Riley
Me desperté aquella mañana cuando los primeros rayos de sol empezaron a salir por detrás de las montañas del horizonte.
Estaba desorientada, sin entender qué hacía en mitad del bosque, pero pronto recordé la noche anterior. No entendía cómo no me había despertado antes, pero no me extrañaba dado lo agotada que había estado. Tenía la cabeza apoyada en el brazo de H, quien no se había despertado, y me pregunté cómo no se había movido porque tenía que haber dejado de sentirse el brazo desde hacía horas.
Me incorporé lentamente, temblando un poco por la fría brisa que corría en aquellas horas tan tempranas. No creía que fuesen ni siquiera las siete. Aun así, me sorprendía que no estuviese especialmente cansada, solo un poco soñolienta por haberme despertado hacía unos minutos.
Doblé las rodillas, sentándome y pegándolas a mi cuerpo mientras observaba el horizonte. El cielo empezaba a tomar tonos un poco más rosáceos y anaranjados, creando un contraste precioso con el azul de la noche que desaparecía.
Miré a mi derecha, preguntándome si debería dejar que H siguiese durmiendo, pero terminé sacudiéndole el hombro levemente. Él frunció el rostro al instante, despertándose con rapidez. Entreabrió los ojos cansadamente, mirándome un poco confuso.
-Está amaneciendo.- dije, haciendo que él dirigiera su mirada hacia el frente mientras se apoyaba sobre sus codos.
Se pasó unos segundos mirando el cielo, como si en su cerebro estuviese enlazando lo que acababa de decir con lo que veía delante de él. Finalmente, terminó de incorporarse y bostezó, sentándose a mi lado.
Ambos guardamos silencio mientras los pájaros comenzaban a piar y el cielo iba aclarándose segundo a segundo, bañando el horizonte con tonos cálidos que poco a poco salpicaban el resto del paisaje. No podía dejar de admirar lo que había delante de mí, maravillada por algo que pasaba literalmente todos los días pero que no solía tener el momento de contemplar.
No quería irme de allí. Marcharnos significaba volver a Eastwood, a la realidad, al caos. Quería quedarme allí y repetir las últimas horas una y otra vez.
Miraba al cielo y realmente no sabía cuántas veces más podría hacerlo.
Por desgracia, el sol terminó de salir mucho más rápido de lo que me hubiera gustado, dejándonos sin excusas para retrasar más nuestra vuelta a casa. H tampoco parecía muy emocionado por regresar, pero terminó levantándose antes que yo, recogiendo todo lo que habíamos usado por la noche para cenar. Lo ayudé con la tarea y antes de que nos diéramos cuenta, volvíamos a estar dentro del vehículo. H arrancó el motor y no tardó en alejarse de allí, dejando una mano descansando sobre mi muslo durante todo el trayecto.
Juraba que podía sentir cómo el ambiente cambiaba a medida que nos aproximábamos a Eastwood.
Los guardias de la puerta parecieron aliviados cuando H les enseñó su identificación, seguramente habiendo tenido presente que habíamos desaparecido durante horas.
Llegamos al aparcamiento de donde habíamos salido y H finalmente apagó el motor. Me quité el cinturón de seguridad y me dispuse a abrir la puerta y salir cuando recordé algo.
-Oye...- me giré hacia H, haciendo que él también detuviese sus movimientos para salir del vehículo.- ¿Sigues queriendo que te presente a mi padre?
Lo miré nerviosa, sin saber si se había arrepentido y solo había accedido porque estaba borracho. Él no parecía haberse acordado tampoco, porque se había sorprendido por la pregunta, pero asintió seguidamente.
-Sí, claro.- respondió.
Asentí con la cabeza, con una pequeña sonrisa tomando forma en mis labios.
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Shield [h.s]
Фанфик[2ª parte de "Gunshot"] Westfield tiene más poder que nunca. Las mentiras y los secretos nunca han ayudado a nadie. Eastwood está pendiendo de un hilo y la inminente derrota es una carrera contrarreloj. (advertencia: mención de sexo, drogas, suicidi...