❝Un amigo es como un trébol, es difícil de encontrar y da buena suerte❞
—¡Fea!
—¡Esos ojos dan miedo!
—¡Monstruo!
Con cinco años la fortaleza de un niño puede ser tan frágil como un cubo de hielo puesto en pleno verano, pero para un niño que creció en los terrenos Hyuga, rodeada de ojos blanco que criticaban cada uno de sus movimientos la fortaleza era algo que debía aprender a endurecer tan pronto tuviera conciencia, mas eso no quitaba que las palabras y los continuos golpes dejaran de doler.
Hinata Hyuga, heredera de la rama principal. De ella se esperaba una heredera inigualable y con carácter, desafortunadamente no fue lo que los altos mandos Hyuga esperaron, su naturaleza tímida y amable la hacían ser tachada débil, bajo los ojos de los Hyuga era una deshonra.
Su propio padre la mirada con ojos decepcionados y le daba la espalda. En los pasillos de la mansión escuchaba los murmullos a su persona, que sinceramente no se molestaban en si los escuchaba o no. Su corta vida estaba, tristemente, acostumbrada a los insultos, desprecios y golpes.
Por eso miraba al suelo soltando gruesas lágrimas.
Por eso se mordía su lengua incapaz de defenderse y aceptando los insultos del trió frente a ella.
Por eso no se enfadaba o sentía tristeza, era casi neutral.
Por eso... simplemente estaba como una muñeca.
Esperaba que acabaran, era algo rutinario, la molestaban, se burlaban y luego se iban, ya habia pasado por eso más veces de las que podía recordar. Esperar era lo único que le queda.
Oh no.
Una pequeña variable fuera de de lo común desestabilizo el momento.
—¡Hey, deténganse! — Hinata, mas por curiosidad que porque alguien estuviera interviniendo alzó la cabeza. Un niño de cabellos cortos negros en punta y ojos del mismo tono sobre los que llevaba unas enormes gafas estaba parado a unos pasos con una pose altiva
—¿Quien eres tú? — inquirió molesta una de sus abusivas, una niña de corto cabello castaño y ojos del mismo tono
—¡Soy Uchiha Obito, el próximo Hokage, y demandó que la suelten!
El trió lo miró con una ceja alzada antes de estallar en carcajadas. Aun con curiosidad Hinata no habia apartado sus cristalinos ojos por las lágrimas del niño.
—Nadie tan patético podría llegar a ser Hokage — dijo uno del trió, dos niños y una niña, el que acababa de hablar tenía el cabello negro y ojos morados, el otro, que seguía riendo ligeramente tenia el cabello castaño oscuro y ojos negros
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Camino carmesí
Random→ Te convertiste en lo mas importante para mi, y sin darme cuenta, ya te amaba ¿sera muy tarde para expresar mis sentimientos?