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Hoy era el día.

Pero para Fred casi todos los días era lo mismo, por eso tal vez no se percató de que sus clases particulares comenzaban hoy, así que solo se limitaría a repetir la misma rutina diaria con la única diferencia que los marcaba como desiguales a cada uno: las quejas de su castaño compañero.

Sentía que sus bromas estaban perdiendo la esencia que siempre solían llevar y a pesar de eso todas daban el mismo resultado.

-Buenos días, Fred- a su parecer su mejor amigo colocaba su mejor sonrisa para él.

-Hola Golden ¿Novedades?

-Ninguna- y seguía sonriendo.

-¿Podrías decirme qué es lo que te hace sonreír tanto?

-Nada en absoluto, me gusta sonreír.

-Bien...- dijo alargando la "e".

-¿Sabes? Estaba pensando en que podríamos salir a tomar algo, después de la escuela.

-Uhm... ¿Hoy?

-Sí. Hoy, ¿O acaso tienes planes?- sonaría raro pero había notado una pizca pequeñita de reproche en su voz.

-La verdad no que yo sepa, te diré saliendo de la escuela ¿Sí? Luego mi madre, ya sabes, debo cuidar la casa.

-¡Claro! Entonces nos vemos al rato, adiós.

Okay. Ahora mismo se estaba replanteando la idea de seguir su amistad con el rubio, y no era porque fuera una mala persona, sino porque comenzaba a notar una extraña aura demandante cada vez que estaba cerca de él. Además las chicas ya no se le acercaban, no es como si le importara pero antes había algunas que buscaban charlar y ahora eran ellas mismas las que se evitaban la molestia de dirigirle la palabra.

Y entonces recordó... Era su tercer día de clases y se encontraba en el descanso, comía a solas ese día ya que su reciente amistad, Freddy se había quedado dentro del salón de clases para terminar la tarea de la siguiente sesión, el pelinegro almorzaba pacíficamente cuando vió a un chico rubio entrar en la cafetería buscando alguna mesa vacía en la cuál comer a gusto.

Lastimosamente no había alguna desocupada así que tuvo el gesto amable de llamar al joven perdido haciendo que dirigiera sus grisaceos ojos a mirarlo.

-¿Me hablas a mí?

-Sí, ven a sentarte aquí, veo que no hay mesas disponibles.

-Oh gracias...

-Fred.

-Golden, mucho gusto- estrecharon sus manos y comenzaron a comer mientras hablaban de ellos mismos. Y ese día todo iba bien, ahora tendría dos amigos, claro hasta que escuchó al castaño quejarse en el pasillo y al verlo se marchaba molesto. Quiso preguntarle el motivo de su molestia pero lo único que recibió al entrar fue un salpicón de agua.

Desde ese entonces comprendió que pasaría el resto de sus días con un solo amigo nada más.

Concentrado en sus pensamientos llegó a casa y se duchó, sin quererlo olvidó que tenía que esperar a Golden y aún así ya estaba en casa listo para jugar hasta que sun apareciera.

Pero tocaron tres veces a su puerta.

¡Aquí el capítulo de hoy! Gracias por votar y leer, me alegra leer sus comentarios, los amo mucho uwu.

Bye!

Starly

Gonna Meet U || ꜰʀᴇᴅᴇᴅᴅʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora