➵ Reunidos

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❝La vida es un reto, vívela, siente, ama, ríe, llora, juega, gana, pierde, tropieza, pero siempre levántate y sigue❞

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❝La vida es un reto, vívela, siente, ama, ríe, llora, juega, gana, pierde, tropieza, pero siempre levántate y sigue❞










-¿Co... cómo? ¿Cómo puede ser posible? - nunca en sus trece años kakashi se había sentido tan desconcentrado, agotado y frustrado como en ese momento. Su cabeza era una maraña de pensamientos que chocaban como olas rompiéndose en la orilla, su mente siempre pensaba con lógica y encontraba soluciones y respuestas que fueran dentro del círculo de la realidad humana

Sin embargo por más que intentara no lograba encontrar alguna razón lógica de que frente a él este su compañero de equipo Obito Uchiha, el mismo que dio su vida por ellos, el mismo que no pudo salvar, el mismo que vio aplastado bajo una enorme roca y en su último aliento le ofreció su sharingan.

-¿Cómo...? - volvió a repetir sin poder terminar la pregunta

-Es una larga historia - contesto con simpleza, como si no fuera la gran cosa, como si seguir vivo no fuera algo de sorprenderse. Kakashi volvió a abrir la boca pero no tuvo de pronunciar nada cuando el pelinegro se giró en dirección a su compañera castaña, la cual el Hatake no había notado hasta ese instante - Rin - la llamo con seriedad y la castaña paso saliva, imaginándose lo que le preguntaría - ¿Cómo está?

-Ahora está en cirugía - al ver que su respuesta no pareció complacer al pelinegro se apresuró en agregar - N-no es seguro, pero escuche que hay altas posibilidades de que Hinata pueda despertar si todo sale exitosamente

Obito asintió quedando pensativo.

Kakashi por otro lado miraba a Obito y a su compañera, su cabeza atando cabos cuando la castaña le rehuyó la mirada, se puso de pie encarando con incredulidad a su compañera de equipo.

-Tú lo sabias - no fue una pregunta, estaba seguro. Por mucho que fuera irreal debía aceptar que el chico frente a él no era otro más que su compañero que creyó muerto

Los ojos cafés de Rin lo vieron con nerviosismo.

-Kakashi... yo

-No la culpes - Obito volvió a hablar sin mirar a ninguno de los dos - Yo le pedí que guardara el secreto

«¿Qué?» escupió su mente en un rugido

Camino hasta quedar frente a Obito, enfrentándolo con su único ojo visible. Apretó los dientes y sus manos fueron al cuello de la capucha que el pelinegro lleva, él no lo mira siquiera un poco alterado.

Camino carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora