Calum, 27 de septiembre de 2021.
Anoche antes de dormirnos, Audrey me estuvo contando su última idea, y es que pretende iniciar un nuevo proyecto, pero en esta ocasión centrándose en víctimas de violencia de género. Por ahora piensa hacer como con el pasado, hacerlo todo por su cuenta hasta que lo tenga más o menos formado. Y a pesar de que la editorial le ha ofrecido un puesto fijo, escribiendo artículos en una revista de publicación semanal, ella ha decidido declinar la oferta y seguir apostando por sus propias ideas. Aunque creo que es algo que yo no haría, admiro bastante esa valentía por su parte, y sobra decir que mi apoyo lo tendrá haga lo que haga, a pesar de que en esta ocasión yo no podré ayudarle, ya que mi trabajo absorbe demasiadas horas.
Ayer también me preguntó si podría pedirle ayuda a mi padre con algunos contactos de su oficina. Por lo que hoy he acabado mis horas en la universidad investigando sobre el tema principal de mi doctorado, y me dirijo a casa de mis padres, sabiendo que a esta hora él ya debería estar allí. La verdad es que mi relación con él desde que dejé la consulta se ha visto ligeramente afectada, de hecho cuando en algún momento sale algún tema relacionado con el trabajo, el ambiente se vuelve bastante tenso.
En el momento en el que estaciono frente a su casa, compruebo que la luz de su despacho está encendida, por lo que tras abrir la puerta principal, subo las escaleras directamente. Camino hasta el final del pasillo, y tras dar un par de golpes en la puerta, llevo mi mano al picaporte para poder abrirla. Asomo la cabeza en primer lugar y sonrío sin llegar a mostrar los dientes, un gesto que él imita al comprobar que soy yo. Mueve su mano indicándome que entre, por lo que abro la puerta del todo y tras introducirme en el cuarto, la cierro tras de mí.
- Hola.- Saludo caminando hacia la mesa en la él está ordenando varios papeles.
- ¿Qué te trae por aquí?- Pregunta mientras cierra una de las carpetas, dejándola a un lado de la mesa.
- Venía a hacer una visita, ya que este fin de semana no pude venir a comer con vosotros y el abuelo.- Explico tratando de no ir demasiado directo al grano. Él asiente con la cabeza un par de veces.
- ¿Y cómo te va con el doctorado?- Pregunta cruzándose de brazos. Yo apoyo el lateral de mi cuerpo contra su mesa y mi espalda contra la pared.
- Bien, todavía me estoy adaptando a como funciona todo, pero poco a poco supongo.- Me encojo de hombros a la vez que tomo entre mis manos una estructura circular de madera, con una de sus caras planas, que tenía él sobre la mesa.
- ¿Y ya te sientes más realizado que ayudando a la gente a superar problemas de verdad?- Ruedo los ojos tras escuchar sus palabras y tomo una respiración profunda antes de hablar.
- No vayas por ahí, por favor, tengamos la fiesta en paz.- Le pido con desgana, siendo consciente de que parece que nunca va a aceptar el hecho de que haya decidido tomar un camino distinto al suyo.
- Entonces dime cual es el motivo real por el que estás aquí, y deja de hacerme perder el tiempo.- Espeta en un tono brusco, yo me tomo unos segundos antes de volver a abrir la boca.
- ¿Mamá sigue haciendo esas terapias semanales con mujeres víctimas de violencia de género?- Pregunto finalmente, mientras juego a pasar la pieza de madera de una mano a la otra, fijando mi atención en ella, para así esquivar la mirada de mi padre.
- Sí, ¿qué quieres?- Cuestiona en el mismo tono cortante que hace un momento.
- Si me podríais pasar el contacto de alguna que quiera participar en...- Ni siquiera me deja terminar.
- ¿Otro puto proyecto?- Suelta como si en realidad no fuese algo de lo que estar orgulloso.
- Sí, Audrey va a empezar a trabajar en otro, y ya que esta vez no puedo ayudarle activamente, pensaba que al menos podría darle un pequeño empujón haciéndole este favor.- Explico tratando de hablar lo más calmado posible, para que mi padre tampoco se altere más.
