No te tengo miedo/Loser Club, Henry Bowers y tú/

Capitulo 27.- A la cantera.

Mis ojos se abrieron, extendí mi brazo, Henry no estaba.
Las cosas con Henry eran complicadas y ambos lo sabíamos, pero realmente no sabía hasta que punto lo soportaría.
Me senté, la ropa con la cual había dormido estaba sobre la silla de mi escritorio.Bostece y me estiré.
Me levanté y camine directo a la silla, recogí toda la ropa y baje hasta el cuarto de lavado, después solo deje la ropa en el cesto de la ropa sucia, después la lavaría.
Camine hasta llegar a la cocina, donde me serví un poco de cereal. Pensaba en todo lo que sucedía, no lograba comprender nada. Cuando me lleve una segunda cucharada a la boca, me di cuenta que el cereal ya se había puesto en esa consistencia pastosa.
Tiré la "pasta" a la basura y lavé mi plato.
Por lo que sabía hoy haríamos a la cantera.
Subí las escaleras rápidamente.
Busque algo para ponerme, como sentía que este día sería caluroso, decidí terminar eligiendo un short y una camiseta holgada.
Me bañe, fue una ducha rápida, quería ir a la cantera y encontrarme con mis amigos, era la primera vez que iba a la cantera y quería conocerla lo antes posible.
Termine de cambiarme, me mire en el espejo, lucía bien, en mis rodillas se veía un rasguño casie cicatrizado.
Recogí mi cabello y me coloque mis gafas de sol.
Tome mi mochila y comencé a meter lo que necesitaría, una toalla, bloqueador, mi pastillero y una pequeña botella de agua. Me puse unos tenis azules que tenía mucho que no utilizaba, pero los otros estaban demasiados sucios como para usarlos.
Tomé un poco de dinero y baje las escaleras, tomé mis llaves y salí de mi casa. Caminé hasta llegar a una pequeña tienda.
Entré, en la caja atendía un muchacho jovén, sus pecas marcaban una línea en su cara y sus ojos verdes lucían hermosos en contraste de su piel bronceada.
Tomé una botella de gaseosa del pequeño refrigerador, después tome una bolsa de papas fritas y un paquete de goma de mascar.
Deje todo sobre la mesa que nos dividía.
El chico recorrió todo mi cuerpo con la vista, después se enderezó.

- ¿sería todo?.- dijo.
Asentí. Una sonrisa se asomó en la cara del chico.

- ¿eres de aquí?.- dijo mientras se apoyaba en la mesa.
- si.- dije.- ¿tardará mucho?, necesito irme ahora.
El chico negó.
Deje el dinero en la mesa.
- quédese con el cambio.- dije mientras tomaba mis cosas.
- gracias.- dijo.

Salí de la tienda, tome un poco de goma de mascar y comencé a masticarla.

Estaba tan emocionada, no importaba nada en ese momento, solo la cantera.
Caminaba por la calle, hasta que logré ver las bicicletas de los chicos, sabía que ya había llegado, también sabía que me esperaba una tarde llena de diversión. Camine hasta llegar a las bicicletas, después hasta llegar a un pequeño acantilado.