21 - .: La terraza :.

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Cada vez que pienso en ti
Recibo el disparo directo de una ráfaga de tristeza
No es problema mío pero es un problema que encontré
Viviendo la vida que no puedo dejar atrás


Bizarre love triangle - Frente!

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A medida que pasan los días y voy tomando conciencia de que Matías me ha dejado de verdad y para siempre, me voy sintiendo peor y no puedo hacer mucho para disimularlo. Trato de leer Lolita en italiano pero no logro concentrarme y, cuando lo hago, entiendo la mitad. No tengo ganas de mirar tele ni pelis ni de escuchar música y solo quiero quedarme en la cama y dormir. Porque dormir es la única manera de no pensar en Matías y en lo que me duele haberlo perdido.

Papá pregunta muchas veces qué me pasa y al final, luego de obtener una parva de evidentes mentiras, deja de preguntar y se desvive por distraerme de eso —sea lo que sea— que me está atormentando. Sobre todo cuando llega la noche de hermanos en lo de Dante y nos quedamos solos nosotros dos para cenar. Noto que me mira mientras yo paseo las arvejas de un lado al otro del plato y, al final, larga:

—Escucha, hija. Hoy Enzo me ha dicho que Ottavia y Alex estarán en la casa que tienen en Capri y Alex te ha invitado.

—¿Qué casa? ¿Quién es Alex?

—Alessandro De Leone.

Miro a papá con las cejas de corona. No sé qué significa esa invitación y no sé qué debo contestar porque no tengo muy en claro si una invitación de un De Leone es una simple invitación o una orden. Papá aleja su plato y cruza los brazos sobre la mesa.

—Me gustaría que aceptaras la invitación. Alex es un buen chico pero necesita más gente buena alrededor. Y es un avance que se la busque él mismo. El viernes puedes ir con Luca o con Marco a Napoli y desde ahí toman el ferry. Yo me sumaré el sábado por la noche así estoy el domingo contigo. ¿Qué opinas?

—No sé... Yo...

—Te hará bien estar con gente joven y conocer un lindo lugar.

Lo que menos quiero ahora es tener que hacer sociales, pero el esfuerzo que está haciendo papá para sacarme la mala onda es monumental, por lo que no me animo a despreciarlo. Acepto la invitación y el viernes a la mañana parto con Luca hacia la nueva aventura: La Isla de Capri. Marco llegará el sábado y al parecer terminaremos teniendo un fin de semana extra familiar, similar al de la boda, pero más relajados.

Alessandro se empeña en ser el mejor anfitrión del mundo y la paso bien con él. Es cierto que es un buen chico, aunque se haga el malo. El viernes salimos a caminar y me muestra gran parte de la isla, pero el sábado ya no tengo tantas ganas de pasear y socializar. Es el aniversario de la muerte de mamá y no me he dado cuenta hasta ayer a última hora, cuando hablé con mi abuela.

El viaje de ClaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora