¡Extra Sorpresa!

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-¿Ya puedo abrir los ojos?

-Nop- siguieron caminando en línea recta.

-¿Y ahora?

-Aún no- pasó la mano por su espalda para indicarle que diera vuelta a la izquierda.

-¿Ya? Siento que en cualquier momento me voy a tropezar.

-Amor, confía en mí, no vas a caer.

Con pasos firmes caminaron por la banqueta de cemento y cuidadosamente le ayudó a cruzar la corta calle; aunque sin querer tropezó con su propio pie y debido a que estaba sosteniendo la mano del pelinegro, cayeron ambos.

-Dijiste que no caería- le dijo con los ojos abiertos.

-Bueno, me caí yo.

-¿Y qué hago yo en el suelo?

-Bueno... ¡Mira ya llegamos!- apuntó al frente haciendo que el siguiera con su vista la trayectoria de su dedo que estaba señalando el local que tenía en la parte alta palabras en letras neon indicando que estaba frente a un arcade. -¡Ta-da! ¡Felíz aniversario!- el castaño se paró frente a él con los brazos extendidos mostrando que esa era su gran sorpresa.

-¿Q-qué...?- el chico se levantó del suelo acomodando su chaqueta de mezclilla.

-Sígueme- caminó al frente para abrir la puerta principal e ingresar seguido del ojicarmín. Las luces de colores estaban encendidas y muchos de los juegos estaban iluminados de forma llamativa también. Mientras el azabeche veía cada consola del lugar, el castaño se acercó al mostrador donde hablaba no sé que cosa con el encargado. Le parecía extraño que para ser casi medio día de fin de semana no hubiera nadie ahí, pero no le tomó mucha importancia cuando vió al ojiazul acercándose.

-¿Qué hacemos aquí? ¿Vamos a jugar?

-De rato solamente, hay muchas más sorpresas.

-¿Enserio?- al azabache le preocupaba que su pareja hubiera planeado más cosas que él, con si se sintiera humillado, ah. El chico asintió y tomó la mano de Fred para ir más adentro dónde estaban las mesas de hockey y las pistas de baile para poder llegar a una de esas máquinas de luchitas y detenerse frente a la azul con pantallas grandes -¿Por qué no hay nadie?

-Ventajas de que Bonnie trabaje aquí, su jefe es flexible con él- vaya que lo sería, no se explicaba porqué.

-¿Vamos a jugar aquí?- sus ojitos brillaron al recordar los momentos que pasaron frente a esa máquina; el castaño asintió - Desde que se inauguró venimos, además, aquí me propusiste matrimonio, es nuestro lugar especial- le miró atentamente dispuesto a quedarse así por una vida entera si fuera posible.

Estaba de más decir que se divirtieron muchísimo jugando en ese y más juegos, algunas risas, abrazos, besos. Para ser honestos durante los 4 años que pasaron, aprovecharon el tiempo para conocer lo que no sabían de ellos mismos, se juntaban para jugar videojuegos así que se podría decir que no solían salir mucho pero cuando lo hacían visitaban el campo para hacer picnics o pasear solamente. Cabe mencionar que en la escuela fue un giro drástico que un día se pasaban de largo sin dirigirse la palabra y al siguiente estaban que no querían separarse, algunos hasta se arrepentían de verlos juntos y querían que volvieran a lo de antes simplemente porque parecían la miel misma.

Volviendo al tiempo actual, la pareja seguía riéndose en la pista de baile después de las tres rondas que habían gastado, y cuando supieron que ya habían jugado lo suficiente decidieron irse no sin antes agradecer al pelimorado.

El ojiazul, por ser el anfitrión en aquel paseo, siguió el camino hacia un lindo restaurante donde comieron pizza y spaghetti; se contaban anécdotas que pasaron juntos y les gustaba recordar ese momento en el que Freddy le reclamaba a Fred mientras que él no sabía lo que pasaba, decían que seguro había sido algo del destino, aunque fue muy irónico debido a su guerra de aquellos días.

Gonna Meet U || ꜰʀᴇᴅᴇᴅᴅʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora