No te tengo miedo/Loser Club, Henry Bowers y tú/

Capitulo 3.- La escuela.

(sueño)
Me perseguía ese señor encapuchado, corría por largos pasillos.
Estaba vestida con ese vestido azul pastel, el cual tenía sangre.
Corría mientras el ladrón solo murmuraba "flotarás"
Caí, el ladrón se paró frente a mi después sacó la pistola y me disparó.
(Fin del sueño)
Me levanté gritando y llorando, pronto entró mi madre en una bata. Acarició mi cabello hasta que me tranquilizara.
Miré el reloj que había puesto a un lado de mi cama el cual marcaba que eran las 5:03 a.m.
- será mejor que te cambies- dijo mi madre para después salir de mi habitación.

Me vestí, me puse unos pantalones los cuales me quedaban algo grandes así que los aseguré con un cinturón.
Arriba solo me puse una gran sudadera, (a mi madre no le gustaba que me vistiera así pero no tenía ánimos de buscar algo).
Mire otra vez el reloj, 5:38 a.m.
Caminé en calcetines hasta el baño, limpié mi cara.
Regresé a la habitación, me recosté de lado viendo la pared.

- ¡A desayunar!- gritó mi madre desde abajo.

Me levanté y caminé hasta el comedor. Mi madre me puso el plato enfrente de mi, luego ella se sentó.

- sabes que no me gusta que te vistas así- ella tomó mi mano- pero no puedo negar que hasta desarreglada te ves hermosa- dijo con una sonrisa en el rostro.

Le regresé la sonrisa, era la primera vez que no se quejaba de mis grandes sudaderas.
Desayunamos. Miré el reloj de la cocina, 6:21 a.m.

- ve a lavarte los dientes- dijo mi madre mientras recogía los platos.

Me levanté y lavé mis dientes. Fuí a mi habitación y me puse mis tenis, antes eran blancos ahora eran marrones, pero me gustaban así.
Me fijé y ya eran las 6:30, que rápido paso el tiempo. Dentro de una hora tendría que estar en la escuela.
Tomé mi mochila y me la pasé por los hombros. Estaba lista para salir. Pero regresé, tome un libro y lo eché dentro de la mochila, sentía que me faltaba algo. Mire el reloj, 6:39 a.m.
Luego recordé, abrí el cajón de ropa interior y saqué el pequeño pastillero dividido en horas.
Miré una última vez el reloj, 6:41 a.m., sin más salí de la habitación.
Llegué a la planta baja, fui a la cocina y tomé un vaso, lo llené de agua y después trague la primer pastilla del día, después al notar mi nerviosismo, corrí a mi cuarto y saqué un bote con pastillas, tomé una pastilla y corrí de nuevo a la cocina, espero y me ayude con mis nervios.
Miré el reloj, eran las 6:48.
Iba a salir, para irme, no quería llegar tarde.
- yo te llevo- dijo mi madre.
- está bien- conteste.

Subimos al auto y como aún faltaba un poco de tiempo, mi madre me llevó a comprar algo para el almuerzo, me decidí por un jugo de naranja y unas cuantas paletas, claro también tome un paquete de goma de mascar, según mi psicóloga "me ayuda", según mi dentista "es un mal hábito".
Subimos al auto, miré el reloj, el cual era de mi padre y marcaba 7:13 a.m.
Mi madre me llevo hasta la escuela. Estaba ahí en el auto, la estúpida pastilla no había ayudado en nada. Mi madre tomó mi mano.

- recuerda que no estaré en casa, no le habrás a nadie, no intentes nada que puede incendiar la casa y no te....- la interrumpí.
- no te olvides de tu medicamento, ya lo sé mamá- dije rodando los ojos.
- te deje el dinero suficiente, está en la caja de tus medicinas- dijo.
Salí del auto.
- recuerda que te amo- me dijo desde el auto.
- yo también mamá- respondí.
Ella sonrió y puso en marcha el auto.
Ahora estaba frente a una escuela donde no conocía a nadie.
Suspiré y entré. Para mí sorpresa habían demasiados adolescentes.