XXVI

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NOSTALGIA A LA PUERTA

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Me encontraba parada junto a Beverly apoyada en uno de los pilares de madera, mientras ella le daba otra calada a su cigarrillo.

—¿Estás ahí? ¿Morgan?

—¿Eh? Perdón Bev, me quedé pensando.

—Justo eso iba a decirte ¿En qué piensas?

—Te parecerá raro pero, me cuestionaba el por qué no consigo hacer bien algo que antes realizaba sin mucha dificultad, según yo.

—Vamos, no hables en códigos que no logro entenderte —Las dos sonreímos —¿Tiene que ver con las hojas que desde que llegamos no sueltas? —Asentí —Bien, te escucho —Se acomodó mejor en su posición.

—Lo que pasa es que como quiero poco a poco regresar a tocar un instrumento, entonces pensé que sería buena idea componer una melodía distinta como inicio.

—¿Con la guitarra, verdad? Por lo que me contaste, antes la tocabas.

—Exacto, me encantaba... pero ahora no puedo, mi mente está totalmente en blanco, y no sé la razón.

Ella permaneció en silencio por unos instantes, luego hizo un chasquido con los dedos —Tengo la respuesta, sencillo, encuentra un lugar donde te sientas cómoda sin limitaciones para que consigas componer.

—No es que no me sienta bien aquí, es...

—Espera, déjame terminar, digo que debes dejar que todo fluya ¿Recuerdas lo que te dije acerca de Eddie la vez que estábamos en la cantera?

—Por su puesto que sí.

—Te dije que si lo pienses tanto no sirve mucho. A todo esto ¿Lograste aclarar lo que sientes por él? —Involuntariamente comencé a ponerme nerviosa.

—Voy en eso, a veces que veo o le hablo a Eddie, no sé...

—Vamos Morgan, se nota tu confusión, toma en cuenta mis palabras anteriores y lo resolverás.

—¿Quién diría que eres tan sabia?

—Comenzaré a cobrarte —Reí por sus palabras. Ella ayuda a su manera, y eso la caracteriza —Pero por una amiga hago excepciones, lo que sea necesario.

—Gracias, Bev.

—Está bien, sólo no olvides lo que te mencioné.

—Oigan, chicas —Se paró frente a nosotras.

—¡Stan! Aguarda, ¿Qué tienes sobre tu cabello?

—¿Nunca usaron un gorro de este tipo?

—En algunas ocasiones.

—Conseguí uno de estos para todos, lo usaríamos cada vez que estemos aquí.

—¿La razón? —Consultó Beverly.

—Cuidar nuestra cabeza de potenciales arañas, créanme que hablo por experiencia.

—Ahora concuerdo contigo.

La pelirroja levanto una mano —Estoy de tu lado, Stanley.

Él sonrió, primero le entregó el suyo a ella, rápidamente se lo puso —Y este es para ti, Morgan. Como sé que tu estilo se asemeja más al minimalista, te traje uno de color entero.

—¡Stan, gracias! Me gusta —Asintió y fue a darle a los demás.

Hice un moño improvisado con mi cabello para colocarme lo que me entregaron. Ya todos, menos alguien, portamos los gorros para sentirnos más seguros por las recomendaciones de nuestro amigo Uris.

Under the Rain °[IT- Eddie Kaspbrak]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora