No te tengo miedo/Loser Club, Henry Bowers y tú/

Capitulo 46.- Maldito posesivo.

Durante el camino todos nos mantuvimos en silencio, tenía mi rostro escondido entre mis manos, intentando no sollozar.

El auto sé detuvo frente a mi casa.
Abrí la puerta del auto rápidamente, corrí a mi casa.
Mis manos temblaban, pero aún así logré abrir la puerta.
Estaba apunto de cerrarla cuando Henry se interpuso.
Con todas mis fuerzas intenté cerrar la puerta, pero Henry la empujó. Caí al suelo, me puse de pie rápidamente y corrí por las escaleras.
Entré al baño, justo cuando cerré la puerta, Henry llegó. Intentó abrir la puerta varias veces, hasta que se cansó.

- abre la puerta.- ordenó.

Me alejé de la puerta, me metí en la bañera, aún llorando lleve mis piernas hasta mi pecho y las abracé.

- ¡abre la maldita puerta!.- gritó está vez Henry.

Tomé aire.

- ¡no!, Es mejor que te vayas, porque tú y yo no somos nada de ahora en adelante.- dije entre sollozos.

Creí que Henry se había ido, pues se escuchó como bajaba las escaleras y cerraba la puerta principal.

Me levanté lentamente de la bañera, limpie mi rostro.

Abrí la puerta lentamente, busque a Henry con la mirada, lo único que vi, fue mi bicicleta tirada en el primer piso.

Al no encontrar ningún rastro de Henry. Camine directo a mi cuarto. Cuando entre, la puerta se cerró sola y pude ver a Henry.

Corrí a la ventana, no quería verlo, pero el me tomó por la cintura e hizo que ya no pudiera avanzar.

Me volteé y comencé a golpear su pecho, quería que me soltara.

El chico me abrazo, intentando calmarme. Lo golpeé en un costado del torso, haciendo que me soltara. Pero, en vez de salir por la ventana, me quedé en mi lugar, esperando una explicación.

El chico se erguió e intentó volver a abrazarme, retrocedí dando a entender que no quería ningún tipo de contacto física viniendo de él.

El chico se sentó, en cambio yo, me crucé de brazos.

- ¿Por qué?.- rompí el silencio.
- ¿Qué?.- Preguntó él.
- ¿Por qué hiciste lo de hoy?.- pregunté sin mirarlo a los ojos.
- ¿de qué hablas?.- dijo el chico confundido.

Me acerque a él.
- ¿en serio no sabes?, Me refiero a ¿por qué golpearon a Richie? Y ¿Por qué me trajiste así?.- dije furiosa.

El chico se puso de pie, restando los pocos centímetros que nos dividían.

- porque tú misma me dijiste que en público, tú y yo no éramos nada.- dijo mientras ponía uno de sus dedos en mi pecho, enpujandome lentamente.- a parte, te traje aquí, porque ya te había dicho que no te quería ver vagar por ahí con ese marica.
- ¡¿Qué parte de que no soy un objeto no entiendes?!.- grite.- no soy un objeto, no soy tuya, si, tal vez el otro día dije que era tuya, pero no soy un objeto, si te dije eso es porque te tengo miedo, Henry, te tengo miedo.- añadí.

En los ojos de Henry se reflejó tristeza pura. Podía ver como el chico se había puesto triste.

Me abrazó.
- perdóname, perdóname.- dijo rápidamente.- no, no era mi intención causarte miedo, pero, no lo se, hasta yo mismo me tengo miedo, no soy yo, es algo, algo me mantiene así y yo no puedo evitarlo.- dijo llorando.

Si bien, al principio me negué a abrazarlo, pero al final decidí abrazarlo.

- solo, prométeme, que vas a entender, que no soy tuya, e intenta comportarte mejor, ¿Entendido?.- dije
- si, entendido.- repitió el chico.