Una Sacerdotisa en Twisted Wonderland (EN PAUSA)

Capítulo 13: "El jardín escarlata"

Una sacerdotisa en Twisted Wonderland

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"Todo tiene un compromiso moral, si usted lo puede encontrar."

- Lewis Carroll

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Capítulo 13:

"El jardín escarlata"

Llegar al dormitorio Heartslabyul fue una experiencia tranquila y nada fuera de lo normal. La sensación de traspasar el halo de luz dentro del espejo era una muy similar a la vez que cuando Shiori y los chicos viajaron a través del espejo de la oscuridad hacia la mina de los enanos, solo que la única diferencia era que la vista era aún más espectacular para la mirada carmesí de la joven.

El dormitorio Heartslabyul era un lugar en donde el decorado está sumamente cuidada al detalle. Los arbustos en forma de corazón adornado con rosas rojas, la elegante fuente de la entrada principal, los grandes laberintos hechos de arbustos y el dormitorio con la bandera del emblema del dormitorio, sin duda alguna el lugar combina demasiado bien con el lema de la casa.

- ¡Howoah! ¡Esto es hermoso! ¡Esto no se compara para nada como la nuestra Shiori! – Exclamó asombrado Grim mirando hacia todos lados.

- Es hermoso – Dijo Shiori admirando las rosas. Ella sentía que podría estar aquí todo el día y nunca cansarse. Todo le resultaba cada vez más mágico.

- Esto es malo, muy malo. – Se escucho una voz a la entrada del laberinto. Los jóvenes junto con el gato, curiosos por saber el origen de la voz, se adentraron a la entrada del laberinto solo para presenciar, no muy lejos de ellos, a un joven alto de cabellos anaranjados y con un tatuaje de diamante en su cara pintando un puñado de rosas blancas con pintura roja. – Tengo que pintar estas rosas rápido. – Exclamó el joven del tatuaje de diamante mirando el reloj de su teléfono.

- Oh, hay alguien aquí – Habló Grim llegando último al lugar.

- Oh, cuidado. – Mencionó el joven al verlos merodear muy cerca de la zona de trabajo. - Si dejo algo sin pintar, perderé la cabeza.

Pequeños fragmentos del sueño de Shiori corrieron por su mente al ver al chico con la lata de pintura pintando las rosas blancas. De algún modo todo esto generó un gran sentimiento de deja vu, por lo que Shiori aguardó silencio durante mucho tiempo. Tanto que incluso no se percató que el joven, quien había dejado las latas y el pincel a un lado ya se había acercado a los visitantes.

- ¿Hmm? – Dijo el pelinaranja mirando a Shiori ausente en sus pensamientos. - ¿Todos ustedes necesitan algo? – Preguntó el joven a su vez que Shiori salía de sus pensamientos.

- ¿Qué haces con todo eso? – Ace preguntó señalando las latas vacías abandonadas a un lado.

- ¿Esto? Como pueden ver, estoy pintando las rosas rojas. – Sonrió el chico del tatuaje de diamante mientras les enseñaba los rosales ya pintados.

- ¿Eh? ¿Por qué lo haces? – Preguntó Deuce alzando una ceja mientras los demás miraban al joven de igual modo. Al chico pelinaranja no le molesto en lo absoluto las miradas de los demás por lo que siguió su charla alegremente.

- Hmm ¡Sus reacciones me resultan muy tiernas! – Exclamó el joven mirando detenidamente cada cara. – Ahora que los miro bien, ustedes son los estudiantes de primer año que rompieron ayer un candelabro de diez millones de madols. - Ante la declaración del joven tanto Ace como Deuce portaban un aura de depresión al recordar todo lo que tuvieron que hacer para evitar ser expulsados del Night Raven.