama, yo niego con la cabeza.- ¿Pasa algo? Estás muy serio ¿no?- Observo como presiona varios botones en el mando hasta apagar la consola y posteriormente la pantalla que cuelga de una pared de su habitación.

- ¿Por qué no me dijiste que te habías encontrado con mis padres?- Cuestiono de golpe, queriendo ir directamente al grano y no dar rodeos innecesarios.

- Hostia, se me pasó por completo.- Responde llevándose una mano a la frente, como si realmente su mente hubiese omitido ese momento de su memoria.- Ya sabes que desde lo del derrame estoy un poco despistado.- Se excusa apoyándose contra su escritorio.

- Joder Luke, pero era tan fácil como llamarme en cuanto te despediste de ellos, sabías que para mí era algo muy importante.- Le explico apoyando ambas manos sobre mis rodillas.

- Lo sé, lo sé, lo siento de verdad, sé que te tenía que haber avisado.- Se disculpa al mismo tiempo que cruza ambos brazos bajo su pecho.

- ¿Y por qué coño les dijiste que estaba con Audrey? Tío, que fue idea tuya lo de la mentira, si te lo vas a pasar por el forro, al menos llévate una excusa trabajada de casa por si acaso te los encuentras. Y si no querías hacerlo, no haberte ofrecido. Porque al final me he ganado otro discursito sobre lo mal hijo que soy por tu culpa.- Él se queda en silencio unos segundos antes de hablar.

- No se me pasó por la cabeza, ¿pero qué querías que les dijera? Se supone que estaba contigo esquiando, y me los encontré aquí, creo que no había ninguna excusa que pudiera darles y que resultara creíble.- Responde encogiéndose de hombros como si no tuviese ningún tipo de importancia.

- Yo que sé, pues que te tuviste que volver antes porque tenías una prueba médica y no te acordabas.- Suelto lo primero que se me pasa por la cabeza.

- Joder, pues en ese momento no se me ocurrió, y pensé que lo más fácil era decir la verdad y listo. Lo siento si eso te ha traído problemas.- Yo sacudo la cabeza un par de veces antes de suspirar.

- ¿Y se puede saber qué fue lo que te hizo salir de casa?- Pregunto mirándole con curiosidad, intentando alejar el mal humor, pensando que no vale la pena enfadarme por esto, aunque me siga sintiendo ligeramente decepcionado por su forma de actuar.

- Compras de última hora de Navidad, no estuve en la calle más de una hora, con la mala suerte de que me los encontré.- Yo asiento ante su explicación.

- Pues para la próxima, si te ofreces a cubrirme en algo, haz el favor de asegurarte que tienes todo seguro y no me vas a fallar.- Le advierto en un ligero tono de broma.

- Lo haré.- Responde con una sonrisa.- ¿Tienes algo que hacer o te puedes quedar a jugar un rato?

- ¿A ganarte quieres decir?- Ambos soltamos una pequeña carcajada hasta que él se mueve para volver a encender la consola, y posteriormente ofrecerme uno de los mandos.

Jugamos durante un par de horas, en las que el incidente anterior es ya más que historia pasada. Cuando compruebo que son casi las cinco de la tarde, decido despedirme de él y volver a subirme al coche. Me dirijo al centro comercial más cercano para poder comprar todo lo necesario para prepararle la cena que Audrey se merece, no sólo por lo de hoy, si no por todo lo que me demuestra día a día desde que decidimos darnos esta nueva oportunidad.

Burned out like a cigarette 2. (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora