➵ Los ojos que lo ven todo

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❝Y no se porque me duele si se supone que ya me habia acostumbrado❞

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❝Y no se porque me duele si se supone que ya me habia acostumbrado❞








Casi dos semanas pasaron para que Hinata fuera dada de alta, su condición había mejorado considerablemente prácticamente a como estaba antes, aunque le recomendaron tomar unos días más de descanso y no exaltarse en teoría podría regresar a su vida normal en poco tiempo, y en eso va el retomar como Ninja.

Durante el tiempo que estuvo en el hospital estuvo recibiendo visitas de todos sus compañeros de generación, Kurenai la había encerrado en un abrazo con ojos lloroso exclamando lo preocupada que había estado, Anko había gritado que como volviera darle ese susto ella misma la mataría, incluso Ko, el miembro de la rama secundaria de su clan, la había visitado, al principio estuvo renuente de que con el hayan venido los ancianos, para su suerte no fue así y el chico solo le expreso lo aliviado que estaba de que este bien y que todos en el clan la extrañan, esto último la hizo alzar una ceja de forma escéptica pero no comento nada.

También recibió la vista de la familia Uchiha, su sensei había acariciado su cabeza y le había dado una pequeña sonrisa de suaves palabras "Me alegra que estas bien" aunque cortas fueron especiales. Mikoto la abrazo de una manera tan afectuosa y maternal que sin quererlo sus ojos se habían cristalizado, pues con ese simple gesto recordó lo que se sentía el cariño maternal que casi creía haber olvidado. Itachi, y para su sorpresa, Shisui quien había ido con ellos, saltaron encima de ella abrazándola, se asombró con Itachi ya que conoce al pequeño y sabe que no es tan afectuoso o demostrativo.

—Ya estoy bien — había dicho con una sonrisa queriendo borrar la tristeza de los ojos negros de ambos menores

—¡Debes estarlo! ¿Si no como nos casaremos? — la elocuente respuesta de Shisui le saco una pequeña carcajada

Itachi la había mirado en silencio sin decir nada, cuando es hora de irse fue nuevamente sorprendida por Itachi abrazándola con sus brazos rodeando su cuello, cuando ella estaba por responderle el abrazo las palabras del niño la congelaron.

—Si no estás bien no tienes que fingir. Yo te cuidare, Hinata-san

El niño no le dejo decir nada cuando se había separado de ella y corrido fuera de la habitación. Hinata podía decir que Itachi era un niño bastante singular, teniendo siempre las palabras que uno no espera escuchar, comprendiendo la situación con una mirada, siendo tan listo que puede volverse su cruz. Itachi es un niño talentoso, demasiado talentoso, por eso Hinata teme por él, porque este mundo no vacila en tomar cada gramo de ti, exprimiendo tu ser y utilizándolo a su favor; ese pensamiento fuera de ella la había aterrado porque no era algo que ella pensaría, no era que tan siquiera se lo plantearía.

Camino carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora