➵ La decisión de Obito

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❝Nuestro persistente poder de determinación puede domar fácilmente a todos nuestros descarriados y renuentes pensamientos❞

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❝Nuestro persistente poder de determinación puede domar fácilmente a todos nuestros descarriados y renuentes pensamientos❞








Acostada en su cama con las manos sobre su estómago Rin encaraba el techo de su habitación sin realmente ver algo en particular, pequeñas bolsas oscuras de ojeras bajo sus ojos marcaban su rostro, su cabello castaño estaba enmarañado y solo llevaba por ropa una piyama de dos piezas naranja bastante simple.

En la pequeña mesa junto a su cama un plato de arroz con curry sin tocar descansaba, su madre se lo habría preparado especialmente sabiendo que era su plato favorito, pero ni siquiera eso la incentivo a mover un músculo, lo lamentaba por su mamá que puso esfuerzo en preparar la comida, sencillamente no tenía apetito, sentía que su sistema era incapaz de digerir cualquier cosa. Muy apenas habia tomado agua, sabia que lo que estaba haciendo no era sano, como Ninja su salud iba primero, mucho más si se trataba de una Nin-médico en proceso, debe procurar estar bien alimentada y llena de energía, pero no podía evitarlo.

Desde hace tres días que despertó en su habitación luego de aquel doloroso proceso del cual poco recordaba no habia hecho mucho por salir de su casa, de hecho además de ir al baño no abandonaba su habitación. Únicamente habia recibido una visita de Kurenai, la pelinegra le habia contado sobre que Kakashi habia despertado unas horas después de llegar a la aldea, de lo que si no le dio razón fue del estado de Hinata.

Sabía que estaba actuando como una cobarde, ocultándose en las paredes de su habitación, huyendo de lo que estaba sucediendo fuera. Pero es que cada vez que cierra los ojos solo puede ver el rostro de Hinata con sangre en los labios y la herida en su pecho recordandole lo inútil que habia sido en ayudar a una amiga, recordandole que para empezar toda esa situación comenzó por ella y su impulsiva decisión. Por creer que estaba tomando la decisión correcta no solo arriesgó su vida, también la de sus amigos.

¿Hinata estaría muerta? el solo pensar que si la estremecía de tristeza y culpa.

Se movió sobre su cama poniéndose de lado con las manos unidas bajo su cabeza. Como si no se sintiera lo suficiente mal tenia esa extraña cosa dentro, no sabía que era pero cada vez que lo pensaba se encogía asustada.

Puede que sonara ingenua, quería dormirse y al despertar que todo fuera un sueño. Pero sabia que todo era...

—Rin — su cuerpo se tenso y se reincorporo de golpe girando y moviendo con rapidez sus ojos cafés hasta detenerlos en una figura en una esquina de la habitación

Camino carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora