➵ Lo que prometí

940 95 34
                                    

❝Quién no ha caído nunca, no tiene una idea justa del esfuerzo que hay que hacer para mantenerse en pie❞

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

❝Quién no ha caído nunca, no tiene una idea justa del esfuerzo que hay que hacer para mantenerse en pie❞













No sabe cuántos días han pasado. Era su primera vez estando tanto tiempo en el hospital y ya se está acostumbrando al blanco techo y al constante sonido de la máquina que marca los latidos de su corazón.

No ha hecho más que estar acostada, sus articulaciones las siente entumecidas y de tanto estar postrada en la camilla su cabeza empezó a doler en la parte posterior del cráneo. Cada cierta hora una enfermera viene a chequear su estado, no dice nada y ella tampoco; varias veces quiso preguntar cuándo podría abandonar el hospital, cuanto tiempo llevaba.

Su mano se movió alrededor de su pecho hasta rozar la delgada cicatriz casi a la altura de su corazón, era una cicatriz apenas visible que debía enfocarse mucho para verla y tenía una elevación apenas perceptible, cada que la tocaba así sea en un roce accidental se sentía extraña, como si un nudo se formara en su estómago.

Había intentado buscar su último recuerdo, pero extrañamente sentía como si hubiese sido hace mucho, paso un par de horas en eso hasta que pudo dar con su última memoria.

Recordó estar en una misión con kakashi y Rin, recordó que fueron atacados y habían intentado secuestrarla pero Rin había tomado su lugar con un Jutsu de transformación, kakashi y ella habían ido a rescatarla, Rin había dicho que la asesinaran y kakashi negado, recuerda a ella perseguir a Rin y haber evitado que hiciera lo que tenía planeado, creyó haber evitado una catástrofe, se confió y bajo la guardia, luego de eso recuerda sentir algo atravesarla y ver la cara de Kakashi con una expresión petrificada, después todo se volvió oscuro.

"—Hinata..."

Parpadeo y miro a los lados ¿alguien la había llamado o fue su imaginación?

"— ¿Hinata?... Hinata, onegai, abre los ojos"

Esa voz de nuevo, siente que la conoce. Como si fuera una nube oscura en su memoria que empieza a desvanecerse una figura borrosa empieza a materializarse en su cabeza.

"—No, no, no... Por favor, Hinata"

Entre la bruna borrosa de su mente logra visualizar una persona, pero está demasiado nubloso para identificarla. Trata de concentrarse teniendo la necesidad de descubrir de quién se trata.

—¿O... bito?

Fue apenas como un flash, escucho su propio voz y por un breve instante la imagen se aclaró lo suficiente para que pudiera identificarlo, pero eso no era posible. El rostro que apareció en su cabeza no podía ser un recuerdo... no puede ser.

Camino carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora