Burned out like a cigarette 2. (Calum Hood)

"Joder Audrey."

Calum, 15 de septiembre de 2021.

Hoy hemos tenido nuestra primera cita oficial como pareja, ya que después de aquel día en el lago, yo me volví a casa y ella continuó con sus vacaciones junto a sus padres. Hemos decidido tomárnoslo todo con calma, así que preferimos que ellos tampoco supieran que hemos vuelto. Este mediodía me ha invitado a comer a su apartamento, y mi sorpresa fue encontrarme con mi comida favorita sobre la mesa, lo cual en parte me ha sorprendido bastante, más que nada por saber que todavía recuerda esos pequeños detalles de nuestra primera vez juntos. Durante el tiempo que disfrutamos de la comida, mantuvimos una conversación más que agradable, en la que he puesto a Audrey bastante al día con todo lo que rodea a mi doctorado.

Nuestra idea sobre el día de hoy, es básicamente disfrutar con tranquilidad el uno del otro, tal vez ver una película o algo por el estilo. Pero antes de eso, me ha pedido si puedo acompañarla a casa de sus padres, aprovechando que ahora no están y que mi coche es más grande que el suyo, para poder traer a su apartamento un tocador que está en su cuarto, y que lleva queriendo tener aquí desde que se mudó, pero que no ha llegado a encontrar el momento para hacerlo. Por lo que, en cuanto terminamos de limpiar todo lo que hemos ensuciado al comer, nos ponemos rumbo a la casa de sus padres.

Una vez allí, aparco el coche a varios metros de la entrada, ya que ella tiene el mando para abrir el portón del garaje en su coche, y no se ha dado cuenta de ir a por él antes de venir, así que tengo que estacionar en el sitio vacío que hay más cercano. En el momento en el que entramos en casa, yo me quedo unos segundos observando el hall, en el que tantas veces había saludado a sus padres cuando veníamos a comer con ellos. Sigo a Audrey con la mirada, y frunzo ligeramente el ceño al ver que se dirige a un armario empotrado, que se encuentra a la derecha del portal de la entrada, abre la puerta y tras echar un vistazo durante unos segundos, agarra un par de prendas de ropa que no consigo distinguir en un primer momento. Ella cuando se gira y ve el gesto de confusión en mi rostro, suelta una pequeña risa.

- No pienso arriesgarme a que se me rompa el vestido, en caso de que la madera del tocador esté un poco estropeada.- Indica señalando su vestimenta de color azul, yo asiento con la cabeza sonriendo. Observo como ella lleva ambas manos al bajo de su vestido, y con un rápido movimiento tira de él hacia arriba, de forma que su cuerpo queda totalmente desnudo, a excepción de las zonas que tapa su ropa interior.

- Joder Audrey.- Suelto casi sin darme cuenta, recorriendo su silueta con mis ojos, una y otra vez, dándome cuenta de lo mucho que extrañaba ver su cuerpo de esa forma. Ella se queda estática unos segundos, con el vestido en una mano y una percha en la otra, como si no hubiese sido consciente de lo que estaba haciendo hasta que escucha mis palabras. Yo no puedo evitar caminar el par de metros que nos separan, para rodear su cintura con mis brazos.- Como echaba de menos poder disfrutar de tocar tu piel.- Susurro acariciando la zona de sus costillas, ella sonríe con dulzura al mismo tiempo que rodea mi cuello con sus brazos.

- Lo sé, yo también.- Responde mateniendo el mismo tono de voz bajo que he usado yo, y tras dejar un pequeño beso sobre mis labios, posiciona sus manos en mis hombros, empujándome con suavidad.- Tenemos cosas que hacer.- Pronuncia al ver que mis manos no dejan de acariciarla.

- Ya, pero es que también echaba de menos besarte.- Murmuro antes de unir de nuevo nuestros labios en un beso lento, mientras sigo jugando con mis dedos sobre la piel de su espalda.- Por no hablar de lo que me gustaría empezar a escuchar como tu respiración se vuelve más pesada.- Musito todavía con sus labios rozando los míos, algo que consigue hacerla sonreír al mismo tiempo que mueve su cabeza a modo de negación.- Y sobre todo me he dado cuenta de que necesito escucharte gemir de nuevo.- Audrey se muerde el labio inferior, y en ese momento me agacho lo suficiente como para poder rodear sus muslos con mis brazos, elevándola del suelo, lo suficiente como para avanzar hasta un pequeño banco que hay junto a la entrada, seguramente situado allí para poder calzarse antes de salir de casa.

Me siento con cuidado, dejando que ella se acomode sobre mi cuerpo, momento que también aprovecha para soltar los objetos que sostenía con ambas manos, y cuando lo hace, no tardo en atrapar sus labios con lo míos, empezando a besarnos con ganas, mientras mis manos recorren de arriba a abajo su torso, disfrutando de cada centímetro de su cuerpo. Ella no tarda en tirar de mi camiseta para poder deshacerse de ella, y acto seguido sus manos empiezan a jugar con el botón de mi pantalón, lo cual me hace recordar que no venía preparado para ello, por lo que decido pararla.

- No tengo condones, me acabo de acordar.- Informo antes de morderme el labio inferior, realmente fastidiado por tener que parar.

- No te preocupes, he empezado a tomar la píldora.- Comenta para después volver a besarme con las mismas ganas que antes.

Vuelvo a rodear su cuerpo con mis brazos, para así poder desabrochar su sostén, deseando disfrutar al completo de su piel, sin ningún tipo de prenda de por medio. Audrey no tarda en ponerse en pie para poder tirar de mi pantalón y de mis boxers, dejándome totalmente desnudo. Se queda unos segundos mirándome con diversión, antes de volver a acercarse a mí, inclinándose lo suficiente como para empezar a recorrer mi cuello con pequeños besos y suaves mordiscos, que me hacen agarrarme con fuerza a la superficie del banco, mientras echo la cabeza ligeramente hacia atrás, y cierro los ojos notando como sus labios siguen recorriendo mi torso, bajando poco a poco por él.

Sólo tardo un par de segundos en notar como su mano rodea mi miembro, lo que me hace abrir los ojos de nuevo, para encontrarme con ella arrodilla frente a mí. Sus ojos se centran en los míos mientras acerca su rostro a mi erección, justo antes de recorrerla desde su base hasta la punta con su lengua, lo que hace que un escalofrío recorra todo mi cuerpo.

- Llevo demasiado tiempo sin follar como para aguantar que hagas eso otra vez sin correrme.- Suelto antes de soltar un largo suspiro.- Quítate la prenda que te queda y ponte como antes.- Le pido, observando como ella sonríe unos segundos antes de deshacerse de su última pieza de lencería, para volver a sentarse sobre mí.