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❝El arco iris no sale únicamente cuando hay lluvia, también lo hace cuando hay lágrimas, porque siempre indica que detrás viene el Sol.❞
Itachi se preguntaba el porqué de las cosas
¿Por qué el cielo es azul?
¿Por qué los perros ladran?
¿Por que los Ninjas deben sacrificarse por otros?
¿Que significaba dar tu vida por el bien de otros?
Eran demasiadas preguntas que normalmente un niño de su edad no debería tener rondando en su cabeza, pero Itachi no era lo que se calificaría como un niño normal, prestaba mucha más atención a su alrededor, se preguntaba dos veces el porqué de las cosas y acciones, sus pensamientos iban más allá de lo que alguien podría pensar de un niño.
Estando en el cementerio de Konoha tenía muchas cosas en su cabeza, veía a las personas dar sus condolencias y mostrar una falsa lamentación por alguien a quien en un pasado tacharon como mancha del clan, era curioso como alguien que una vez vieron como una molestia pasaba a ser alguien de respeto, aun pese que no estuviera, lo mismo iba al sentido contrario. Trataba de buscar entre los muchos miembros del clan que se presentaron alguien que mostrara real tristeza, fuera de un par de ancianos los demás no se veían realmente afectados, como si el hecho de que una vida tan joven se haya ido no importase mucho, como si fuera el orden natural de las cosas, Itachi no lo comprendía, pero trataba de hacerlo.
Su mirada siguió vagando hasta dar con una cara conocida, acompañada de otros chicos de su edad se encontraba Hinata, a diferencia de los adultos ellos si mostraban un velo de tristeza en sus ojos, sus orbes negros se centraron únicamente en Hinata y se sintió paralizado al advertir su mirada perdida. Para Itachi hay muchos tipos de miradas, las miradas de un padre orgulloso, las miradas cálidas de una madre, las miradas amables de los ancianos que te encontrabas en la calle. Para el una mirada era capaz de transmitir más que palabras.
Su padre tenía una mirada seria e imponente, podía ser severa y hacerte dudar hasta de tu propia existencia, pero también podía suavizarse y demostrar que en el fondo era una persona que se preocupaba por otros y sentía amor.
Su madre tenía una mirada cálida y maternal, ese tipo de mirada que te arrulla y te hace saber que nunca estarás solo.
Shisui tenía una mirada chispeante y juguetona, como si quisieran comerse el mundo y descubrir cosas nuevas.
Y Hinata tenía una mirada amable, tan amable que a veces se cuestionaba si esa amabilidad que expresaba no sería un impedimento para ser Ninja, también era tan brillante y llena de valentía, cuando Itachi veía a Hinata se sentía bien, sentía que el mundo no estaba tan mal, que aún había esperanza para un buen mañana.
Desde que conoció a Hinata la admira, ve en ella una fuerza que parece inquebrantable capaz de levantarse frente a las adversidades que buscan derrumbarla, para el Hinata Hyuga era el significado de una persona con una ardiente voluntad de fuego, sin importar que su clan no la consideraba así -algo que había escuchado en una conversación de sus padres donde su madre terminó elevando su voz- ella era mucho más valerosa de lo que la gente podría imaginar.
