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Hoy fue el día en que salimos a celebrar el cumpleaños de Chris, que sería dentro de tres días, pero como iba a viajar mañana, los muchachos acordaron partir hoy. Estaba listo para ir al club. Todavía recuerdo nuestros besos esa noche. Es imposible olvidarlo.

Me las arreglé para ponerme un atuendo bonito, Me puse perfume y me alisé el pelo. Era grande otra vez, tengo que cortarlo.
Miré a mi cama, el regalo de Chris. Espero que le guste. Después encuentro una manera de entregar.

Llegué al club, junto con Ally, Zab ya estaba allí. El club no estaba lleno. Richard llegó con Erick. Solo faltaba Chris.  No tardó mucho y llega con una chica. Mis ojos ven lágrimas que, sin embargo, evité rápidamente que cayeran. Sé que no soy nada para él, pero duele verlo con otra persona.

-Hola chicos.- dijo emocionado.

- Hola, chamaquito ”, dijo Richard.

- Entonces comenzamos el trabajo. - dijo divertido.

Abrazó a cada uno. Yo fui el ultimo.

- Joel... - me miró y luego me abrazó.

Cuando se alejó, me sentí vacíao, no queriendo alejarme de él.
Pasaron las horas, muchas bebidas, Chris bailando con esa chica, hubo un momento en que se besaron, quise sacarla de sus brazos. Pero no pude hacer eso.
Pasó otro tiempo y dije que me iría.

- Adiós, chicos, nos vemos. - Dije.

- ¿Qué quieres decir con que ya te vas, Joel?- Escuché la voz de Chris detrás de mí.

- Sí, ya me voy. Adiós, buen viaje.- Dije dándote un abrazo rápido. Me miró mientras salía de allí lo más rápido posible.

Llegué a casa, y mis lágrimas corrían por mi rostro. Me senté en el sofá, sentí algo por él. Me estaba gustando, no había otra explicación. Pero fue un error quererlo.

Me enjugué las lágrimas, decidido a olvidar ese sentimiento. Chris nunca dejará su vida por muchas mujeres para estar conmigo, lo mejor es olvidarlo, y esta vez lejos de él me ayudará.

Fui a mi habitación, me quité la ropa, me puse pantalones cortos para dormir.  Me acosté y el recuerdo de nuestros besos vino a mi mente.  Cerré los ojos, tratando de pensar en otra cosa, pero fue en vano.
Terminé durmiendo.

Desperté con mi teléfono celular sonando. Con un poco de sueño saqué mi teléfono celular y a las 4 am. Chris me llamó.

- Joel: escuché su voz, estaba borracho.

- Christopher, ¿Qué haces llamándome esta hora?

- Quiero hablar contigo.

- Es un poco tarde, ¿no te parece?

- Lo sé, lamento despertarte. Estoy frente a tu edificio.

- Chris, ¿estás conduciendo borracho?

- No estoy borracho, solo un poco mareado.

- Chris, qué irresponsable eres.

- Déjame subir.- habló en voz baja.

- Está bueno- No podía dejar que condujera así.

Colgó, dejé mi teléfono, lo que le pasó? Pronto tocó la puerta. Abro la puerta y él está completamente borracho delante de mí.
Lo metí dentro y cerré la puerta. 

- Cuando seas bueno me escucharás. Donde se vio, conduciendo en ese estado, borracho Christopher?

- No estoy borracho, Joel.

- No, imagina si tuvieras. - Ironizei

- Bebí porque te fuiste. - Dijo parpadeando más de lo habitual.

La sorpresa de DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora