Capítulo 34

418 27 20
                                    

  Lucia Galán.

  Tal como me lo dijo, así lo hicimos. Fuimos a la casa, que para nuestra suerte estaba vacía, entramos,  sacamos todas nuestras cosas y rápidamente nos fuimos de ahí.

  Engracia Cuervo.

  —¿¡Cómo es posible que seas tan estúpida!? —le grité a Valeria en una calle solitaria.

  —¿¡Y qué culpa tengo yo de que tu dejes tu celular en las manos de la tarada de tu hija!?

  —Se lo dejé por qué te dije que no me llamaras!!! Además la imbécil sos vos ¡¿COMO NO RECONOCES SU VOZ?!
 
  —ASH!! Ya no importa eso!!! Igual los podemos seguir separando!!

  Me cruzo de brazos y miro con desprecio a Valeria. —Si. Con la pequeña diferencia que AHORA SABEN QUE SOY YO LA QUE LOS QUIERE SEPARAR!!

  —Sabes que no me importa que sepan? —me contesta. —Sea como sea, yo me voy a quedar con Joaquín. Aunque tenga que sacar a Lucia del medio para tenerlo.

  —¿QUE ESTAS DICIENDO, LOCA?!

  No me gustaba nada lo que esta chica estaba insinuando en contra de Lucia.

  —Lo que escuchó, señora. Usted si quiere deja de lado todo esto, pero Joaquín será mío.

  Me dijo esto y se largó de ahí. La verdad es que me dejó bastante preocupada por los chicos  sobretodo por Lucia.

  No sé que hice, con quién me involucré solo por intentar separarlos.

  Lucia Galán.

  Llegamos al departamento de Joaquín, entramos y acomodamos todas las cosas.

  Me quedé viendo nuestras cosas juntas en la habitación matrimonial, apoyé mi cuerpo en el umbral de la puerta y, cruzada de brazos sonreí.
  Jamás pensé que estaría así con mi hermano, pero me encanta.

  —En que piensas, reina? —pregunta apoyando sus manos en mi cintura.

  Vuelvo la mirada hacia él y le sonrio. —En vos... En que te amo.

  Me sujeta del mentón suavemente y deja un beso en mis labios. —A ti quién te obliga a ser tan tierna.

  Sonrio en sus labios. —Nadie..—contesto sin separarnos.

  El beso se hace más fuerte. Lento, pero tremendamente fogoso.

  Joaquín baja sus manos a mi trasero y acerca más nuestras partes. Voy bajando mis manos por su torzo, sacando todos los botones de la camisa, hasta que por fin la saco. Él me toma una pierna y la deja en su cintura, hace que sienta lo duro que está bajo su pantalón, mientras, sin dejar de besarme, mete la mano debajo de mi blusa. Acaricia mi espalda en una mezcla de ternura y deseo, eso hacia que me estremeciera en sus brazos. Con sus hábiles dedos soltó mi sujetador, pronto sacó mi blusa y mi sujetador. Nuestros pechos se fundían en uno solo.

  Comenzamos a caminar sin separar los labios y caí en la cama con él sobre mi cuerpo. Sus besos bajaron por todo mi cuerpo, nos despedimos de las últimas prendas que nos quedaban e hicimos el amor, como hace mucho no lo hacíamos, pero a los dos nos hacía falta.

  Al terminar me encontré abrazada al hombre que amo. Ambos desnudos en la cama de ese departamento.

   A los pocos minutos Joaquín también despertó, se sonrió y me besó con amor.

  —¿Qué te gustaría comer, mi reina? —pregunta con dulzura, acariciando mi pelo aún al lado mío.

  — Hm.... ¡Pasta! Si, eso quiero. —le hice ojitos y volvió a besarme.

  —Lo que quieras, hermosa. —acuario mi mejilla para después comenzar a vestirse.

  Yo me quedé en la cama acostada un rato más, hasta que escuché su llamado a comer.

  Me puse una de sus camisas gigantes y un abrigo para y a cenar con él. Al llegar vi que todo estaba perfectamente arreglado con velas, dos copas de vino y los platos.

  Me lancé a abrazarlo y nuevamente le dije lo que sentía; "te amo" susurré y me besó. Me tomó como princesa y me dejó sentada en la silla para comenzar a comer.

  Pasaron dos días de perfección pura al lado de Joaquín, hasta que durante la tarde de un Viernes se nos apareció mamá en recepción. Nos llamaron desde ahí y ambos bajamos.

  Yo no supe como reaccionar. Joaquín, en cambio habló—. ¿Qué haces acá, Engracia?

  —Señor, la mujer dice ser su madre, ¿es verdad? —me pregunta el chico que trabaja ahí.

  —Si. —contestó en seco. —Nos dejas solos?

  —Como guste. —se retiró.

  Joaquín Galán.

  —Subamos a su departamento y déjenme explicarles porque estoy aquí. —pidió Engracia, pero me negué.

  —Vamos a una cafetería. —sugirió Lucia. Asentí y nos dirigimos hacia allí.

  La mujer mayor se sentó en total silencio frente a mi y a Gachi, quien me estaba apretando la mano con preocupación.

  —Que quieres? —pregunté.

  Comenzó a explicarnos que tuvo una pelea con Valeria, y que básicamente estaba muy asustada por Gachi, nos dijo que la mina está loca y que no se va a detener ante nada.

  Cuando terminó de decir todo lo que debía miré a Lucia y parecía estar tremendamente horrorizada.

  —Y como nos aseguras que no es solo otra de tus trampas para separarnos? —pregunté con seriedad mientras abrazaba a Lu.

  —Créanme, por favor. O por lo menos cuídense. Esa mujer está loca.

  —Habló la más cuerda. —dije con sarcasmo alzando una ceja.

  —Por favor, perdónenme. Si, estaba loca, no sé lo que me pasaba por la cabeza. Si quieren me voy de esta ciudad y no me ven más el pelo, pero cuídense de esa mujer.

  —Has lo que se te de la gana. Gracias por informarnos de eso. Nosotros nos vamos. —tomé la mano de Gachi y la dejamos a ella sentada—. Ah, sí! Y no te vuelvas a aparecer por nuestro departamento. —dije dándole la espalda y ahora sí, nos fuimos a casa con Lu.

  Pasaron dos semanas desde que vimos a mamá, literalmente no sabemos nada de ella, y quizá eso sea lo mejor.

  Los primeros días, Gachi estaba muy asustada, pero de a poco se le ha ido pasando el miedo.

  Ella recién salió a comprar algo para cenar y yo me quedé ordenando la mesa.

  Cuando llegó venía llorando desesperadamente.
.
.
.
.
.
.
Otro capítulo para ustedes, que espero hayan disfrutado un montón, y les digo que se preparen sicólogamente para lo que viene.

  anonimook6 gachius

 

 

Amor De Hermanos [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora