Capitulo 11.- Dándole ánimos a Bill.

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Caminamos hasta llegar arriba.
Abrí el cajón y saqué mis pastillas. Las tome y volví a cerrar el cajón.
Me tiré en la cama, vi como Bill se sentaba en una esquina.
- ¿así qué tú eres el líder del grupo?- pregunté.
- n-no me gusta ese t-término pero se p-podría decir que si- dijo el.
- ¿tus padres no se enojaran si no llegas a tu casa temprano?- pregunté.
Bill bajo la mirada.
- m-mis padres no m-me notan desde que d-desapareció mi h-hermano- dijo triste.
Lo mire.
- sabes Bill, yo también perdí a alguien muy importante para mi- el levantó la vista- el verano pasado, mi padre, murió- dije triste.
Ambos estábamos tristes, me acerque lentamente a Bill quien se le notaba más triste. Lo abrace, pronto el también me abrazo y escuché sollozos de su parte.
- f-fue mi c-culpa- dijo el entre sollozos.
- no Bill, no es tu culpa, es algo que tú no puedes controlar, se que lo encontrarán, vivo.

Realmente sabía que en la mayoría de desapariciones no volvían vivos a sus casas, pero tengo que darle esperanzas a Bill.
El sorbió su nariz y se apartó de mi.
- g-gracias por e-escucharme- dijo el con su nariz roja.
- no hay de que- dije con una sonrisa.
El miró mi reloj, 7:16 p.m.
- c-creo que d-debo irme- dijo.
- está bien- conteste.
Lo acompañe hasta la puerta.
El dejo las cosas en mi casa, después las recogería, el se fue en su bicicleta llamada Silver.
Cerré la puerta y regrese a mi cuarto.
Ese día ni siquiera sentí que debía tomar pastillas.
No tenía sueño, así que abrí mi clóset y saqué el cómic.
Lo leía atenta. Estaba encantada.
De pronto escuché ruidos abajo.
Cómo buena persona miedosa, me tape de pies a cabeza con mi manta. Después de unos minutos razone y me di cuenta que esa manta no me mantendría viva si alguien me atacaba.

Tome un premio de ciencias que había ganado el año pasado y camine a paso lento. Baje las escaleras y fue ahí cuando lo vi.
Vi al encapuchado, sostenía un manojo de globos, el me saludaba.
Quede en shock, pronto reaccione, después de una exploción, todo se había ido.

Camine lento a mi cuarto.

Me recosté y me quedé dormida pensando en la alucinación que acaba de ver.

No te tengo miedo/Loser Club, Henry Bowers y tú/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora