Under the Rain °[IT- Eddie Kaspbrak]

XXIX

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CERCA DEL DESASTRE

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“Es curioso, creo que todos tenemos recuerdos que nos enorgullecen y tal vez por eso el miedo al cambio está presente por lo que queremos olvidar, por los susurros que quisiéramos callar, las pesadillas de las que queremos despertar y los recuerdos que muchos deseamos cambiar, los secretos que sentimos que debemos ocultar o el dolor en el interior acompañado de confusión que anhelamos abandonar… eso es lo más difícil de dejar… lo bueno, los mejores recuerdos que por desgracia desaparecen más rápido ¿Por qué parece ser lo más fácil perder? Ahora sé que no quiero olvidar, sé que soy un perdedor sin importar nada, siempre voy a serlo”.

                                            -Stanley Uris

Nos quedamos helados, no pudimos reaccionar a tiempo ya que Bowers incrustó el filo entero de un cuchillo en la mejilla de Eddie, con él sollozando y el atacante riendo nos separamos.

—¡¿Qué te sucede?! —Le grité horrorizada.

—¡¿Por qué?! ¿Por qué lo hiciste? —Sollozó Eddie impactado.

—Porque él dice que es tu hora —Mantenía con su risa maniática, después giró su vista a mí —Tú… —Me señaló —Me dijo que debo esperar, prefiere encargarse de ti por su cuenta, tranquila —¡¿Tranquila..?!

—¡Morgan, sal de aquí! —Eddie me puso detrás suyo en modo de protección.

—¡No creas que te dejaré solo con él! —Iba a oponerse pero no se lo permití, por más que estuviera en riesgo no podría esperar a que algo peor le pase.

—¿Quién dice que es mi hora? —Preguntó muy asustado al agresor.

—¿Cómo diste con nuestra ubicación?

—Ustedes saben, Eddie y Morgan… ¿La pareja con una vida soñada, no? Qué lástima acabar con eso, es hora de flotar, no hay escapatoria —Bowers, mientras se reía cínicamente se concentró sólo en Eddie ignorándome, este último se metió a la bañera cerrando la cortina, eso me daba segundos para buscar algo con que defendernos —¿A dónde te fuiste? ¡Dame mi estúpida navaja! —Busqué desesperadamente, hasta que me di cuenta que el sujetador de la toalla para manos estaba suelta, la jalé para sacarla; y mientras Henry estaba distraído caminando hacia Eddie, me acerqué lentamente, apunté a su pierna con el fierro y obtener desplomarse, pero pasó rápido que volteó su cabeza a mi dirección y me empujó con tal fuerza que caí al suelo, agradecí que me lastimé la cabeza sin ser grave. Al pararme vi que el contrincante tenía clavado el mismo cuchillo en el pecho, aproveché y para no fracasar lo golpee en la cabeza haciéndolo caer aturdido por el impacto.

Eddie salió de la bañera, me extendió su mano para que la tomara y ambos salir con cuidado antes que vuelva a recobrar la capacidad de razonar y atacar.

—Te aconsejo cortarte el cabello, amigo.

—Créeme que ya pasó de moda —Continué. Me asusté más al ver el corte en su mejilla sangrar sin control —Quédate aquí, aguanta —Al llegar al pasillo y estar “fuera de peligro” acudí a los demás —Debemos llamarlos ¡Muchachos, vengan!

—¡Chicos!

Oímos pasos —¿Eddie, Morgan? —Beverly soltó un grito al verlo con la herida.

—¿Amigo, qué te sucedió?

—Bowers está en nuestro cuarto —Ben fue veloz y corrió al lugar del incidente.

(…)

Me encontraba al lado de mi pareja aún nerviosos por la inesperada visita. Beverly me ayudó a curarlo, sin embargo, Ben no logró agarrar al causante.