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❝Ser tu mismo en un mundo que hace lo posible para hacerte semejante a los demás, es la batalla más difícil del ser humano❞
Durante los últimos meses muchas cosas habían pasado.
Volvió a presentar el examen chunnin y logró pasarlo con éxito, uno de sus compañeros de generación murió recientemente, las misiones se volvían más frecuentes y tanto agotadoras como peligrosas.
Se esforzaba al máximo por sobrevivir y ser de utilidad para sus compañeros, sin embargo para lo unico que podia colaborar es curando sus heridas, sus habilidades de combate no eran impresionantes como las de kakashi y no sabia ningun Jutsu sorprendente como Obito.
Habia ocasiones que se sentia inutil, esos pensamientos los obligaba a irse y los reemplaza por una sonrisa, bastandose en animar y ser protegida por sus compañeros. Pero había llegado el punto que ya no quería eso, no quería ser sólo la Ninja médico que debía esperar que salieran heridos para sentirse util, tambien queria pelear junto a ellos.
Obito siempre buscaba protegerla a toda costa al igual que kakashi, y aunque sabía que lo hacían con buena intención no podía evitar el pensamiento de que la consideraban débil.
Y más allá porque fuera una chica era porque era ella. Ella que no tenía nada especial, no venía de un extraordinario clan, no era hija de un Ninja con renombre, menos tenía un talento o habilidades Ninjas especiales.
Era todo lo contrario a Hinata Hyuga.
Admitía que nunca fue insegura, veía el lado positivo de las cosas.
No obstante no podía evitar ver a Hinata Hyuga y sentir una pizca de envidia.
Ella era de un afamado y poderoso clan.
Tenía habilidades magníficas que la volvían una fuerte Ninja.
Aunque no era muy confiada en sí misma demostraba una fortaleza tan fuerte y ardiente como las llamas de una hoguera, y Rin admiraba eso.
Sabía que Hinata Hyuga no tenía una vida fácil, le quedó claro cuando luego de la misión en que Isamu murió terminó herida y estuvo varios días en el hospital, días en los que no se vio ningún integrante de su familia presentarse.