- No voy a meter a ninguna de mis pacientes en ese compromiso, las mujeres que han pasado por eso buscan el anonimato, y no meterse en un proyecto de una niña que no tiene ni idea de lo que hace.- Yo frunzo el ceño tras escucharle.
- Sí que sabe lo que hace, y seguirá estando asesorada por un especialista en nuestro campo.- Aclaro dejando la bola de nuevo sobre su escritorio.
- No lo sabe Calum, y tú has decidido abandonar mi consulta, con todas sus consecuencias, entre ellas que si quieres conseguir algo, te busques la vida, porque yo no pienso tenderte una mano para que luego me la muerdas y seas un desagradecido.- En ese momento me llevo ambas manos a la cara, para luego pasármelas por el pelo con desesperación.
- Es que eso no es así, te agradezco mucho la oportunidad que me has dado, pero no quiero trabajar en eso porque no me hace feliz, ¿tan difícil es de entender?- Me quedo unos segundos en silencio y al ver que no responde, decido volver a hablar.- Tampoco comparto el hecho de que veas eso más como un negocio que como lo que debería ser, un lugar seguro para la gente que acude a ti. Que tú eres feliz haciéndolo así, muy bien, tampoco te diré nada, pero no pretendas que siga ciegamente tus pasos, porque por suerte soy una persona con criterio y principios propios, y no voy a seguir lo que tú me digas por el simple hecho de ser mi padre, no porque me hayas dado un trabajo al acabar la carrera, que pensaba que lo hacías porque confiabas en mí y en mis capacidades, no para tenerme atado a ti y a tus decisiones toda la vida.- Cuando termino de hablar me doy cuenta de la velocidad acelerada a la que lo hacía, casi sin hacer pausas para respirar, por lo que me quedo unos segundos tomando grandes bocanadas de aire.
- Si eso es lo que piensas, ya sabes donde está la puerta.- Se limita a decir, mientras vuelve a girarse en dirección a los papeles que cubren su mesa.
- Pues de puta madre.- Doy un pequeño golpe con la palma de mi mano sobre la superficie de su escritorio, antes de empezar a caminar hacia la puerta, la cual abro y en cuanto estoy en el pasillo la cierro dando un gran portazo, lo que causa que mi madre salga del interior de su habitación.
- ¿Qué haces aquí?- Pregunta mientras se quita un auricular de una de sus orejas, observo que está vestida con ropa de deporte, así que seguramente estaría haciendo pilates.- ¿Y a qué vienen esos portazos?
- He venido a pedirle a papá que hablase con algunas pacientes, para un nuevo proyecto de Audrey y no ha ido bien.- Explico antes de morder el interior de una de mis mejillas, tratando de controlar mis nervios.
- ¿Audrey? ¿Habéis vuelto?- Yo bufo al escuchar que su único interés es ese.
- No, solamente le estoy ayudando como lo hice con el anterior.- Decido mentir para evitar un nuevo conflicto, ya que no tengo ganas de aguantar más sermones.
- Bueno Calum, creo que tu padre está en su derecho de no querer compartir información contigo de la consulta que tú has decidido abandonar.- Sonrío de forma irónica ante sus palabras al mismo tiempo que niego con la cabeza.
- Está claro que tenéis la misma mentalidad, lo que no sé es quién le ha comido la cabeza a quien.- Espeto antes de dirigirme a las escaleras, bajando por ellas al trote, ignorando el hecho de que mi madre esté pronunciando mi nombre, yo solamente busco salir de esta casa lo antes posible, para poder despejar mi mente.
En cuanto estoy en la calle, saco mi teléfono y tras buscar el número de teléfono de Audrey, presiono el lugar en la pantalla para que se realice la llamada, al mismo tiempo que busco en uno de mis bolsillos las llaves de mi coche.
![](https://img.wattpad.com/cover/226706974-288-k425210.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Burned out like a cigarette 2. (Calum Hood)
Fanfikce¿Dejar paso a los sentimientos o cerrarse a ellos? Escrita en colaboración con Lorena (@itsbluesidx)